Seguramente con una amplia sonrisa en su
hipócrita rostro, pintada para cubrir por un rato las amarguras que le está
deparando el tema de las coimas de Skanska, al que acaba de agregarse la
investigación a la brasileña Odebrecht, que habría ganado la licitación para
construir el Gasoducto Sur, el ministro de Planificación, Julio De Vido, estaba
inaugurando este viernes en Australia el reactor nuclear totalmente construido
en Argentina y vendido al país del Commonwealth en más de 200 millones de
dólares, al contado.
De Vido viajó acompañado por el ministro de Educación
"fantasma" -porque no apareció durante los graves conflictos docentes de días
atrás, con la muerte de un profesor incluida- Daniel Filmus, éste en
representación del presidente Néstor Kirchner, otro "fantasma" que no aparece,
sino que desaparece en momentos luctuosos del país. Tales fueron, entre otros,
la muerte de los mineros de Río Turbio, el desastre de la disco Cromañón, el
asesinato del policía Jorge Sayago en Santa Cruz o las marchas de docentes y
estatales en la misma provincia, pese a los "aprietes" dispuestos. A lo que hay
que agregar su "desaparición" en el acto por el 25º aniversario de la Guerra de
Malvinas realizado en Tierra del Fuego.
Ambos ejemplares del kirchnerismo inauguraban, junto al
primer ministro australiano John Howard, el reactor diseñado, construido y
puesto en marcha por INVAP, la empresa estatal argentina que ya ha colocado
reactores en otros países, entre ellos Perú, Argelia y Egipto. Dicho reactor,
denominado OPAL (Open Pool Australian Light water reactor), es uno de los más
modernos en su tipo y, entre sus múltiples aplicaciones, será utilizado en los
sectores de la salud, medio ambiente, industria y seguridad nacional.
Por su parte, y como para entretenerse un poco, el ministro
Filmus iba a desarrollar tras la inauguración del reactor algunas actividades
propias de su cometido. Allá sí iba a aparecer para sostener reuniones con la
ministra de Ciencia y Tecnología de Australia y recorrer universidades. Lo cual
seguramente haría alejarse por unos momentos al también candidato a jefe del
gobierno porteño, tan carismático como un ladrillo, de los avatares de la
campaña por la que su jefe, el presidente Kirchner, pretende impulsarlo a ese
cargo.
¿La basura nuclear vuelve a casa?
Lo que nunca se ha aclarado –y al menos en tiempos
preelectorales es algo que permanecerá olvidado o "distraído" todo lo que se
pueda- es el tema de los residuos nucleares.
Hace un tiempo atrás se había insinuado que Australia
pretendía que la Argentina recibiera esos residuos para enterrarlos en su
territorio, lo cual dio inicio a una corta polémica. Fue corta porque al
comenzar a levantarse diversas voces de protesta contra esa pretensión
australiana, el gobierno salió del paso, como es habitual, con palabras de
circunstancias sin aclarar nada, el tema se archivó y no se volvió a mencionar
más el asunto. Por algo la banda "K" tiene a la mayoría de los medios bajo su
férula, siempre listos para desinformar o no-informar tapando temas
inconvenientes con otros tan interesantes como el carnaval de Gualeguaychú o las
dolencias de Maradona.
Además, no convenía irritar a los australianos justo cuando
estaba por concretarse una venta tan importante como la del reactor ahora
inaugurado en Sydney.
Lo cierto es que ese tema ahora volverá, inexorablemente, al
tapete. Y el gobierno deberá esta vez hablar, y aclarar bien la cuestión.
Sencillamente porque una de las condiciones que puso Australia para comprar el
reactor argentino era que "el contratista debe hacerse cargo de los
residuos".
Entonces, aunque estén frente a instancias preelectorales,
aunque la política "K" haya sido siempre ignorar a los medios (los
independientes, claro) y no realizar conferencias de prensa, no informar,
desmentir y mentir, el arco político de oposición y la ciudadanía en general
debe exigir al gobierno que informe detalladamente en qué condiciones quedó el
tema de los residuos nucleares australianos.
A propósito de reactores, el gobierno jamás dijo una palabra
sobre nuestras revelaciones de la posible llegada a Irán de otro reactor
nacional que fue entregado a Venezuela, y que su amistoso presidente Hugo Chávez
habría enviado al régimen iraní, con o sin el visto bueno de Kirchner. Quizás se
deba a aquello de que "el que calla otorga".
Carlos Machado
cuanto odio cuanto resentimineto cuanta envidia,cuanta miseria humana la de este hombre? para escribir y graficar, falta decir q el kirchnerisomo tuvo q ver con la muerte de peron, o la gueera mundial, o o o.......... gente como esta persona que escribe veneo es laq arruinan cualquier pais, democràtico quizàs fue ideologo de la s torturas en el mundo