Como acostumbra Padec -Prevención Asesoramiento y Defensa del Consumidor- a través de las últimas investigaciones y relevamientos sobre temas que afectan al consumidor, al ciudadano común de todos los días,
esta vez
le tocó el turno a los préstamos personales que realizan la entidades bancarias
y que financian paquetes de tarjetas de créditos, giro en descubierto y los
harto conocidos préstamos personales.
En la encuesta y estadística que publican en su pagina web, surge claramente que
el 47% de los encuestados no recuerda haber firmado un pagaré a la hora de
contraer un préstamo. Esto ocurre porque los bancos, a la
hora de prestar asesoramiento, no brindan en forma concreta y cierta
la información adecuada y por lo tanto engañan al cliente. Esto quiere decir
que, al contratar un préstamo, uno firma de manera inadvertida el pagaré en cuestión,
dado que este instrumento o titulo ejecutivo se encuentra incluido dentro del
texto de los extensos formularios que tocan en suerte.
Expresa Padec que a esto se suma que, en más del 90% de los casos, las
entidades bancarias no entregan recibo legal, ni tampoco una fotocopia del
pagaré que hicieron firmar al usuario -que en el apuro y tal vez deseo por
obtener ese dinero que tanto necesita, olvidan completamente-. De más está decir
que siempre hay que pedir la citada
fotocopia y analizar debidamente qué es lo que se está firmando.
Aquí es donde
entra en escena un juego perverso del banco hacia el cliente que está con sus
emociones a flor de piel y que confía en los empleados -cualquiera sea el nombre o fama que
tenga la entidad- que con su rapidez y verborragia comercial lo convencen
sin generar desconfianza alguna. Por supuesto que ninguno
de los usuarios encuestados recibió fotocopia del pagaré firmado. El 13% no
lo recuerda y el 87 % restante asegura estar seguro de que el banco no le
entregó copia.
Es decir que resulta necesario que todos los usuarios conozcan lo que es un
pagaré, pudiendo destacar que es un título de crédito por el cual se tiene que
entregar un recibo legal por el mismo valor que indica ese pagaré. Es fundamental destacar que en todos los casos los bancos, las entidades
financieras o las empresas de artículos del hogar, a la
hora de entregar productos mediante cuotas, lo hacen haciendo firmar el
famoso pagaré en blanco sin incluir un importe determinado, surgiendo un
derecho en el usuario o cliente de reclamar la entrega de recibo por haber
firmado dicho instrumento legal .
Por otra parte el consejo que da Padec es que no deben firmarse pagares por
valores superiores a los que se recibe y es conveniente también en estos casos
pedir copia y recibo de todo lo que se entrega.
Además el cliente debe saber que estos pagares, incluidos dentro del texto del
formulario a firmar, son ejecutables judicialmente y que ante la falta de
cancelación de las cuotas, sin interpelación ninguna, pueden las instituciones
bancarias iniciar un juicio ante la Justicia Comercial, pedir intimación de
pago y embargar los bienes del usuario, tanto de salarios como de bienes inmuebles o muebles. Siendo asimismo incluidos en el
Veraz,
perjudicando a este cliente pueda realizar otros tramites de la indole que
sean.- Es moneda común en estos casos que por sorpresa y desesperación los
clientes son informados que ya tienen su credito en el departamento de legales
del banco y no salen del asombro porque seguramente pagaron y ante una demora o
la falta de cancelación de algunas de las cuotas sufren estos perjuicios.-
Otro requisito a tener en cuenta y que el cliente desconoce es el costo del
préstamo, porque a la hora de contratar un crédito personal, existe gran facilidad
de acceso: efectivo en el acto, con DNI, recibo de
sueldo e impuesto que acredite su domicilio.
Finalmente y a la hora de adquirir el servicio bancario, el cliente debe
realizar todas las consulta previas que sean necesarias y solicitar en forma
detallada la oferta y las condiciones contractuales que tiene el banco
porque en los benditos formularios todo está en letra chiquita al final del texto. Y más allá
de
que exista un conocimiento previo o no, el
cliente confía y firma, siendo uno burlado en su confianza.
Jamás uno pensaría
que la misma entidad bancaria que publicita su transparencia y honestidad para
con el cliente, podría engañarlo tan descaradamente.
Graciela Catalán Álvarez