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DEVALUACIÓN Y REVALUACIÓN POLÍTICA

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UNA DEGRADACIÓN QUE SE PROFUNDIZA
UNA DEGRADACIÓN QUE SE PROFUNDIZA

DEVALUACIÓN Y REVALUACIÓN POLÍTICA        Durante los ochenta y los noventa

    Durante los ochenta y los noventa, la política quedó aplastada por la economía. El fracaso de las políticas económicas implementadas, destinadas a enriquecer a los ricos y empobrecer a los pobres, arrojo un profundo escepticismo y desprestigio sobre la política.
    El 19 y 20 de diciembre marcó, al tocarse fondo, un punto de inflexión.
    La limitación fundamental es que fue una conmoción realizada desde el desprecio a la política contra cuyas consecuencias se reaccionaba.
    Varias de las primeras figuras hasta entonces, se eclipsaron, más allá de su permanencia.
    Los partidos políticos implosionaron y se convirtieron de un continente en un archipiélago. 
    Néstor Kirchner interpretó una parte del mensaje implícito de las jornadas de diciembre y eso le permitió pasar de un 22% de los votos a más del un 60% de popularidad. 
    Su gestión está conformada por gestos, hechos concretos diferenciadores, lenguaje rupturista con el pasado y construcción política con el mismo elenco estable.
    La política se personalizó con los nombres de las islas de la fragmentación.
    Así Kirchner es más que cualquier estructura que lo sustente. Macri es mucho más que el PRO. Lo mismo sucede con Carrió y el ARI, con López Murphy y RECREAR, con lo que se arme alrededor de Lavagna. Al radicalismo lo conforman distintos fragmentos en busca de alguien que oculte con un aceptable desempeño electoral, la muerte de un partido en estado vegetativo. Al justicialismo lo une y lo disciplina el ejercicio del gobierno. Sin él, sería un espejo del radicalismo.
    Los grupos de izquierda aproximan una revolución que solo detectan en sus afiebrados análisis, mientras practican la única operación aritmética que conocen con devoción: la división. 
    Desde la gestión gubernamental, el gobierno enarbola el mejoramiento notable de los índices económicos, su política de derechos humanos, la crítica a los lineamientos de los noventa que consintió y apoyó, una sintonía armónica con los gobiernos que se alinean con los nuevos tiempos. Con eso, puede ahogar en el silencio y la indiferencia, el doble discurso, los escándalos como el de la empresa sueca Skanska, la compra de terrenos del Calafate, el caso Greco, Eurnekián y Aeropuerto 2000, el manejo discrecional de Julio De Vido y Ricardo Jaime, el cuento de las inversiones chinas, el intento infantil de maquillar los índices del INDEC, el misterio de los Fondos de Santa Cruz, el affaire Southern Winds y Lafsa, el patoterismo de cuarta de Guillermo Moreno, la construcción política de neto corte noventista, que entre otras tantos similares, le llevó a Kirchner a apoyar a Rovira en Misiones, a Ángel Maza en La Rioja, un ultramenemista que desde la secretaría de Minería en la época de Domingo Cavallo creo las condiciones para el regalo de las riquezas que debía cuidar. 
    Muchos menos abordar en profundidad las debilidades de un modelo que se prefiere ignorar, en estos momentos, de fuerte viento a favor. 
    ¿Cual es la diferencia entre Scioli y Macri? ¿Entre Telerman y Filmus? ¿Entre De Narváez y López Murphy? Por eso la publicidad es ignominiosa. Tiene el diseño de la venta de un dentífrico, un laxante o un detergente. Enorme fotos arregladas con fotoshop con leyendas vacías como las referidas a un producto de consumo. Así la publicidad de Filmus propone, como si fuera un aviso del rubro 59: “Si lo conoces, lo votás”. Otras: “Buenos Aires: Francisco de Narváez 2007” “Bonasso: Alguien piensa como vos”. 
    Daniel Scioli discurre con su optimismo y expresiones que convierten a Narosky en un pensador profundo. Mauricio Macri intenta desmentir sus orígenes y recurre a una piba y a un basural con una expresión digna de Tato Bores: “Para demostrar que todo no es como la Avenida Alvear.” Carrió ha emprendido un viaje hacia la dimensión desconocida.
    “Estoy en situación existencial de pensamiento” dijo con su habitual soberbia intelectual alimentada con solapas de libros. 
    Como contribución a las campañas publicitarias, van dos slogan sin cargo. “Licenciado Jorge Telerman: Con título para gobernar la Ciudad de Buenos Aires”. “Daniel Scioli 2007: Aire y sol para el optimismo”
    El raquitismo intelectual produce curiosas paradojas. Labaké y Altamira coinciden. Surge un nuevo slogan: “La derecha y la izquierda unidas, un contubernio de toda la vida” 
    Escribe Juan Gabriel Labaké: “El intendente de la ciudad de Buenos Aires (eso de jefe de Gobierno me parece una fantochada) viajó a Israel. ¿A qué? Estimo que el señor Telerman es de religión judía, pero no fue a rezar ante el muro de los lamentos, como van los musulmanes a la Meca, o nosotros a Luján, sino a entrevistarse con las más altas autoridades israelíes para "estrechar lazos de amistad"... justo en plena campaña electoral metropolitana. Raro, ¿no?.......Ahora se entiende. Fue a Tel Aviv a pedir "colaboración" de un Estado extranjero para ser intendente de la Capital de la República Argentina. Una irregularidad tan grave sólo la había cometido hasta ahora Carlos Saúl Menem cuando, en 1989, solicitó y obtuvo ayuda dineraria de Libia para llegar a la presidencia.”
    A su vez, el dirigente máximo del Partido Obrero dice: “Si se estabiliza este escenario tendríamos otro fenómeno singular: la de tres o cuatro candidatos abiertamente sionistas (incluido Filmus, por supuesto)…… Que en pleno derrumbe de Bush, florezca en Buenos Aires el filo-sionismo es una acabada demostración de la completa degeneración moral e intelectual de los políticos criollos, en especial los progresistas” 
    Una cosa son las críticas a la política exterior del gobierno israelí, su política generalmente deleznable con los palestinos o los bárbaros bombardeos a Beirut, y otra concluir que la visita de un candidato de origen judío a Israel es para “pedir ayuda”. O que la presencia de tres candidatos de origen judío (Telerman, Filmus, Heller), para no incluir al inclasificable Cherasny por el Modín, demuestre que “florece el filosionismo”. La repetición de los apellidos Fernández en el actual gobierno no llevaría al PO a calificar al gobierno actual de filopesoe. Tendría otras adjetivaciones, posiblemente más políticas. 
    Desde una posición agnóstica, preferiría que los candidatos no hagan peregrinajes hacia El Vaticano, al Muro de los Lamentos o a La Meca, o a La India a visitar a Sai Baba. Pero las convicciones religiosas hacen a la esfera íntima, y por lo tanto quedan lejos de los alcances de este análisis. 
    Al lado de esta anorexia mental, donde toda la oposición con alguna presencia electoral abomina de Hugo Chávez, su presencia y discurso en la Argentina como réplica a la presencia de Bush en Brasil y Uruguay, constituyen un hito histórico. Todo ello en combinación con Néstor Kirchner.. Su extensa exposición, con abundantes citas de Perón ante un sector del público de izquierda profundamente gorila, que escuchó en silencio y tragando saliva, representó otro hecho interesante. 
    Chávez citó a Perón en su discurso en Ferro, más veces de lo que lo hizo Kirchner en cuatro años de gobierno. 
    El Presidente Bolivariano, intenta cambiar un país, cuyas profundas carencias definió con precisión en la Argentina: “Ustedes nos venden cosechadoras y sembradoras, pero aquí nadie sabe como usarlas. Necesito la tecnología pero llave en mano……. Venezuela es un sultanato, vivimos exclusivamente de la renta petrolera y eso nos está empobreciendo. Quiero aprovechar los buenos precios del crudo y destinar recursos para lograr autoabastecernos de alimentos” Y para conseguirlo tiene una visión continental y la renta petrolera.
    La visión continental de Chávez, sus cambios importantes en la sociedad venezolana, no deben impedir señalar, desde la misma vereda, que la pobreza baja con una lentitud desproporcionada en relación a la magnitud de la renta petrolera y que las alianzas estratégicas como la realizada con Irán, no deberían significar, y mucho menos aceptar, sin diferenciaciones, posiciones deleznables como la del Presidente Iraní acerca de la minimización del Holocausto. 
    La propuesta del Banco del Sur es una idea revolucionaria. Hay en Chávez, bien acompañado por Kirchner, más ideas y propuestas, que en toda la oposición venezolana y argentina juntas. Eso explica sus fortalezas electorales, más allá de sus limitaciones y errores. 
    El odio que despierta estos encuentros puede observarse en un vocero conspicuo del establishment como el diario La Nación, reflejada en varias de sus plumas más significativas. “El caudillo venezolano dio la señal que quería dar: que en la Argentina se sienta tan a gusto que puede darse el gusto de invitar a otros mandatarios extranjeros como si él, y no Kirchner, fuera el dueño de casa…. La Argentina que sobrelleva a la inversa que Brasil, siete décadas de perdidas de posiciones ¿Puede resignarse ahora a no ser pronorteamericana porque se considera venezolana?” Mariano Grondona La Nación 11-03-2007
    “Y el conflicto de fondo radica en que Chávez sigue devaluando la democracia en América Latina sin que ningún líder importante de la región lo diga en voz alta….. El problema es que la falta de una clara diferenciación política por parte de Kirchner lo está emparentando con el “Duce” de Venezuela” Joaquín Morales Solá La Nación 11-03-2007
    “Parecería que Néstor Kirchner no se hubiera dado cuenta de que Caracas ha instalado una bomba de tiempo que rechaza casi la mitad de su población, renuente a caer en otra dictadura…….En Venezuela desde que Chávez se hizo del poder, aumentó la pobreza, aumentó la indigencia, bajó el índice de consumo calórico, bajó la exportación de alimentos y bajó en forma significativa la urgencia de importarlos……..el fabuloso arsenal que compra le servirá para meter miedo, sacar pecho ante los idiotas latinoamericanos que aplauden sus groserías …” Marcos Aguinis La Nación 9-03-2007
    “….su enemigo ejerce sobre él un magnetismo extraordinario, hasta tal punto que uno podría adivinar una forma de envidia por Bush……Nosotros nos hemos liberado del financiamiento barato del FMI, para adherir al caro de Chávez” Licenciado en Filosofía Enrique Valiente Noailles La Nación 11-03-2007 
    Hay más mentiras en los párrafos transcriptos, que palabras. Justo Mariano Grondona se cubre con el manto de la soberanía cuando entre otras tantas canalladas apoyó a Krieger Vasena, Martínez de Hoz y Cavallo y fogoneaba su prédica para aliarse con EE.UU para invadir Irak, con el argumento que los negocios serían para los ganadores de la guerra y Argentina excluida en no participar. Morales Solá que fue un plumífero de la dictadura criminal se desgarra las vestiduras por una democracia amenazada. Ahí donde desde la televisión se fomenta el asesinato (magnicidio) del presidente que gana todas las elecciones, cada vez con más amplitud. Marcos Aguinis es un inimputable que miente a conciencia, siendo Venezuela, por su estructura agraria un importador tradicional de alimentos. Y como un gusano de Miami, mejor dicho de La Nación, miente alevosamente sobre la pobreza y la indigencia que según sus deseos aumentó.
    El licenciado en Filosofía parece no entender que lo malo no eran en si los préstamos del Fondo, sino los condicionantes de dichos endeudamientos, que obligaban a aplicar medidas que eran el equivalente a darle un laxante a alguien que sufre de colitis.
    Por su parte, Elisa Carrió caracterizó a Chávez con su ligereza habitual empleando su descalificación preferida: fascista. Es fácil imaginarla usando el mismo término para denostar al Perón de 1945-1955. Es un “progresismo” tipo “Unión Democrática” El ala izquierda de la Sociedad Rural. No es una casualidad entonces que se oponga a las retenciones. 
    Ni hablar del menemista Diego Guelar que sostiene que Chávez ha violado la soberanía nacional por haber ingresado sus custodios. En cambio que lo haga George Bush hace a su seguridad. Como bien decía Stephen Biko, luchador contra el apartheid en Sudáfrica: “ El arma más poderosa del opresor es la mente del oprimido.”
    Los cambios en América Latina vuelven a despertar, tibiamente, las utopías aplastadas por las sucesivas derrotas. Como dice el título del último libro de la psicoanalista Silvia Bleichmar: “ No me hubiera gustado morirme en los noventa”. 
    Ante un hecho nunca deseado, desaparecer en pleno fracaso es morirse dos veces. Las luces de la noche fueron recogidas como “ El fin de la historia” o en nuestra América con “ El manual del perfecto idiota latinoamericano”
    Las luces del nuevo día, dejan atrás las sombras del ilusorio fin de la historia y revelan que el “Manual” era un libro autobiográfico.
    Lo que se está escribiendo, derecho sobre renglones torcidos, con dudas y contradicciones, es en cambio, otra historia. Ojala, que como dijo el Presidente de Ecuador Rafael Correa: “Más que una época de cambios, es un cambio de época”. 
    Hasta ahora es una auspiciosa época de cambios. 

 

Hugo Presman

 

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