Tal como se preveía, la presencialidad brilló por su ausencia en Moreno, ante la eventualidad de las presiones emanadas del Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires, surgidas a partir de los pésimos resultados de encuestas gubernamentales; que traslucían un severo descontento de la opinión pública sobre el “no regreso” de las clases.

La directiva emanada directamente desde Presidencia, condicionaba al Ministro Trotta a que la vuelta al cole, se produjera de cualquier manera, ya sea fáctica o instalada como relato. Y por supuesto fue la segunda la opción utilizada. Desde adentro contaban con la complicidad de Baradel, hoy funcionario de la desastrosa gestión Kicillof y a la vez Secretario General de SUTEBA. El voluminoso barbado bajaba línea a sus agremiados que pelearía la paritaria hasta las últimas consecuencias, cerrando sin embargo muy por debajo de la inflación. A su vez les suplicaba no hacer olas, para no terminar ahogándose todos, situación que origino una estampida de desafiliaciones, cuyo verdadero impacto lo podremos evaluar dentro de un tiempo.

La complejidad del mecanismo traducida al distrito provoco un verdadero estrago. La intervención de la Intendenta Mariel Fernández a través de sus aliados en el Concejo Escolar (Sonia Beltrán, Evitista y Sutebista, María González, piquetera de la C.C.C, al que se le sumo el Tesorero Nahir Gómez ex Westista), sobresale por incapacidad, ineptitud e incompetencia.

No solo no lograron desentramar la telaraña pergeñada por la oposición, que origino la disfuncionalidad del organismo, apoyadas en las herramientas que le otorgan los reglamentos, basada en la terquedad del oficialismo al sostener a la Concejera Cecilia Parentti (Túpac Amaru/ATE); procesada y elevada a juicio recientemente.

Por otra parte, el Gremio SUTEBA, ponía en marcha a través de sus grupos de WhatsApp que aglutinan a directivos y docentes militantes, una serie de recomendaciones sobre que decirles a los padres sobre el no comienzo de clases el 1 de marzo pasado. Y así sucedió, de los 86 servicios educativos primarios, 55 no abrieron sus puertas; lo mismo aconteció con más de 20 jardines infantes de los 65 existentes.

Moreno cuenta con 298 servicios educativos, apostados en unos 198 edificios, de ellos aproximadamente un 65% no abrieron sus puertas al inicio de clases. Estos números hablan del mayor fracaso registrado en Moreno para el comienzo de un periodo lectivo. Resta aguardar el próximo lunes, para saber cuántos establecimientos secundarios, que no comparten edificio, tomaran la misma actitud; para tener un panorama más completo de la grave situación educativa del Distrito.

Como los escorpiones cuando se encuentran en peligro, el gremio y el oficialismo, se comenzaron a picar con su propio aguijón. Hoy el bureau sindical se encuentra entre la espada y la pared y ante la imposibilidad de arremeter contra la administración provincial aliada, lo hace contra la gestión de Mariel Fernández muy desguarnecida por los cuatro costados.

No solo terminan reconociendo las obras realizadas a partir de la explosión de la 49, que dejara el saldo luctuoso de dos víctimas fatales, (unos setecientos millones de pesos que destino la administración Vidal, más otros doscientos cincuenta millones que libero el gobierno de Walter Festa para la ampliación de la red de gas); sino que se sienten ofendidos por los dichos recientes de Fernández, al declarar que hubo muy poco control de parte del Comité de Crisis (los mismos Sindicatos).

Lo cierto es que la voluntad política de comenzar con las clases brillo por su ausencia y ahora no tienen a quien endilgar responsabilidades. Macri no está, como no lo ha estado el resto de los 26 años que gobernó el peronismo tanto en la Nación como en la Provincia de Buenos Aires.

Si bien el estado de pandemia y cuarentena prolongada le dio algún tipo de ventajas en lo que respeta al manejo de los fondos provinciales, que no dejaron de fluir durante todo el 2020; hoy toda la comunidad se pregunta a donde fueron a parar los mismos. Todos los edificios presentan un panorama mucho más desalentador que al comienzo del año pasado, pastos largos, fachadas desvencijadas y canastos de residuos atestados con olores nauseabundos, se puede observar desde el exterior.

Una aclaración a modo de advertencia para quienes hoy tienen la responsabilidad de adjudicar contrataciones directas y firmar los cheques para los proveedores del estado, jamás deberán soslayar la elevación a juicio del proceso que llevo a una decena de personas a la imputación, a la prisión preventiva y a la profugez. La sociedad morenense los estará esperando a la vuelta de la esquina.