No es la primera vez que desde el Gobierno se hace una lectura equivocada sobre el contexto de un territorio que el presidente Alberto Fernández debe recorrer. Ni la seguridad que lo rodea, ni los agentes de inteligencia de la AFI lograron advertirle al primer mandatario sobre el descontento social que atraviesa la provincia de Chubut.
Un primer motivo de la tensión reinante pasa por el plano educativo. Recién el 25 de febrero arrancaron las clases en una provincia que arrastra un conflicto docente que se extendió durante tres años.
A ese contexto hay que sumarle el conflicto minero que genera una permanente tensión por el lobby que busca derribar la ley que, desde 2003, prohíbe la actividad a “cielo abierto”. Las asambleas populares de vecinos y ambientalistas señalan al gobernador Mariano Arcioni como el responsable de este avance.
La semana pasada, el proyecto que abrirá la puerta a la explotación minera en Chubut obtuvo dictamen favorable en la comisión de Recursos Naturales de la Legislatura y habilitó su tratamiento. En caso de aprobarse, se habilitaría la minería a gran escala en los departamentos Telsen y Gastre, ubicados en la Meseta Central de Chubut. Si esto prospera, por primera vez desde la sanción de la Ley 5001, se avanzará con el mapeo sobre la provincia para detectar aquellos lugares donde obtengan consenso social y no haya oposición de los vecinos.
Las consecuencias de ese descuido oficial fueron visibles y peligrosas. Se registraron serios incidentes en la llegada de la comitiva presidencia a la provincia. Un grupo de manifestantes impidió el paso de la camioneta en la que viajaba el presidente. Fue tras descender del helicóptero. En medio de la tensión un piedrazo logró romper uno de los vidrios laterales hiriendo a Juan Pablo Biondi, el vocero presidencial.
Debido a los incidentes que se registraron en Lago Puelo, el presidente Alberto Fernández decidió apartar al gobernador Arcioni de la caravana que iba a recorrer los sectores afectados por los incendios y anticipó su regreso a Buenos Aires. Antes de esto, Fernández había logrado sobrevolar la zona declarada catástrofe por los incendios forestales en la Comarca Andina. Posteriormente, visitó el Centro de Operaciones ubicado en Lago Puelo, pero debió cancelar la conferencia de prensa que estaba programada en la escuela 108 de la localidad, y decidió retirarse a causa de las agresiones recibidas en su arribo.
Altas fuentes oficiales le confirmaron a A24.com que desde el gobierno nacional le habían solicitado a Arcioni que no formara parte de los anuncios que encabezaba el presidente Fernández. “No entendemos por qué llegó igual hasta el lugar y ensució la firma de convenios con los intendentes de la Comarca Andina”, revelaron desde la Casa Rosada. Efectivamente, se anunció el desembolso de más de $700 millones para la zona afectada por el fuego.
Antes de que aterrizara el helicóptero presidencial, el gobernador Arcioni ya había sido alcanzado e insultado por un nutrido grupo de manifestantes. A pesar de eso, desde la seguridad presidencial, se decidió avanzar con las actividades y trasladar al presidente en una camioneta no blindada que sólo estaba acompañada por una ambulancia local y un camión de bomberos que quedó rezagado cuando los manifestantes interceptaron a la comitiva oficial.
La seguridad del gobierno chubutense también fue escasa. Unos pocos efectivos locales se hicieron presentes en el lugar, pero el gobernador Arcioni llegó sólo y sin custodia.