El presidente Alberto Fernández logró un fuerte respaldo de los gobernadores y el jefe porteño Horacio Rodríguez Larreta, a las duras restricciones que ya están entre nosotros. Pero, en paralelo, pudo comprobar la gran preocupación que habita entre ellos por la rapidez con que se expanden las nuevas cepas del Covid-19, por el colapso de los sistemas de salud provinciales y por la falta de una perspectiva clara por el reparto de vacunas.
Estas cuestiones se venían planteando en las últimas videoconferencias pero se agudizaron con los picos de la segunda ola. La situación en Santa Fe y Córdoba, por ejemplo, se parecen y mucho a lo que ocurre en el AMBA. El problema es que la respuesta que esperan los gobernadores no se las puede dar ni Fernández ni su ministra de Salud, Carla Vizzotti. Todo depende de las disponibilidades de los laboratorios que firmaron contrato con la Argentina y no lo han cumplido como se esperaba.
Por ahora, todos están esperanzados con los 4 millones de vacunas de AstraZeneca que llegarán al país en los próximos días. Pero nada se sabe sobre la cantidad de Sputnik V que entregará Rusia en las próximas semanas, sobre todo la segunda dosis, algo que preocupa al gobierno nacional.
Un ministro de Salud confesó en la intimidad que tuvo que aplicar las vacunas en forma lenta (algo no deseado), a la espera del porcentaje que le corresponde de AstraZeneca y ante la posibilidad cierta de tener que anunciar que se había quedado sin dosis.
Pero ese no fue el único distrito en problemas, son varios los ministros que ya alertaron a sus respectivos gobernadores sobre la necesidad de obtener cuanto antes un mayor número de vacunas, dentro del porcentaje que les corresponde.
Saben que cuánto más se retrase la llegada masiva de vacunas mayor será la virulencia con que se expande el virus. Y mayor la presión de la sociedad, no solo por las dosis sino por una situación económica y social que se torna agobiante.
Con ese panorama, el Presidente obtuvo un fuerte respaldo a estos 9 días de fuertes restricciones, algo que fue leído como una victoria política, sobre todo en el kirchnerismo, a raíz de la resistencia de algunas mandatarios, empezando por Rodríguez Larreta, a las medidas que venía proponiendo la Casa Rosada.
De todas formas, el jefe de la Ciudad de Buenos Aires fue objetivo de fuertes críticas tanto en el discurso de Fernández como en los anuncios del bonaerense Axel Kicillof. Las clases presenciales fueron la bandera de esa lucha. Y en estos días habrá tregua. Después, como en todo, nada se sabe.
Los GOBERNADORES, TODOS, junto al Presidente, VicePresidente, Carla Vizzotti y demás NO SIRVE NINGUNO. Uno peor que otro sin EXCEPCIÓN.
El verso de los milicos que nos tragamos todos: " los argentinos somos derechos, humanos, super inteligentes y bonitos" , y, además, rubios de tipo nord europeo, una vez más ha demostrado ser más falso que billete de dólar color rosado. Nuestros políticos en particular, no sólo que han demostrado carecer de todas aquellas cualidades, sino que tienen un hiper exceso anormal de las contrarias. La demostración más palpable de éso es su incapacidad de gestionar la pandemia, a pesar de qué tienen experiencia en epidemias, puesto que ellos son justamente éso, epidemias mortales, para este país. En efecto, cualquiera, menos los politicastros, sabe qué aquí hay por lo menos unas 10 millones de personas con posibilidad de comprar una vacuna. Por tanto, sí cuando empezó la epidemia, las hubieran importado para su venta libre, no para regalarlas, hoy tendríamos por lo menos 10 o más millones de vacunados. En ese tiempo había vacunas, hoy ya no. Por otra parte, yo quisiera qué Fernández de Kirshner y otros populacheros como él me expliquen por qué mierda yo tengo que contribuir a qué a ése Pichetto, a la Kirshner y a toda la recua de jodones la vacuna les salga gratis, cuando están hinchados de plata de misterioso origen. A mí y a millones de argentinos esos tipos no nos regalarían ni el saludo.
SIGAN PROMOCIONADO LA MUERTE CON LA "VACUNA" Entre las muchas mentiras que nos han colado los gobiernos a lo largo de toda esta “pandemia” esta la mentira de las autopsias. Resulta que se han prohibido en todas partes con la excusa de que los forenses podrían contagiarse al realizarlas y que era mejor sellar los ataúdes y que las familias enterraran a su ser querido sin poder verle. Esto ya ha provocado casos tan surrealistas como el de aquella familia que creía haber enterrado a su madre en Galicia y poco después apareció viva. Pero lo más grave de todo esto es que entre los convencidos del relato oficial, una decisión tan sumamente extraña como esta no levanta ningún tipo de sospechas. A nosotros se nos ocurren muchos motivos para tomar este tipo de decisiones pero, de momento, preferimos reservarnos nuestra opinión. Pero el problema para el relato oficial es cuando un juez tiene la valentía de ordenar una autopsia como ha ocurrido en Argentina. Un hombre mayor se vacunó con AstraZeneca y a las pocas horas falleció. Su hijo decidió no quedarse de brazos cruzados y tuvo la suerte de dar con un fiscal y un juez valiente que atendieron la petición realizada por este hombre cuando decidió llevar el asunto a los tribunales. ¿Se imaginan el resultado? Efectivamente, la autopsia ha determinado que la causa del fallecimiento de su padre han sido los efectos secundarios provocados por la vacuna de AstraZeneca. Lógico, son ya demasiados casos en los que los hechos que se producen, la causa y el efecto son claros. ¿Y AHORA, COMO DISFRAZARÁN A LOS MUERTOS POR COVID, SI ESTAN VACUNADOS? SIGAN DE BOZAL. https://www.eldiestro.es/2021/05/un-hombre-consigue-que-se-le-haga-una-autopsia-a-su-padre-fallecido-a-las-pocas-horas-de-vacunarse-y-el-resultado-es-el-que-muchos-imaginabamos/