En un país infectado de drogas por la negligencia de las autoridades, me gustaría llevar la mirada al conurbano Bonaerense que hace años que viene ininterrumpidamente sufriendo las consecuencias de la venta libre de drogas.
Mirar Morón, Hurlingham y Palomar es para analizarlos cuadra por cuadra, inclusive en el triángulo que los une se ven con claridad meridiana la comercialización de drogas a toda droga..., perdón, hora.
Días pasados fui a esa zona para atender una urgencia, un adicto en crisis pedía ayuda, y al finalizar la intervención y poner en manos médicas al afectado me dispuse a volver a mi domicilio, y en el trayecto crucé una casa de comidas atestada de gente.
El dato interesante era que el reloj de mi celular marcaba las 4:32 de la madrugada, y de la casa de comidas se alejaba un pibe destacándose del tumulto que esperaba ansioso por “su comida”, empolvándose la nariz.
Hoy no es sutil la venta de drogas, es indisimulable los permisos de los que gozan sembrando el terror en los barrios que operan, pero además esos mismos adictos que les compran, salen a recatar cualquier cosa que les sirva para cambiar por un poco más de drogas.
Los estereos de los autos, la cartera de una vecina, las ruedas de un auto o el vehículo de alguien que sale a trabajar a esa hora. Todo el vecindario expuesto y aterrado a poco de hacer justicia por mano propia es el dantesco panorama que aparece gracias a los tolerados espacios de venta de drogas ilegales.
Mientras tanto, intendentes, concejales, diputados y senadores provinciales, y hasta el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires tienen sus ojos vendados, y no logran observar lo que yo he visualizado por el solo hecho de pasar por única vez por esa zona.
Sera que el mayorista que les provee a esos kioscos es el que colabora con algun intendente,policia, o les paga el combustible para las ambulancias que algun intendente les permite para el traslado de las drogas y asi pasan tranquilos los laxos controlos policiales,No se olviden que un intendente les recrimino a sus empleados por una protesta que el les dejaba usar las ambulancias para que llevaran las drogas,ese politico al reconocer eso es complice,donde esta el consejo deliberante que no lo suspendio en sus funciones o los consejales son tambien parte de esa maraña,La inmoralidad que hay en los politicos y sus punteros en la Pcia,de Bs,As, ya es mas que evidente,y no cabe dudas que debe haber complicidad politica,judicial y policial,
...esto es como luchar contra la "Hidra de Cien Cabezas". Y no aparece ningún "Hércules" dispuesto a cortarlas de un solo tajo, porque algunas están MUY ALTO. No tiene solución, no de una forma "políticamente correcta"... ;)