Córdoba ha sido un semillero de importantes figuras políticas de la UCR que han trascendido los límites de su provincia a lo largo de las décadas de vida política nacional. Pero, en los últimos tiempos continúa retrocediendo de manera constante en los resultados electorales provinciales frente a un peronismo que ha logrado reunir todas sus vertientes bajo la conducción de José Manuel De La Sota primero y Juan “el Gringo” Schiaretti, después.
Esa unidad que muestra el peronismo cordobés desde hace más de dos décadas para gobernar la provincia mediterránea no parece servir de ejemplo para el radicalismo que termina judicializando todas sus diferencias y creando brechas insalvables, teñidas de insultos a través de las redes sociales, y con referentes nacionales observando cómo las divisiones restan oportunidades electorales al conjunto de la oposición
El padrón de afiliados al radicalismo de Córdoba cuenta con 230.000 electores que estaban habilitados para sufragar por una de las tres listas que se presentaban a la interna para dirigir la Casa Radical el próximo 14 de marzo.
Pero la junta electoral del radicalismo, por mayoría y no por unanimidad, decidió no habilitar a la alianza Sumar de Rodrigo de Loredo ni a la agrupación Córdoba con Todos porque la Carta Orgánica del partido exige tener candidatos en la mitad más uno de los 26 departamentos provinciales, requisito no alcanzados por estas dos listas.
Si los consiguió la agrupación que lidera Marcos Carasso y, por ese motivo, fue consagrado. Habrá elecciones internas en el comité de la ciudad de Córdoba. El triunfo en el escritorio de Marcos Carasso generó alivio y satisfacción en Ramón Mestre y en Mario Negri y despertó la furia del senador Martín Lousteau que los acusó de no querer competir.
“No lo puedo creer que no quieran competir. No se animan a competir. Uno es el presidente del interbloque y ya va por seis años dirigiéndolo y, el otro, un ex intendente y presidente del partido y no se animan a competir. No lo puedo creer, si competimos va a ser mejor para el partido, mejor para la sociedad”.
El senador de la Ciudad de Buenos Aires dejo un rato la interna en la provincia de Buenos Aires donde sponsorea, junto al sector del “Coti” Nosiglia, a Gustavo Posee en su competencia contra Maximiliano Abad, para realizar un acto junto a Rodrigo de Loredo con militantes de Franja Morada y la Juventud Radical de todo el país. Estuvieron, además, el economista Martín Tetaz; el politólogo Luis Tonelli; y la legisladora formoseña detenida por funcionarios de Gildo Insfran, Celeste Ruíz Díaz.
El acto realizado el domingo 28 de febrero sirvió para explicar la estrategia judicial de la lista Sumar de Rodrigo de Loredo. El dirigente aseguró que “soy víctima de proscripción por parte de Ramón Mestre y Mario Negri. Nuestra alianza presentará una serie de reclamos que derivará en la judicialización de la interna. Sólo nos habilitaron para competir en la capital de Córdoba donde Javier Bee Sellares intentará ganar a Diego Mestre, pero nos excluyeron de la contienda provincial”.
De Loredo afirmó que “estoy convencido que la Justicia federal nos dará la razón a nuestros planteos pero el tema que más nos preocupa es cuándo se expedirá”. El expediente lo resolverá el juez federal con competencia electoral, Ricardo Bustos Fierro y si es necesario desde Sumar dijeron que recurrirían en queja “ante la Corte Suprema de Justicia”. En el reclamo esta agrupación no está sola porque también protestará la lista núcleo Córdoba con Todos, encabezado por Juan Carlos “Polo” Gait.
Para estos sectores, detrás de la decisión de la junta electoral del radicalismo que votó de manera dividida, tres votos a favor y dos en contra, para excluir por falta de avales a las dos listas en litigio, se halla la mano del diputado Mario Negri. “Este es el partido de Mestre del 8% del que se sirve Negri para hacer del radicalismo un partido vip, lleno de privilegios y conduciéndolo al mejor estilo Moyano en el gremio de Camioneros”.
El proclamado titular del Comité Provincial, Marcos Carasso por la agrupación Convergencia, se mostró sorprendido por el ego gigantesco de Rodrigo de Loredo. Carasso señaló “es una persona joven y tiene una personalismo sorprendente. Desde hace una década que está con cargos ininterrumpidos en la política provincial y nacional. Estuvo como titular de ARSAT durante el gobierno de Macri. Creo que el partido le importa muy poco, él quiere ser candidato a diputado nacional y para dirimir esa posición están las PASO”.
Las declaraciones medidas de parte de los integrantes de las tres listas pueden quedar para la prensa pero en las redes sociales el radicalismo cordobés se halla al borde del papelón.
Uno de los cruces más picantes fue entre el apoderado de la Línea Federal (angelocismo) e integrante de Sumar, Javier Fabre, y el ex concejal Lucas Cavallo, quien es apoderado de la alianza Convergencia Córdoba Radical. “En general tampoco me roban miles de dólares de mi oficina, ni me enganchan jugando al póquer clandestino, ni paseo por los VIP de los boliches con plata del pueblo”, le escribió Fabre a Cavallo. “Sos vos el obsesionado con la plata, Javier; ya venís hace rato con el ‘temita’. A falta de argumento político has elegido el agravio bajo, falso y bruto del resentido. Le falta calle a esa tarea militante m’hijo”, fue la respuesta.
Detrás de todas estas internas existe un juego mayor que disputan Mario Negri y Martín Lousteau que va más allá de los apoyos de cada uno de ellos a listas diferentes en Córdoba y que están teñidos por los proyectos a futuro de los dos dirigentes.
Desde luego que Lousteau y De Loredo representan el recambio generacional de los Mestre y Negri, pero este último buscará trabajar por la unidad del radicalismo que le permita, al menos, coronar con su carrera con la postulación a la vicepresidencia acompañando a Horacio Rodríguez Larreta en el 2023.
Negri atraviesa un momento de alto conocimiento en la población y tiene mucho poder como el referente en la Cámara baja del interbloque de Juntos por el Cambio.
Mario Negri, nacido en Entre Ríos, de 67 años, cordobés por adopción, posee un enfrentamiento personal con el titular del Comité Nacional de la UCR, Alfredo Cornejo y con el senador capitalino Martín Lousteau en el Congreso, las dos figuras con más peso en el partido que tienen el asesoramiento de Enrique Nosiglia.
A este trío busca disputarle la interna del partido con otra terna, la que conforma con el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales y el de Corrientes Gustavo Valdés.
Las concesiones para que el comité provincial no desbarranque por los escándalos sucedió cuando Mario Negri se acercó a Ramón Mestre, con quien había tenido una interna muy dura que finalizó con la derrota electoral producida por Juan Schiaretti que obtuvo la reelección en la gobernación con cerca de 57 puntos mientras que por separado, Ramón Mestre obtuvo el 11,6% y el Mario Negri el 18,8%.
De las derrotas se aprende más que de las victorias por ello, Negri se unió a Mestre para esta interna, pero no previó que De Loredo recurriría en la justicia mostrando, una vez más, como el internismo que no se resuelve en las urnas termina por jaquear los mejores planes.