Las tarifas de los servicios públicos no deben aumentar
por varias razones.
Porque está vigente la ley de Emergencia Pública y
Reforma del Régimen Cambiario que aprobó el Congreso Nacional el 6 de
enero del año 2002, que estableció la renegociación GLOBAL de los contratos.
Hasta el día de hoy, el Poder Ejecutivo no concluyó la
renegociación de ningún contrato.
El argumento de las empresas de que tienen las tarifas
pesificadas, y la compra de insumos y deudas dolarizadas es fácilmente
rebatible.
¿Quién obligó a las empresas a prescindir de la industria
nacional proveedora de equipamiento e insumos que existía en la década de los
años 80?
¿Quién las obligó a repartir en concepto de dividendos
entre los accionistas el 80 por ciento de las enormes ganancias obtenidas, en
lugar de reinvertir una parte importante de esas ganancias? ¿Quién las obligó
a endeudarse en dólares en el exterior, la mayoría de las veces con sus casas
matrices, o empresas vinculadas, prestándose en definitiva dinero a sí mismas?
Lo hicieron, porque hasta la devaluación las tasas de interés en dólares,
eran muchísimo más bajas que en pesos.
Fueron decisiones empresarias, que durante 12 años, les dio
muy buenos resultados financieros.
Además, las empresas a pesar de la salida de la convertibilidad, siguen
teniendo desde el punto de vista operativo importantísimas ganancias. Veamos
algunos ejemplos.
De acuerdo a los balances presentados en la Bolsa de
Comercio de Buenos Aires, en el primer semestre del año 2003:
TELECOM ganó 1.288 millones de pesos;
EDENOR ganó 294,3 millones de pesos;
EDESUR ganó 101,9 millones de pesos;
GENERADORA ELECTRICA CENTRAL COSTANERA ganó 34,1 millones de
pesos;
METROGAS ganó 199,8 millones de pesos;
GAS NATURAL BAN ganó 95 millones de peso
CAMUZZI ganó 28,7 millones de pesos;
REPSOL-YPF (FILIAL ARGENTINA) ganó 2.189 millones de pesos;
TELEFONICA ganó 812 millones de pesos.
La empresa Aguas Argentinas dice que invirtió 1.700
millones de pesos en los 9 años de la concesión: 700 millones fueron
endeudamiento externo y 1.000 millones salieron de las tarifas.
No hubo inversiones propias de capital. La inversión
real fue de sólo 120 millones de dólares integrados en 3 años.
En los primeros nueve años tuvo una utilidad neta de 427
millones de pesos (dólares). Es decir una rentabilidad neta del 24 por ciento.
La empresa prefirió tomar préstamos en el exterior al 6 por
ciento anual, para invertirlos en la operación que le daba una rentabilidad del
24 por ciento anual. Un negocio redondo.
En Estados Unidos las empresas de agua y saneamiento tuvieron
una rentabilidad promedio del 8 por ciento. En Inglaterra del 7 por ciento, y en
Francia del 6 por ciento.
Es decir, que en nuestro país, Aguas Argentinas tuvo
una tasa de rentabilidad 400 por ciento superior a la obtenida en Francia por la
casa matriz.
Si se analiza no solamente la fotografía a partir de la
devaluación, sino toda la película desde el momento de la privatización, caso
por caso, nos vamos a encontrar que no sólo no tienen derecho a reclamar un
aumento de tarifas, sino que los usuarios tendríamos derecho a solicitar una
rebaja, por todo lo que han estado cobrando ilegalmente de más a lo largo de 12
años.
Pondré de manifiesto además, que el denominado apagón del
siglo, que afectó durante 11 días a los habitantes de un sector de la Ciudad
de Buenos Aires, producido por un accidente en la Subestación Independencia de
la empresa Edesur, pudo haberse resuelto rápidamente si la compañía no
se hubiera desprendido irresponsablemente del capital más valioso, que es el
capital humano, es decir, los trabajadores experimentados de la ex - SEGBA.
Debido a los numerosos y graves incumplimientos
contractuales, hoy están en condiciones de ser rescindidos los contratos de Aguas
Argentinas, Correo Argentino, Aeropuerto Argentina 2000, y todas las
concesiones ferroviarias de pasajeros. La empresa Correo Argentino está
además, en concurso de acreedores. La infraestructura ferroviaria al borde del
colapso. No es solamente el mal estado de los vagones y estaciones ferroviarias
lo más preocupante. Lo más grave es el pésimo estado de los rieles,
durmientes, etc.
Espero que no tenga que producirse un desastre para tomar
conciencia de la situación extrema en que se encuentra el sistema.
Si analizáramos la película, veríamos que por el traslado
a las tarifas de la variación de precios de los Estados Unidos, les permitió a
las empresas privatizadas apropiarse ilegalmente, hasta la devaluación, de
12.000 millones de dólares. Se indexaban las tarifas cuando en el país había
recesión, y regía la ley de Convertibilidad que impedía todo aumento de
precios, de tarifas, y de repotenciación de deudas. Además, en la mayoría de
los casos las tarifas tanto en los pliegos de Licitación, como en los contratos
de concesión fueron pactadas en pesos.
La reducción de los aportes patronales para hacer más
competitiva la economía, fue imperceptible en las tarifas de los servicios públicos,
no obstante que desfinanció el sistema de la Seguridad Social en 5.000 millones
de pesos anuales.
De acuerdo a datos de las empresas hay una morosidad en el
pago de las facturaciones de un 35 por ciento; y al 10 por ciento de los
usuarios se les cortó el servicio por falta de pago. Incluso se han cortado
servicios de agua potable y sellado cañerías de desagües cloacales a usuarios
de la zona sur de la capital federal y del conurbano bonaerense.
Hoy, cualquier aumento en las tarifas, por mínimo que fuera,
agravaría este drama social.
Pretender mantener el mismo nivel de rentabilidad y la misma
ecuación económica-financiera que en los últimos doce años, es una quimera y
una actitud antisocial, y en el fondo suicida. Porque en definitiva, las
empresas no sólo desean prestar el servicio, sino además quieren cobrarlo sin
intimaciones, sin acciones judiciales, cada vez a un mayor número de usuarios.
Por estas razones, NO DEBEN AUMENTAR LAS TARIFAS DE LOS
SERVICIOS PÚBLICOS.
Héctor Polino
Diputado Nacional