La noticia de la agresión de la que fue
víctima la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, revolucionó el
ambiente político, logrando adhesiones y repudios hasta de sectores opositores.
Sin embargo, un rumor cobra cada vez más fuerza, validado por información
llegada desde el mismo riñón del gobierno: circunstancias demasiado extrañas
rodearon el ataque.
La sospecha no es ociosa y obliga a investigar la versión,
por más que suene antipático o poco caballeresco. Hay que recordar que se trata
del mismo gobierno que explotó políticamente el "secuestro" de Luis Geréz, que
continúa sin aclararse.
Mientras la misma hermana del presidente dijo haber
identificado entre los agresores a tres hombres de la Asociación de Abogados de
Río Gallegos -casualmente la misma entidad que elaboraba un pedido de juicio
político de Carlos Sancho-, y el juez de instrucción que trabaja en la causa,
Santiago Lozada -ex novio de Romina, la hija de Alicia- dice haber identificado
a uno de los docentes que le tiró del pelo a la funcionaria, hay nueva
información que apunta en otro sentido.
El diario 5 Días, de Quilmes, que vinculan al
intendente Sergio Villordo y por consecuencia al ministro del Interior Aníbal
Fernández, asegura que entre los que rodeaban a Alicia se encontraban dos
punteros de esa localidad.
Estos hombres son Marcelo Mallo, un comprometido
dirigente de la localidad de Francisco Solano, y Walter Fava, pre candidato K a
la intendencia de Berazategui. Según el medio, "en Quilmes no pasaron
desapercibidas las imágenes de dos hombres de la zona alrededor de la Ministra.
Uno, el controvertido dirigente de Solano, Marcelo Mallo; y el otro, el pre-candidato
K de Berazategui, Walter Fava. Mallo terminó con harina en la cabeza porque
caminaba al lado de la funcionaria nacional".
Lo llamativo de esta información es que se revela que la
posibilidad del supuesto auto-escrache se "filtró" por un medio al que Aníbal
domina a gusto.
Apuntaría esto a confirmar la información de las salvajes
interna que en este momento cruzan al kirchnerismo, y que tienen como telón de
fondo la incógnita sobre quien será el candidato presidencial, Cristina o
Néstor. Aunque sobre este marco se suman peleas más pequeñas, que obviamente
están escapando al control de la Casa Rosada.
Pero la información no se queda allí: fuentes de la misma
zona le confirmaron a La Política Online que desde Quilmes viajaron casi 20
personas de Francisco Solano que "rodearon" a la funcionaria, y que podrían
haber participado del ataque.
Según la información recogida por este medio, mediante un
informante que por cuestiones de seguridad prefirió mantener su identidad
oculta, este grupo de gente -de antecedentes nefastos en Quilmes- viajó para
"proteger" a Alicia. Gran estupor causó en muchos vecinos de Quilmes, al
observar las imágenes del ataque por televisión y ver a viejos conocidos -muchos
de ellos con grandes dificultades económicas como para costearse un pasaje a
Santa Cruz- ladeando a la funcionaria.
Pero, ¿por qué hacer viajar a un contingente de 20 personas a
3 mil kilómetros de distancia, para un trabajo tan simple, como arrojar harina y
huevos a alguien que está a centímetros de distancia?
La primera sospecha que se desprende es la idea de "victimizar"
al gobierno nuevamente, algo que no llamaría la atención teniendo en cuenta lo
acontecido con el fallido "atentado" al presidente, con el camión que volcó
frente a su casa de Río Gallegos. Esto, por cuestiones lógicas, no podría
haberse llevado a cabo con gente de la misma ciudad de Río Gallegos, donde todo
el mundo se conoce.
Hay que reconocer que esta vez, si se trató de una puesta en
escena, tuvo éxito. Ya no se habla más de la salvaje represión que ordenó el
kirchnerismo, y que dejó decenas de heridos y le causó a un ciudadano la pérdida
de tres dedos del pie. Tampoco se habla de la huelga docente que continúa
vigente.
¿Quien es Marcelo Mallo?
Este puntero relacionado con Aníbal Fernández opera desde
hace años en la zona de Francisco Solano, donde conduce un grupo de gente que
suele asistir a actos y realizar otro tipo de "actividades". Junto a "Dedos", un
famoso barrabrava del club Quilmes vinculado al ministro, eran los encargados de
llevar adelante las pintadas y pegatinas en la campaña de Villordo en 2003,
siempre subidos a un micro de color blanco con un escudo de Quilmes bajo la
luneta trasera y el nombre de Villordo en los laterales.
Pero sus antecedentes son aún más nefastos. Estuvo vinculado
al asesinato de un empresario de esa localidad, José Omar Tort. El diario
Clarín, en una nota del 30 de mayo de 2006, decía que los investigadores
"analizan la relación de la víctima con Marcelo Mallo, un funcionario municipal
de Quilmes". Mallo había sido secretario y ex socio de Tort. "El cadáver fue
hallado con una bolsa de nailon en la cabeza y un cinturón atado a su cuello. La
autopsia arrojó que Tort murió por un fuerte traumatismo en la cabeza", aseguró
la crónica. Una fuente agregó: "antes lo torturaron asfixiándolo. Creemos que lo
quisieron hacer 'cantar' algo".
La misma nota revela que "Bibiana De Dio, ex mujer de Mallo,
hizo una denuncia ante la Fiscalía Nº 14 de Quilmes: la mujer acusaba a Mallo
por malos tratos y amenazas, pero además pedía que se investigara su conducta
empresarial. Según De Dio, Mallo habría lavado deudas con la DGI".
En ese momento, fuentes de la Municipalidad dijeron que Mallo
es el director general de Planes Nacionales. Pero horas más tarde, el director
de Prensa de la Intendencia, Adrián Pignatelli, se comunicó con Clarín para
decir que Mallo era sólo un empleado y que hace un mes que no trabajaba más
allí.
Incluso, en su momento se vinculó a Mallo con un incidente en
el Concejo Deliberante de Quilmes, cuando un grupo de individuos armados y que
al parecer había consumido sustancias prohibidas por la ley, ingresaron
violentamente al reciento. En definitiva se trataría de una persona con un largo
historial de inconvenientes con el Código Penal.
El diputado sindical y candidato a intendente de Quilmes,
Francisco "Barba" Gutiérrez, que ya sufrió la censura de sus afiches de campaña,
debería preocuparse por la actividad de Mallo, según comentan en esa localidad
bonaerense.
Sólo algunas preguntas quedan para el final. Si no se trató
de un "autoatentado", ¿Qué hacían dos dirigentes de peso de la zona sur del
conurbano, cercando a Alicia Kirchner entre la gente, a 3 mil kilómetros de su
zona de influencia? ¿Por qué esta información fue revelada por un medio "amigo"
de Aníbal Fernández? ¿Por qué la misma gente de Río Gallegos afirma no conocer a
los que rodeaban a Alicia, los únicos que estaban tan cerca como para, por
ejemplo, tirarle del pelo? ¿Por qué la funcionaria se prestó a caminar entre la
muchedumbre, cuando la misma gente de la provincia le recomendaba que salga por
una puerta trasera?
Muchas preguntas sueltas en un aire cada vez más espeso, como
el que todavía se respira entre los habitantes de la convulsionada tierra del
presidente Néstor Kirchner.
Ignacio Fidanza
La política on line