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La Argentina en manos de la mafia mundial

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LAS COSAS POR SU NOMBRE
LAS COSAS POR SU NOMBRE

Distintos hechos acontecidos en los últimos tiempos parecieran demostrar con creciente claridad que el sistema económico.

 

Distintos hechos acontecidos en los últimos tiempos parecieran demostrar con creciente claridad que el sistema económico-financiero mundial se rige por la amoralidad, la hipocresía y la falta de ética.  En momentos en que el  gobierno estadounidense y las agencias político-financieras bajo su control como el FMI y el Banco Mundial, pretenden justificar sus arbitrariedades en base a una supuesta superioridad moral, política y estructural; y abiertamente insultan a países como la Argentina, observamos, sin embargo, que la actual podredumbre del sistema económico-financiero mundial tiene su epicentro, casualmente, en los países industrializados.  Más precisamente, en el entorno de las grandes corporaciones que detentan determinante poder real en los asuntos mundiales. 

    Es que sus métodos empresariales —a menudo mejor descriptos como modus operandi-, se asemejan cada vez más a lo que desde siempre caracteriza a las mafias.  La ilegitimidad de buena parte de sus objetivos y métodos se escuda detrás de una legalidad formal; lo inconfesable se resguarda detrás de eufemismos hipócritas; y el robo, el fraude y la expoliación se esconden detrás de un sistema financiero, jurídico y metodológico de gran complejidad que encubre la realidad.  Parecieran inspirarse en la aplicación fría y férrea de su enorme fuerza aliada a una astuta hipocresía.  
    No obstante, todo tiene un límite.  Es así que hoy vemos como los escándalos empresariales en Estados Unidos y Europa en las últimas semanas ponen en tela de juicio la honestidad y rectitud de todo el sistema. No es casualidad que, justamente, ese mismo sistema es el que hoy pretende hundir a la Argentina en el caos y la disolución nacional. Conviene, entonces, observar más de cerca a este Leviatán que se cierne sobre nosotros, para dejar de sentirnos disminuidos ante lo que, día a día, se asemeja más a un gigante con pies de barro. 


La Ley del Poder 

 Toda propuesta que pretenda sacar a la Argentina de la crisis terminal que hoy la agobia, debe comenzar por entender cómo funciona realmente el mundo.  El origen de nuestra postración radica en el hecho que, a través de las décadas, nuestros gobernantes virreinales se han alineado sistemáticamente a los objetivos e intereses de las estructuras de poder del Nuevo Orden Mundial, cuyos métodos y fines tienen un alto componente criminal.  La falta de ética y moral en sus procedimientos le ha permitido avasallarlo todo y concentrar un gran poder que no le corresponde legítimamente, ya que abusa del mismo con gran irresponsabilidad.   Ese gran poder que hoy detenta mundialmente hace que prácticamente no necesite operar al margen de la ley; pues este sistema perverso e inicuo se ha convertido, él mismo, en la Ley.  

Ya dispone de todos los resortes de poder necesarios para imponer su cosmovisión sobre todo el mundo, pues ha logrado invertir los fundamentos de toda Justicia - cuya legitimidad radica en el Poder de la Ley -, transformándola en la legalidad ilegítima de la Ley del Poder.

    En diversos escritos y ensayos, nos hemos ocupado extensamente en describir la manera en que operan las estructuras de poder del Nuevo Orden Mundial, cuáles son sus planes a mediano y largo plazo respecto de nuestro país y región, y cuáles sus instrumentos primarios de dominio[2].  La clave en el momento actual radica, a nuestro juicio, en comprender cabalmente dos hechos fundamentales: 

    (a)    que por diversas razones esos centros de poder mundial han elegido a la Argentina como caso testigo para ”gerenciar la quiebra y posterior disolución de un Estado nacional”, lo que representa una enorme amenaza para nuestro país, seguramente la mayor de toda su historia, y

    (b)    que el sistema neoliberal supranacional hoy se halla en pleno colapso, que está a punto de convertirse en un colapso descontrolado, lo que aunque por un lado es peligroso para todo el mundo, sin embargo potencialmente representa una enorme oportunidad para nuestro país y región.

    Lo que hoy le ocurre a la Argentina, de ninguna manera puede imputarse a alguna seguidilla desafortunada de errores.  Todo lo contrario: el colapso argentino refleja el éxito rotundo de un modelo de postración y dominio nacional diseñado desde las estructuras de poder supranacional e implementado eficiente y eficazmente por un estamento de gerenciadores y operadores locales.  Estos últimos abarcan a “los políticos de siempre” de los principales partidos, a comunicadores y multimedios favorables a este plan de dominio —con los Hadad, Longobardi, Gelblung, Clarín, Página 12, La Nación y Grondona a la cabeza- [3], a ciertos “grandes empresarios y banqueros” locales, incluso algunos miembros de las fuerzas armadas, y desde luego al numeroso ejército de analistas, economistas y “expertos” de todo tipo que le dan “cobertura intelectual” a todo este proceso.  Cada uno aporta lo suyo - sea por ignorancia, por connivencia y debilidad, si no lisa y llanamente, por traición. 


El destino del mundo 

    Como hemos dicho en otras oportunidades, se pretende conducir a la Argentina a la quiebra para quedarse con su territorio y sus riquezas[4].  Pero no vayamos a creer que solo nosotros somos blanco de este proceso.  La “privatización” de territorios, provincias y regiones enteras es parte integral de un amplio plan de "reingenierización" del planeta, promovido desde los centros de poder mundial.  El éxito de este plan piloto sobre Argentina no será más que el preludio para otros ejercicios similares en nuestra región y en otros continentes.  Así lo entreven observadores lúcidos como el politólogo francés Alain Touraine quien dijera “El carácter ejemplar de la Argentina es que avanza lo más rápido posible hacia la decadencia y la descomposición.  Con toda la gloria de su cultura, parece haberse anticipado a los demás en ese fenómeno de desintegración a nivel mundial....Lo que hoy pasa en la Argentina va a pasar también en Europa, que está en vías de argentinizarse....Lo que pasa en Argentina debería impresionar aún más porque no es una locura local”.[5]

    Hoy puede decirse sin temor a exagerar, que aunque la mayoría de nuestro pueblo aún no lo entiende aún, el destino de buena parte de la humanidad está en nuestras manos.  ¿Porqué decimos esto?   Por que si la destrucción del Estado nacional argentino se consuma con éxito, lo que abrirá las puestas a la privatización y/o concesionamiento de gigantescas extensiones de nuestro territorio a grandes consorcios empresarios supranacionales, entonces luego este nuevo “modelo” será impuesto a países como Colombia, Ecuador, Paraguay, Bolivia, Perú, Uruguay, países de centro América y el Caribe; incluso al propio Brasil.  Es más: también sufrirán los efectos de esta nueva — y definitiva — “ola privatizadora” las naciones del Africa, del sudeste asiático, del mundo árabe y tantos otros lugares.  Se procurará destruir a la mayor cantidad de naciones posible y así el “modelo” irá avanzando país por país, continente por continente, siguiendo el ejemplo añejo de la Compañía de las Indias Orientales.  
    Ahora bien: si la Argentina resiste estos embates; si su pueblo despierta lúcidamente a esta terrible realidad, promoviendo un contra-modelo,liberándose  de la casta parasitaria y perversa de políticos que hoy la encadenan; si la Argentina restaura su Estado-nación soberano y recupera los ejes de su Destino como Comunidad, entonces le habremos propinado un golpe mortal a este modelo planetario inicuo y amoral, liberándonos a nosotros mismos y ayudando a liberar a otros pueblos hermanos.   

    Pero antes, debemos comprender que: 

    (a)    el gran adversario o enemigo no es ninguna nación poderosa, sino la estructura de poder real privado supranacional que se ha enquistado en las grandes naciones industriales, particularmente Estados Unidos, y 

    (b)    el peor enemigo al que debemos neutralizar es aquél que tenemos en casa; el que opera como una Caballo de Troya, traicionando los intereses de la Nación a diario y que desde hace décadas ocupa la Casa Rosada, los ministerios, el Congreso de la Nación, la Justicia, las gobernaciones y municipalidades, y los multimedios que forman y deforman nuestra visión del problema argentino. 

Ni nosotros somos tan débiles, ni ellos tan poderosos 

    Comprendamos primeramente, que la Argentina dispone de reservas espirituales e intelectuales enormes que nos permitirán superar este drama.  Argentina ha de re-encontrarse con sus potencialidades aun no realizadas; hemos de cumplir un claro Destino mundial [6].  En los tiempos que se avecinan, la Argentina ha de transformarse en un faro luminoso en un mundo en crecientes tinieblas, a condición de que comprendamos que el verdadero poder de una nación no se mide ni en bombas, ni en aviones de guerra, ni en misiles destructivos, ni en dólares, ni en kilos de oro, ni en los sofisticados instrumentos financieros de la usura, si no en la capacidad de trabajo de un Pueblo de pie, esclarecido, que sabe hacia dónde va, y al que nadie pueda venderle gato por liebre. 

    En segundo término, sepamos que hoy ese mismo sistema financiero mundial con el que se está triturando a nuestro país y que ha hundido a miles de millones de seres en todo el planeta en la más abyecta pobreza, hambre, muerte y destrucción, se halla en pleno colapso.  Sus contradicciones internas ya no le permitirá sobrevivir, si no es a través de crecientes grados de violencia; su propia economía ahora necesita de la “economía destructiva” de la guerra para poder seguir funcionando, como lo demuestran los gigantescos gastos en defensa incurridos por las grandes potencias, particularmente los Estados Unidos[7] 

    Actualmente, el presupuesto de defensa estadounidense supera los 380.000 millones de dólares, un monto que supera los presupuestos de defensa de los siguientes 14 países (y casi triplica el PBI de la Argentina).  Aprovechando los enormes beneficios geopolíticos, políticos, militares, mediáticos y económicos que los eventos del 11 de Septiembre le depararon, hacia fines de 2001 el Departamento de Defensa norteamericano adjudicó el mayor contrato de defensa de toda la historia al contratar a la empresa Lockheed Martin para que desarrolle y construya 2.000 caza bombarderos de ultimísima generación a un costo para el Estado de U$S 200.000 millones.   Claramente, la mayor “patria contratista” del planeta es Estados Unidos y, precisamente, en el área de defensa. 

    Queda demostrado que con la caída del imperio soviético hace poco más de una década, la historia de manera alguno tocó su fin — como sugirió entonces Francis Fukuyama del CFR — si no que entró en un nuevo estadio de violencia, expoliación, destrucción y dominio.  El poderreal sufrió entonces una vertiginosa mutación que permitió que migrará sólidamente hacia estructuras privadas — la ”privatización del poder” del que hablamos en reiteradas oportunidades — con lo que se forjaron alianzas estratégicas de todo tipo, incluído con las las mafias y el crimen organizado.  Lo importante a partir de entonces consiste en guardar las apariencias, en “parecer bueno” aunque no se lo sea; en sí­ntesis, en planificarlo todo en base a dos armas estratégicas de efectos letales: la fuerza y la hipocresía. 

Cuando las mafias asumen el poder 

    Desde hace ya décadas, el mundo de los negocios que hoy se superpone por encima del actual orden capitalista, amoral e irracional[8], por un lado; y la mafia, por el otro, han logrado puntos de acuerdo para promover sus respectivos intereses en común. Ello los ha llevado a pactar importantes alianzas estratégicas y a trabajar aprovechándo simetrías sinérgicas. Abundan los ejemplos históricos de esta colaboraciónEstado-empresas-finanzas-mafias/crimen organizado en Estados Unidos, que opera como una suerte de Establishment de poder en sí mismo.  El caso del “clan Kennedy” es uno de muchos ejemplos de ello: Joseph Kennedy, embajador de Estados Unidos en Londres en los años previos a la Segunda Guerra Mundial, amasó una gran fortuna con el contrabando de bebidas alcohólicas durante la Ley Seca de los años treinta, lo que luego le permitió detentar poder económico e inserción social como para catapultar a sus luego famosos hijos en encumbrados puestos politicos, siendo el presidente John Fitzgerald Kennedy el caso más resonante.  

    En nuestros tiempos, se observan claras alianzas entre el narcotráfico, el narcolavado, la narcoguerrilla y el tráfico de armas en diversas partes del mundo que operan a través de grandes bancos transnacionales como el CitiGroup[9] estadounidense, el HSBC británico, el Credit Suisse First Boston suizonorteamericano y muchos otros.    
    Al respecto, resulta elocuente un artículo publicado por la revista estadounidense Time, en un numero especial dedicado a los ”Cien Genios de los Negocios del Siglo XX”, en el que incluye nada más y nada menos que al gangster neoyorquino Lucky Luciano como uno de esos cien genios de capitalismo norteamericano del siglo pasado.  En la irónica opinión de Time, el gran mérito del mafioso Luciano radica en que ”redimensionó, restructuró y utilizó los conceptos, tanto de Standard & Poor como de Smith & Wesson, para cambiar para siempre la cara del crimen organizado”.  Agrega Time que este siciliano criado en Nueva York, ya era ”un adolecente endurecido y delincuente en los barrios bajos del Lower East Side de Manhattan cuando su pandilla atacó a un chico judío flacucho cuyo desafío valiente hizo que se ganara su respeto (se trataba de un capo de la mafia judía neoyorquina, Meyer Lanski). Este encuentro condujo a la fusion de las pandillas de delincuentes judíos e italianos y a una amistad que duraría toda la vida.  Cuando Luciano reconstruyó la mafia, Meyer Lanski fue su arquitecto. Una capacidad natural y desalmada le permitió a ambos ascender por las filas de su profesión elegida.   Aprovechándose de la Ley Seca en 1920, Luciano y Lansky proveyeron de alcohol a los distribuidores de Manhattan,.....luego ambos se unieron a otro mafioso, Benjamin ‘Bugsy’ Siegel”, otro miembro de la mafia judía, de quien se dice hizo buenos tratos con la mafia católica irlandesa de Joe Kennedy.... 
    Luciano terminaría preso, pero gracias a que aportó sus contactos dentro de la Mafia siciliana para combatirlos a Hitler y Mussolini durante la Segunda Guerra, el gobierno estadounidense finalmente lo terminó dejando libre, en honor a los servicios prestados a la gran democracia del norte.  Algo parecido haría con Meyer Lanski quien terminaría sus días muy cómodamente en Israel.  
    En dicha edición especial, Time colocó al ganster Luciano al lado de otros genios del ensalsado sistema capitalista norteamericano del siglo XX, como Henry Ford, John Pierpont Morgan, John David Rockefeller, Louis B Meyer (pope de la industria cinematográfica de Hollywood y fundador de la MGM — Metro Goldwyn Meyer), David Sarnoff (fundador de la cadena de radios NBC), Stephen Bechtel, Juan Trippe (creador de la hoy desaparecida Pan American World Airways), Walt Disney, Thomas Watson (fundador de IBM), Ray Kroc (fundador de McDonalds), Sam Walton(fundador de Wal-Mart, hoy la mayor empresa de Estados Unidos) y Bill Gates (afamado creador de Microsoft).[10]   Aclaramos que los principales directivos y accionistas de Time pertenecen al CFR[11] 
    No vaya a creerse que esta admiración de los círculos empresarios por los capo di mafia se limita solo a publicaciones como Time.  Un interesante folleto oficial del Banco de Reserva Federal, sucursal  Boston (el banco central estadounidense), en su pagina 3 muestra una foto de otro gangster — esta vez se trata del legendario Al Capone -, y cita de manera muy relevante una célebre frase de este cappo di tutti cappi, que las autoridades de la Reserva Federal consideraron describe acertadamente el fundamento filosófico del sistema capitalista, del que el propio “Fed” es un eje fundamental.  Pues el gangster de Chicago había manifestado hace setenta años con gran elocuencia que ”este sistema americano nuestro; llámenlo Americanismo, llámenlo Capitalismo; llámenlo lo que quieran, nos da a cada uno de nosotros una gran oportunidad si solo la tomamos con ambas manos y le sacamos el máximo provecho”.   ¿Al Capone como precursor de la ”maximización de las utilidades”, la librecompetencia y la apertura de nuevos mercados?   El autor de este interesante folleto oficial de la Reserva Federal agrega a renglón seguido que,”esto es exactamente lo que muchos (Norte)americanos tratan de hacer.”[12] Pareciera que entre los mafiosi de Al Capone, Lucky Luciano, Meyer Lanski y Benjamin Siegel, por un lado, y Kenneth Lay (CEO de Enron), Bernard Ebbers (CEO de WorldCom), los triturapaleles de Arthur Andersen y Dick Cheney (ex-CEO de Halliburton y actual vicepresidente de Estados Unidos), no habría tanta, tanta distancia... 
    Recordemos que entre los mentores del Banco de Reserva Federal — la maquinaria que permite manipular la moneda dólar y utilizarla como instrumento de dominio, expoliación y destrucción de países enteros - hubo grandes banqueros como J P Morgan, Paul M. Warburg (director delCFR, miembro de la casa bancaria Warburg de Hamburgo, socio de Jakob Schiff en la casa bancaria Kühn Loeb & Co. de Nueva York y de losRothschild en Europa) -, y todos sus gobernadores y principales autoridades hasta el actual gobernador Alan Greenspan han sido todos miembros delCFR y/o TC[13]  


Un Sistema viciado en sus raíces 

    
Aquellos años treinta en los que prosperó la Mafia fueron también los años de la caída de la Bolsa de Nueva York (1929) que dio inicio a la Gran Depresión de los años 30, que llevaron al colapso de buena parte del sistema bancario estadounidense y a la introducción de un “corralito” en los Estados Unidos (¡Sí! Aunque le parezca mentira!).  En efecto, el presidente Franklin Delano Roosevelt inició su presidencia el 4 de marzo de 1933 imponiendo un extenso feriado bancario como consecuencia de una previa corrida especulativa contra los bancos, lo que dejó al país practicamente sin circulante monetario; sin dinero.  Hoy, ha quedado demostrado que la crisis de 1929 se debió, entre otras cosas, al retiro desatinado y sospechosamente repentino de un tercio del circulante por parte del Banco de la Reserva Federal[14].   Si observamos la evolucion del sistema financiero mundial, observamos que el mismo se halla profundamente viciado y en plena crisis, sobre lo cual hemos hablado en otros articulos.[15]   Lo importante para nosotros es comprender que la crisis argentina no solo obedece a causas internas — dolorosamente conocidas por la mayoría de nosotros —, sino también externas.  Es todo un sistema planetario el que se halla en pleno colapso.  Las crisis de deuda de la última década se parecen demasiado entre sí como para no ver que siguen un patrón y son endémicas a un sistema global: Méjico, Malasia, Indonesia, Corea, Japón, Rusia, Tailandia, Singapúr, Ucrania, Turquía, Brasil, Perú, Africa, Ecuador, Argentina...   


La crisis no es sólo de la Argentina… 

    Deuda externa, déficit fiscal, saldo comercial negativo, altas tasas de interés, corralito, bonos provinciales, la década del “corsette” de la Convertibilidad, el espectro de la inflación…  Estos son apenas algunos de los graves peligros que en forma crónica acechan a la economía argentina y que sirven para mantener a nuestro pueblo apesumbrado y a nuestras “dirigencias” políticamente correctas dócilmente alineadas detrás del modelo neoliberal de la globalización y serviles ante sus exigencias y “recetas”.   Pero hay algo más detrás de todo esto que nos está indicando a las claras que la crisis no es sólo de la Argentina.  Ni siquiera lo es solamente de la región o del conjunto de los así-llamados países “emergentes”.  La verdadera y mucho más grave crisis que hoy se le viene encima como una locomotora a toda velocidad en todo el mundo es la crisis del sistema capitalista especulativo globalizado.  Y esa sí que no la podremos evitar…  
    Los que conocen el tema dentro el propio mundo industrializado ya hablan de un “colapso controlado del sistema financiero global.”  De manera que más vale que vayamos comprendiendo de qué se trata; que sepamos cuales son las graves amenazas que este colapso conlleva y — tan o más importante — cuales son las ventajosas oportunidades que también representa para nosotros,  que la Argentina y nuestra región podremos aprovechar, a condición de tener una dirigencia política  previsora e inteligente. 
    Ello de manera alguna implica rechazar el capitalismo productivo que pone en el centro de la vida económica al trabajo, la producción y las riquezas, ya que ese capitalismo positivo es permeable a medidas correctivas en lo distributivo, si se lo alimenta de valores éticos que promuevan la solidaridad dentro de las naciones y la equidad en el mundo.  Esas son fuerzas constructivas que generan riqueza y progreso, a condición que las finanzas se subordinen a la economía y la economía a la política.  Pues es la Política la que, desde los resortes del Estado soberano habrá de asegurarse que la economía se subordine a un Proyecto Nacional que promueva el Bien Comón.   Para eso, y no para otra cosa, está el Estado. 
    El capitalismo que rechazamos, es el que se basa en la especulación financiera que nada produce, pero que se engulle y fagocita todo.  Es elcapitalismo canibal y parasitario de los George Soros[16], los Cavallo, los Daniel Marx, los Menem, el CitiGroup, HSBC, los hermanos Röhm, losGreenspan, Greenberg, el FMI, las Enron, WorldCom, Global Crossing y tantos más que no hacen más que estafar a pueblos, naciones, empleados, inversores, accionistas y a todo el que se le cruce en el camino.  Son las fuerzas destructivas de las finanzas que rigen sobre la economía;  del mundo irreal y “virtual” del dinero que destruye la economía real del trabajo y la producción.  Que destruye al Hombre y que hoy avanza hacia la destrucción del Estado-nación. 
    Pues bien sabe que el Estado nacional soberano es la única institución que tienen los pueblos para promover el Bien Común dentro de sus fronteras y defender el Interés Nacional ante el mundo.  


¿Una hiperinflación planetaria? ...hay que ponerle cascabel al gato.... 

    
Como todos sabemos, el gato es un animal de paso silencioso y movimientos sigilosos.  Rara vez oímos indicios de su presencia hasta que decide dar sus certeros zarpazos.  Por eso, si somos dueños de un simpático felino y deseamos conocer por dónde anda en nuestro hogar, existe una manera simple de hacerlo, cual es ponerle un collar con algún elemento sonoro: literalmente, ”ponerle cascabel al gato”.  Así sabremos por dónde anda trepando y escondiéndose...   Una simple medida análoga puede ayudarnos a comprender la grave realidad actual de Argentina y del mundo.  Por eso procuramos brindar datos sobre la red de poder casi invisible que hoy permite a los detentores del poder real a nivel planetario avanzar sigilosamente, y por qué pretenden imponer(nos) condicionamientos fundamentales para su éxito y nuestra destrucción: aniquilamiento del Estado soberano y destrucción de la Moneda soberana.   Eso explica su apasionamiento por Carlos Saúl a quien desean reinstalar como virrey de Argentina.   Pero también sabemos que esas mismas estructuras de poder están sufriendo una grave crisis global e interna. 
    El lector recordará la hiperinflación argentina de 1989 bajo el gobierno radical de Raúl Alfonsín.  A principios de aquel fatídico año, su gobierno “rompió” con el Fondo Monetario Internacional, comportamiento que no se condijo con las pautas de lo “políticamente correcto” exigido por el sistema de la globalización que ya entonces se encontraba en avance acelerado.  Bastaron unas pocas semanas para que a Alfonsín se le escapara la situación totalmente de las manos; en Marzo de 1989 se produjo una fuerte escalada inflacionaria que en Junio llegó al 115% mensual para tocar el 200% en Julio: para Diciembre habíamos llegado a la locura de una inflación anual acumulada de más del 5000%. 
    ¿Qué fue lo que entonces pasó?  El pueblo argentino percibió que el gobierno emitía muchísimo más dinero del que se condecía con la economía real del trabajo, la producción y el consumo.  Comprendió que el gobierno le estaba robando a través de una emisión monetaria sin respaldo alguno y sin control.  Se dió cuenta que la Argentina dejaba de tener moneda propia: que toda la política económica del gobierno Alfonsín no era más que fraude, robo y mentira.   Es así que quien tenía algunos “Australes” en la mano, inmediatamente trataba de sacárselos de encima: corrían a cambiarlos por dólares — aunque mas no fuesen billetes de baja denominación: 5, 10, 20 dólares para los atribulados bolsillos de los trabajadores que pretendían seguir comiendo en los días venideros.  O sino, se compraba cualquier cosa y a cualquier precio: a tontas y locas.   Pues el Austral había dejado de cumplir las funciones clave del dinero: la de medio de intercambio de bienes y servicios, la de unidad de medida para determinar el precio de esos bienes y servicios, y la de instrumento de atesoramiento (ahorro).  El desastre resultó evidente: todos vimos que “el rey andaba desnudo”; en pocas palabras, se le puso cascabel al gato.  El resto, es historia[17]. 
    Hoy hallamos que, aunque parezca mentira, es todo el planeta el que se encuentra ante una situación análoga a la que se encontraba nuestro país en 1989.  Le diremos porqué:

    - El actual modelo financiero global ha generado una cantidad gigantesca de dinero espúreo: dinero escriptural; dinero que solo existe en los servidores y las pantallas de las computadoras de los bancos, agentes bursátiles, administradores de fondos, bolsas de comercio y especuladores del sistema financiero global.  
    - Según datos del FMI, del Banco Mundial y del Banco de la Reserva Federal, recogidos por el prestigioso semanario británico “The Economist”, el monto diario comercializado por ese sistema financiero global hoy excede los $ 2.200.000.000.000 (dos billones doscientos mil millones de dólares).  Enfatizamos: este monto es diario y para ponerlo en su justa dimension, 2,2 billones de dolar diarios equivale a quince veces el PBI anualde la Argentina y a un cuarto del PBI anual de los Estados Unidos. 
    - Lo más interesante del caso es que de este monto, solo un 5% corresponde a la “economía real”, o sea la economía de la producción, el trabajo y los bienes reales.   El 95% restante, según el gurú del management austríaco-norteamericano Peter Drucker,[18] corresponde a la “economía simbólica” que nada tiene que ver con la economía física: en buen romance, ese 95% corresponde a la especulación parasitaria; a la timba alocada del juego bursátil, de los derivados, de las colocaciones a interés compuesto usurario, y a los miles de sofisticados instrumentos financieros cuya artificial complejidad sirve para encubrir lo que realmente son: instrumentos de especulación parasitaria.  
    - Este es el juego monstruoso y perverso de los George Soros, Warren Buffet, Rockefeller y Rothschilds, que hace a la propia fibra del sistema capitalista parasitario y que ha conducido al mundo globalizado al desastre actual del hambre, la pobreza, el desempleo y la postración para la vasta mayoría de los atribulados habitantes del planeta. 
    - Como un tumor canceroso maligno, el sistema financiero global hoy ha crecido a un punto tal que está por aniquilar a toda la economía mundial.  La “burbuja financiera” que tanto preocupa a los administradores del sistema financiero planetario está a punto de estallar y cuando lo haga arrastrará al mundo entero hacia un abismo de consecuencias impredecibles.  ¿Por qué?  Porque la cantidad de “dinero” que estos instrumentos financieros creados de la nada representan excede actualmente en entre 10 y 15 veces el PBI de todo el planeta; o sea, existemuchísimo más dinero del que se corresponde con la economía real de la producción, los bienes y el trabajo.  Y cuando hay exceso de dinero en un sistema económico, el equilibrio solo puede venir de dos maneras: 
    (a)    se hace “voluntariamente” haciendo desaparecer el 90% de ese dinero virtual en todas sus formas (proceso casi imposible de lograr), o

    (b)    se impone “a la fuerza” a través de un sinceramiento de los precios en relación a esa cantidad real de dinero, haciendo que los precios suban 10 o 15 veces: o sea, a través de la hiperinflación. 

    - Como esa hiperinflación del área dólar (virtual moneda planetaria, solo desafiada por el flamante Euro) no es una opción aceptable, pareciera entonces que no hay otra alternativa que no sea la de gerenciar una suerte de “colapso controlado” de todo el sistema financiero.  Y eso trae y traerá muchísimos problemas y sufrimientos para el mundo.  Los que están al tanto de esta inminente catástrofe van tomando sus medidas preventivas: de ahí las fusiones gigantescas que se han producido a lo largo de la última década entre multinacionales en todos los sectores, a fin de “estar mejor preparados” para sobrellevar la tormenta venidera[19].   Para la Argentina y nuestra región, conforma un cimbronazo como pocos, pero también representa una oportunidad si sabemos entender la verdadera naturaleza del fenómeno, preverlo, evaluarlo y planificar medidas inteligentemente.  Esa crisis financiera planetaria tendrá al dólar, el euro y el yen como principales protagonistas; se pretende allanar el camino para un total rediseño del sistema financiero global, impulsando una única moneda mundial y supranacional. 
    -
 Todo esto tiene a los centros de poder muy preocupados.  Es así que su principal centro de planeamiento geopolítico global — la entidad privada Council on Foreign Relations de Nueva York — viene trabajando intensamente y al máximo nivel para defender intereses puntuales y aprovechar las ventajas que surgirán de esta hoy indetenible crisis planetaria. 


El colapso controlado del sistema mundial 

    
La crisis que ya ha comenzado a abartirse sobre el mundo, sin embargo, pareciera que dista mucho de ser “controlada”.  En gran medida, ello se debe a que todo el sistema se basa sobre premisas que permiten fáciles abusos que promueven el fraude y el robo.  Comprender en toda su dimensión esta realidad, resulta importantísimo para la Argentina, por cuanto hoy estamos siendo jaqueados por los mismos operadores, las mismas empresas y los mismos intereses cuyas prácticas criminales hoy son titular de todos los diarios del mundo.  Esto lo aseveran, incluso, hombres provenientes del propio riñón del sistema como el Premio Nobel de Economía del 2001, ex-vicepresidente y economista en jefe del Banco Mundial y miembro del CFR, Joseph Stiglitz, uno de los críticos más duros de las políticas irresponsables e irracionales emanadas del FMI y delBanco Mundial e impuestas sobre países como Argentina.  Similarmente, lo hace Michael Mussa, ex-jefe de investigaciones del FMI durante los años noventa, quien nos recuerda que el actual desastre nacional tiene a Carlos Menem como principal responsable.[20] 
    Pero también la Justicia en países como España confirman el generalizado fraude perpetrado por los operadores y gerenciadores económicos del sistema.  Una investigación encarada por la Audiencia Nacional de Madrid sobre la Telefónica de España, demuestra la existencia de negociados y denuncia ”el pretendido pago de coimas a miembros de la Justicia argentina en relación con el ajuste de tarifas del servicio en Argentina”.[21]  Ello involucra, entre otros, al ex-presidente de Telefónica de España, Juan Villalonga, también miembro del brazo europeo de laTrilateral Commission.  Algo parecido ocurre en torno a los fraudes perpetrados por el Banco Santander Central Hispano (BSCH) a ahorristas delBanco Río en Argentina, la escandalosa privatización de YPF a Repsol — ésta última, pantalla de capitales británicos en nuestra región que hoy está en tratativas para venderse a la British Petroleum, con lo que la otrora YPF fundada por COMPARTIR

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