Tanto Cristina Fernández como Alberto Fernández han dicho muchas veces que a ellos siempre les toca pagar las deudas que toman otros. “Los que siempre pagamos las deudas somos nosotros”, han dicho muchas veces.
El concepto es completamente falso por múltiples razones que es imposible desarrollar acá. Pero, suponiendo que tuviera algo de cierto, entonces esa presunta verdad está a punto de derrumbarse.
Hoy, la periodista Florencia Donovan publicó en La Nación la carta que el ministro de Economía, Martín Guzmán, le envió la semana pasada al Club de París, dos días antes de salir para Europa con el Presidente.
Allí le avisa a las autoridades de ese grupo -que reúne a los gobiernos soberanos a los que Argentina les debe plata- que no le va a quedar otra que postergar los pagos de nuestro país.
Argentina tiene que pagarle a ese grupo de países 2.430 millones de dólares a fin de mes. Y Guzmán avisa que no lo va a hacer. Por un lado, porque no va a tener listo un acuerdo con el FMI, que el Club de París considera imprescindible para renovar sus préstamos. Cristina Fernández ha bombardeado cualquier acuerdo con el Fondo hasta ahora.
Pero, además, Guzmán avisa al Club que no tiene los dólares. Explica en la carta que las reservas internacionales están por debajo de cualquier recomendación de evaluación de riesgo.
Además, pide renegociar las cláusulas del contrato entre el Club y Argentina, se supone que es porque las considera muy gravosas. ¿Cuándo se firmó ese contrato? En 2014. ¿Quién las aceptó? El entonces ministro de Economía, Axel Kicillof.
El mundo no debe entender nada. Argentina tiene un cepo extremo que, se supone, le permite resguardar sus dólares. Además, el capital privado le refinanció toda la deuda externa en septiembre: Argentina casi no tiene que pagar nada desde el año pasado hasta 2022, o sea, no están saliendo dólares para pagar deuda privada. Encima, hay precios récord para los granos, las únicas commodities que no paran de ir para arriba, lo que implica ingresos de dólares históricos.
Y aún así, Argentina avisa que no va a pagar. Esta vez, bajo un gobierno diseñado y comandado por Cristina Fernández.