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CRIMEN ORGANIZADO Y TERRORISMO

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EN LA TRIPLE FRONTERA Y REGIONES ADYACENTES
EN LA TRIPLE FRONTERA Y REGIONES ADYACENTES

    La región conocida como Triple Frontera (TF) ha sido desde hace algún tiempo el foco de intensas operaciones de vigilancia, investigación e inteligencia por parte de los EE.UU. y las agencias y/o servicios oficiales de otros países.
    La llamada Triple Frontera entre la Argentina, Brasil y Paraguay, está situada en un lugar muy particular y hasta podría decirse que geográficamente extraño, ya que es posible ver desde un punto de un país las fronteras de los otros dos restantes

 

 

Mapa: Argentina Turística

    La masa de la población en la TF está concentrada principalmente en tres ciudades fronterizas: 

ü      Ciudad del Este, la mayor de las tres ciudades, registra aproximadamente 240.000 habitantes, que están conectados con Foz do Iguazú, Brasil, a través del Puente de la Amistad.

ü      Foz do Iguazú, a su vez, cuenta con 190.000 habitantes, principalmente concentrada en la actividad turística y sirve como lugar seguro a ciudadanos extranjeros que viajan a diario a Ciudad del Este desde Brasil. 

ü      Puerto Iguazú, Argentina, es la menor de las tres ciudades y viven en ella 28.100 habitantes y cuenta con la particularidad de estar separada de Ciudad del Este por el río Iguazú en una ribera y por el Paraná en la otra (ver mapa) y debe acceder a ella pasando por territorio brasileño, al cuál deben cruzar los viajeros utilizando el Puente Internacional Trancredo Neves.

 

 Mapa: Internet

     La población de inmigrantes de origen árabe se estima como ligeramente superior a las 30.000 personas y se encuentran mayormente concentradas en Ciudad del Este y Foz do Iguazú. Las cifras pueden sufrir cierta variación, dado el continuo ingreso de nuevas personas que llegan del exterior a dichas comunidades, mientras que otras procuran trasladarse a lugares más lejanos del foco de atención pública de que son objeto.
    Especialmente también, por parte de aquellos servicios de inteligencia que operan en la zona y, por razones obvias, quienes se trasladan a otros lugares deberían ser probablemente los sujetos que se sienten más vigilados y/o cuyas actividades se perjudican debido a ello. 
    Los Estados iberoamericanos suelen considerar solamente como una amenaza al narcoterrorismo, especialmente a las organizaciones colombianas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Ejército de Liberación Nacional (ELN) y Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), y a la peruana Sendero Luminoso (SL). Parecen no haber tenido en cuenta que la República Argentina sufrió dos ataques terroristas islamistas cometidos por Irán y el Hizballah en una especie de operación terrorista conjunta. 
    Durante los últimos años, los vínculos entre el narcotráfico, el crimen organizado y el terrorismo cobraron una renovada importancia para la estrategia de “Guerra contra el Terror” global de los EE.UU. A pesar de ello, la Argentina, Brasil y Paraguay han desafiado a menudo las fuertes presiones hechas por la Administración de George W. Bush luego de los ataques del 11 de septiembre de 2001, las cuales están más basadas en razones geopolíticas que en combatir al terrorismo.


Actividades terroristas y criminales en la Triple frontera

    Paraguay es un país sin salida al mar, convertido desde mucho tiempo atrás en el centro de gravedad de todo tipo de operaciones criminales en la región de la Triple Frontera, debido a que casi todo su sistema legal  parece servir exclusivamente a una amplia gama de actividades desarrolladas por un sector de la economía y del mercado que respeta pocas normas regulatorias. Las actividades ilegales incluyen contrabando, tráfico de drogas y armas, clarificación o “lavado” de dinero, extorsión, falsificaciones de todo tipo, secuestros y transbordo de narcóticos a países de la región y Europa, como así también bienes de uso y consumo robados (sobre todo automóviles) y precursores químicos.


Origen y despliegue de los principales “sindicatos” del crimen
 

ü      Colombianos

ü      Brasileños

ü      Chinos

ü      Libaneses

ü      Rusos (principalmente chechenios)

ü      Otros: Nigerianos, Ucranianos, Ivorianos (Costa de Marfil) y Ghanianos 

    El flujo inmigratorio que llegó al Paraguay procedente de diferentes países, vio facilitada su inserción social en el país gracias a un sistema legal irregular que les permitió adoptar nuevos nombres, comprar certificados de nacimiento y obtener cualquier documentación que se deseara, incluyendo pasaportes, documentos nacionales de identidad y licencias para conducir.
    El especial atractivo que Paraguay tuvo desde un principio para las organizaciones criminales, estuvo asimismo basado en que las redes de delincuentes ya asentadas en el país contaban con relaciones muy estrechas con funcionarios oficiales corruptos. También, que a pesar de ello el país había logrado insertarse en la actividad económica global y muy especialmente en operaciones bancarias y financieras en los circuitos legales e ilegales tanto nacionales como del exterior.
    Tales atractivos no podían pasar desapercibidos a organizaciones criminales de todo tipo, como también terroristas, que en este último caso consideran a Paraguay un centro importante de operaciones de sus actividades y un país seguro en el cual pueden descansar, recaudar fondos y evitar su persecución por servicios de inteligencia extranjeros y organizaciones de seguridad y policiales.  
    Paraguay se ha convertido así de hecho en un refugio estratégico para organizaciones criminales y terroristas con alcance global, desde donde realizan todo tipo de operaciones, en el marco de un acelerado proceso de convergencia entre algunas de ellas. Además y durante los últimos años, Ciudad del Este ha sido considerada como un centro para actividades ilícitas como el tráfico de drogas y el contrabando de armas dentro de la región de la Triple Frontera.
    Como resultado de la situación descripta y a pesar de las fuertes presiones hechas por los EE.UU. y otras potencias occidentales e instituciones mundiales como la ONU, Paraguay continúa siendo un centro regional de actividades criminales.
    Luego de un largo período siendo el blanco de una amplia campaña pública y encubierta contra sus actividades ilegales, tanto los jefes de las organizaciones criminales como las personas más vigiladas por su relación con el terrorismo, han estado y continúan transfiriendo actividades desde Ciudad del Este a Pedro Juan Caballero en la misma Paraguay, a Porto Allegre y Curitiba en Brasil, y a Puerto Iguazú y otras ciudades argentinas, incluyendo la Capital Federal y muchas de la provincia de Buenos Aires.
    Los gobiernos de la Argentina, Brasil y Paraguay hay acordado crear equipos técnicos para compartir información detallada acerca de las operaciones de importación-exportación hechas en cada uno de los otros países, a efectos de detectar el comercio ilegal que podría estar vinculado a actividades criminales y terroristas. Los EE.UU. también dieron un complejo programa de computación a la Unidad de Transparencia Comercial (TTU) con el objeto de facilitar las tareas conjuntas.

    Una fuente libanesa confidencial muy importante ha precisado que los servicios de inteligencia doméstica y extranjera en Paraguay podrían tener nuevos problemas para identificar a los criminales y a los militantes islamistas que llegaron recientemente a la región. La misma fuente también afirmó que Venezuela está suministrando documentos personales originales con nombres castellanos a personas del Cercano y Medio Oriente. Por ejemplo, en lugar de Hussein Assad, el portador del pasaporte podría utilizar el nombre de Juan o José o cualquier otro a su elección y los “candidatos” podrían cambiar sus apellidos, comprando certificados de nacimiento. La Oficina 5ª de la Fiscalía Pública de Asunción del Paraguay tiene dos casos de sociedades comerciales cuyos dueños hablan solamente árabe e inglés, pero no castellano.



Colombianos


    Todos los servicios de inteligencia y agencias de lucha contra el narcotráfico conocen muy bien los fuertes vínculos entre los principales carteles colombianos de la droga y la mafia rusa, que incluyeron la construcción de un minisubmarino propulsado a diesel, junto a manuales rusos traducidos al castellano con la sospechada ayuda de ingenieros de ese origen.
    La CIA también ha identificado a Luis Fernando da Costa, alias Fernando Beira-Mar o Fernandinho, como un protagonista clave involucrado algunos años atrás en el envío de algunos embarques de armas rusas a las FARC de Colombia. Un documento emitido por la CPI de Brasil asegura que este jefe mafioso llevó drogas desde Colombia y Bolivia a Paraguay utilizando la ciudad de Pedro Juan Caballero como punto de ingreso al país, para transbordarlas posteriormente a Estados brasileños como Mina Gerais, Matto Grosso do Sul, San Pablo, Río de Janeiro y Spíritu Santo.
    El citado da Costa fue capturado por las autoridades brasileñas en 1996, pero escapó de una prisión en Mina Gerais en marzo del siguiente año luego de pagar varios millones de dólares a autoridades y guardias policiales. Luego de entrar en Paraguay se sumó a la “Familia” Morel, que lideraba el tráfico de drogas en Paraguay, comenzando a operar fuera de la ciudad de Pedro Juan Caballero. De acuerdo a informaciones policiales que son de dominio público, un hermano de Fernandinho, de nombre Marcelo, conjuntamente con otros delincuentes como Ney Machado habían estado a cargo de embarcar y transbordar drogas dentro de la Triple Frontera, llegando incluso a desarrollar actividades criminales en Surinam.
    La circulación de jefes colombianos de carteles de la droga por Argentina, Brasil y Paraguay es una práctica habitual para evitar su detección y captura.
    Cabe destacar que el Ejército de Colombia ha efectuado numerosos arrestos de criminales brasileños e incautado documentos que prueban conexiones con las FARC y las metodologías utilizadas para intercambiar armas por cocaína.
    Fuentes de inteligencia exterior están debidamente informadas sobre los vínculos entre Luis Fernando da Costa y algunos hombres de negocio libaneses afiliados o simpatizantes del Hizballah, como Fuad Jamil, quien desarrollaba sus actividades ilegales en Pedro Juan Caballero y otras ciudades paraguayas.
    Uno de los casos emblemáticos y de más alto perfil que prueba la presencia de las FARC en Paraguay, a nivel operacional, o como mínimo ideológico o logístico, es el del secuestro y asesinato de Cecilia Cubas, hija del ex presidente de este país, Raúl Cubas. “Cecilia es un símbolo de lo que está ocurriendo hoy en Paraguay”, dijo su padre el 17 de febrero de 2005, un día después que el cuerpo de su hija fue encontrado en una tumba en las afueras de Asunción, capital del Paraguay. 
    El Fiscal General Diego Latorre declaró que el secuestro de Cecilia Cubas fue planeado y concretado por Osmar Martínez, líder el pequeño grupo izquierdista Partido de la Patria Libre (PPL) y enemigo del Partido Colorado (PC) de Raúl Duarte. Latorre hizo asimismo mención de varios mensajes electrónicos, los cuales supuestamente vinculan al citado Martínez con Rodrigo Granda -entonces una especie de ministro de relaciones exteriores de las FARC-, quien en lenguaje en código dio algunos detalles de cómo esta organización narcoterrorista estuvo dando asesoramiento y entrenamiento para manejar los detalles del secuestro de la mujer secuestrada.
    El vocero de las FARC negó en ese momento que su organización haya tenido alguna vinculación en el secuestro de Cecilia Cubas.
    Fuentes policiales de la Argentina también dijeron que ellos e Interpol tenían datos sensibles acerca de la implicación rusa en una especie de intercambio (droga por armas) con bandas colombianas, peruanas y paraguayas. No obstante, las fuentes no están seguras -gracias a carecer de capacidad analítica y conocimiento de nombres y apellidos extranjeros- en qué casos las personas sospechadas son de origen ruso o chechenio. 


Brasileños

    Las ciudades brasileñas que firman parte de la región de la Triple Frontera tienen un papel continuo como un centro mayor de tránsito de cocaína, como resultado de sus desprotegidas fronteras con Bolivia, Perú y Colombia.
    Diversas investigaciones realizadas en Ciudad del Este descubrieron que criminales y sospechosos de estar involucrados en actividades terroristas transportan dinero en autobuses y autos desde Paraguay hasta Porto Allegre y otras ciudades brasileñas, con el objeto de evitar los sistemas de vigilancia electrónica de servicios de inteligencia extranjeros (principalmente la CIA). Una vez que los correos llegan a sus destinos a salvo, se envían los fondos a diferentes cuentas no identificadas del exterior. Periodistas argentinos que han incursionado en la región de la Triple Frontera vieron que nadie realizaba controles de vehículos que cruzaban desde Ciudad del Este a
Foz do Iguazú, pero cuando fueron detectados, entonces aparecieron puestos de control policial y aduanero para controlar los puntos de entrada.
    Los vínculos entre traficantes de droga -domésticos y extranjeros - y políticos, funcionarios de los diferentes poderes del Estado, miembros de las fuerzas de seguridad y policiales corruptos del Brasil, han contribuido a la construcción de la actual situación. Esta se caracteriza por un Estado que aparece como muy débil para enfrentar a los carteles de la droga y del crimen organizado. Los persistentes disturbios y ataques  registrados en importantes áreas urbanas como San Pablo y Río de Janeiro, han llevado a Brasil a una posición muy cercana a lo que podría considerarse como una amenaza clave para su propia seguridad nacional.

    En lo que concierne a los grupos criminales rusos, la situación anteriormente mencionada les ha permitido expandir sus actividades y asociarse con su contraparte brasileña, aprovechando la gran ventaja de la corrupción oficial dominante en el país.
   
Algunos analistas especializados opinan que el Gobierno de Brasil ha comenzado a preocuparse por el incremento de las actividades del crimen organizado en la zona de la Triple Frontera; no obstante, aunque han prometido tomar severas medidas, las autoridades tendrán que combatir contra poderosas organizaciones criminales y terroristas globales y regionales, pero también enfrentar a una extensa red de funcionarios corruptos.


Chinos

    La inmigración china estuvo facilitada por el gobierno paraguayo desde 1980 con el objeto de impulsar las actividades comerciales en Ciudad del Este. Como era previsible, los ciudadanos de ese origen vieron y aprovecharon inmediatamente las ventajas del ambiente criminal especial que reinaba en Paraguay para trabajar en negocios ilícitos.
    Los criminales chinos están actualmente operando en una amplia gama de negocios, entre ellos la extorsión a gente de ese origen que vive en Ciudad del Este, a quienes se obliga a comprar diferentes tipos de mercadería importada de China (incluyendo Hong Kong), aplicando las muy duras reglas mafiosas si alguien rechaza tales ofrecimientos.
    Con respecto a Hong Kong, sus grupos criminales exportan productos pirateados a Paraguay en conexión con sujetos de origen libanés relacionados con el Hizballah.
    La convergencia entre las tríadas chinas y organizaciones terroristas no están limitadas al Hizballah; los servicios regionales de inteligencia admiten que ellos también operan con la organización sunnita egipcia Gama Islamiyah, entre otras. Se tiene conocimiento asimismo que las “familias” mafiosas chinas Ming y Sung-I estaban involucradas en transferencia de dinero ilegal y de vender armas a Gama Islamiyah. Los mismos patrones podrían aplicarse a otras ciudades donde operan las bandas chinas, que además tienen contactos poderosos y negocios en diversas ciudades de Brasil, Paraguay, Bolivia y Argentina (Capital Federal y Provincia de Buenos Aires).


Libaneses

    Resulta realmente dificultoso separar a algunos comerciantes libaneses de la actividad relacionada con la militancia islamista, porque la mayoría de los inmigrantes de ese origen contribuyen -voluntariamente o no- con las operaciones de recaudación de fondos en favor de organizaciones chiítas como Hizballah y Amal. Además, los ciudadanos locales de origen árabe no ocultan sus simpatías y apoyo financiero al Hizballah, al cuál consideran un partido político libanés legítimo pero no una organización terrorista. Debe asimismo tenerse en cuenta que un importante porcentaje de la comunidad libanesa de la Triple Frontera desarrolla actividades comerciales ilegales.
    Los militantes islamistas basados en la región de la Triple Frontera obtienen financiación local de mezquitas, de comerciantes árabes adinerados y del producto de actividades criminales como el tráfico de drogas, contrabando y extorsión, como fue mencionado en parágrafos anteriores.


Rusos

    La práctica ilegal de un Estado de la Triple Frontera que permite la venta de documentos que acreditan la ciudadanía de ese país a criminales extranjeros como los chinos, italianos y ghanianos, también garantizan a los grupos mafiosos rusos aprovechar las ventajas ofrecidas y establecerse en la región.
    Informes de Interpol indican que una variedad de organizaciones criminales rusas operando a través de cientos de pequeñas células, están involucradas en una amplia gama de actividades en México, que llegan incluso hasta la región bajo estudio. Entre los grupos mafiosos rusos están: Poldolskaya, Mazukinskaya, Tambovskaya and Izama Ilovskaya, vinculados a Vory v Zakone, una de las mayores organizaciones criminales transnacionales. La organización Solntsevskaya, basada en Moscú, cuenta asimismo con intereses en México y sus actividades incluyen la Triple Frontera, al igual que otras formaciones mafiosas de Chechenia, Georgia, Armenia, Lituania, Polonia, Croacia, Serbia, Hungría y Rumania.
    Las organizaciones criminales rusas -principalmente de Chechenia- desarrollan actividades delictivas como tráfico de drogas, contrabando de armas, clarificación de dinero y prostitución, aprovechando el estado de debilidad para hacer cumplir la ley que caracteriza -con diferencia de matices- a los tres países que comparten la Triple Frontera: Argentina, Brasil y Paraguay.
    Existe coincidencia entre especialistas en que el principal objetivo de la mafia rusa es desplazar  a chinos y brasileños o por lo menos ganar una buena porción de sus negocios ilegales en la región. Miembros de las “familias” rusas, que son muy poderosas en Colombia pero también en México, han sido detectadas en Ciudad del Este, Pedro Juan Caballero y Foz do Iguazú.
    En lo que al Gobierno argentino concierne, sus servicios de inteligencia, de seguridad y policiales no están todavía debidamente preparados para comprender ni la sensible naturaleza del crimen organizado extranjero, ni el creciente incremento de la convergencia entre las organizaciones criminales y terroristas, como ocurre en la Triple Frontera y en países iberoamericanos de las regiones de los Andes y del Caribe.
    Como es de público conocimiento, fueron arrestados numerosos criminales pertenecientes a diferentes “familias” de la mafia china en países de la región, pero consultadas algunas fuentes en nuestro país vinculadas a investigaciones sobre este tipo de organizaciones delictivas, las mismas aseguran que por el momento no se registran acciones que puedan considerarse una amenaza contra la seguridad interior de la Argentina.
    Todos los indicios parecen sin embargo indicar que la llamada “mafia rusa” en la Argentina consiste hasta ahora en una serie de criminales chechenios que están utilizando el territorio nacional para transbordar cocaína a Europa, utilizando barcos pesqueros y de carga. Los chechenios están también vendiendo armas a criminales brasileños, aprovechando los límites porosos con la Argentina y los funcionarios corruptos que trabajan en la frontera; similares tal vez en calaña a aquellos que participan de operaciones ilegales con cómplices en Fabricaciones Militares, sin cuyo concurso hubiera sido imposible desarrollar una reciente exportación de armamento subvaluado a los EE.UU.
    En lo que concierne a la Triple Frontera, fuentes altamente confiables afirman que se han detectado contactos de grupos chechenios con terroristas islamistas. También sospechan que criminales pertenecientes a esta comunidad están utilizando sus redes para traficar armas, dado que la frontera argentina con Paraguay facilita todo tipo de contrabando y provee las condiciones ideales para las operaciones mafiosas.


ACTIVIDADES CRIMINALES

Las principales actividades criminales en la Triple Frontera son las siguientes:


Tráfico de drogas


    Las técnicas del tráfico de drogas en la Triple Frontera son cambiadas a menudo para evitar la detección y secuestro de narcóticos por parte de las fuerzas de seguridad y policiales, las cuales deben estar en estado de alerta para identificar las redes criminales y los sistemas de transporte de las mercaderías ilegales.
    Criminales argentinos y paraguayos operan conjuntamente para traficar drogas y armas en la Triple Frontera, comprando y alquilando campos para utilizarlos como bases de sus actividades.
    Fuerzas de seguridad argentinas han detectado y detenido traficantes que utilizaban el arroyo Tabaya para entrar a la Argentina desde Paraguay, dividiendo a veces el cargamento original de cientos de kilos en cantidades menores envasadas en sacos y ladrillos.
    También son utilizados otros sistemas de transporte en diferentes rutas, lo cual quedó probado cuando la policía militar brasileña confiscó en Río Grande do Sul pocos meses atrás 388 Kg. de marihuana a un ciudadano argentino no identificado, que estaba transportando dicha droga dentro del Estado.


Clarificacion (lavado) de dinero

    Ciudades paraguayas y brasileñas son también centros donde hay bandas criminales que están organizando y estableciendo sus esquemas financieros para clarificar dinero ganado con el tráfico de drogas (principalmente cocaína colombiana) a mercados europeos.
    Solamente una de las redes desmanteladas en Brasil en septiembre de 2006 en la llamada Operación Platina y que estaba liderada por el ciudadano colombiano Alejandro Pareja García -cuya extradición requiere también Uruguay-, era propietaria de inmuebles y activos multimillonarios, como empresas de transporte de combustible y petroquímicos, estaciones de venta de combustibles (“estaciones de servicio” para el castellano argentino), campos y casas y departamentos lujosos. El sistema investigado permitió conocer a las fuerzas de seguridad que la cocaína era comprada en Colombia y enviada por vía aérea a Uruguay, punto de transbordo por mar hacia Europa.
    Entonces, el dinero ganado por los traficantes fue enviado a Brasil, vía Uruguay, aprovechando las ventajas del sistema legal que permite la entrada de capital extranjero con el propósito de invertir en el país. Las características de los interconectados sistemas legal, bancario, financiero y comercial uruguayos, están permitiendo a los clarificadores de dinero comprar propiedades y todo tipo de productos en terceros países, incluyendo los EE.UU., Argentina, México, etc.
    El sistema legal brasileño -por su parte- permite la inversión de capital extranjero en el país sin que existan seguridades sobre si está claro y limpio de origen criminal. En realidad, el dinero fue en muchos casos ganado en actividades criminales y lo mismo ocurre con la Argentina, donde no existen normas y métodos estrictos para combatir el tráfico de drogas, la clarificación de dinero y la venta de productos falsificados.
    Organizaciones criminales y terroristas, como los carteles de la droga colombianos y las FARC, están utilizando los sistemas arriba mencionados, no solamente para transportar drogas, sino también para clarificar el dinero ganado con actividades criminales.
    Los mismos sistemas descriptos son utilizados por otras comunidades, como chinos y árabes.


El sistema de transferencias hawallah

    Dejando de lado ciertas “historietas” escritas por personas no especializadas, el sistema de transferencia conocido como Hawallah está siendo usado conjuntamente y a menudo por los recaudadores de organizaciones islamistas y terroristas. Consiste en realidad en una transacción de responsabilidades, no de dinero; esto significa que en tales operaciones el dinero original no pasa a través de fronteras ni es cambiado por moneda extranjera. Esto no se refiere a casos como aquellos en que se usan correos humanos, que cruzan ciertas fronteras porosas como las anteriormente descriptas con toda clase de valores, como dinero en efectivo, documentos bancarios, oro y otro tipo de bienes.
    Un esquema típico del sistema Hawallah sería el siguiente: un inmigrante ruso que vive en Ciudad del Este paga 2.500 dólares a un “Intermediario” o Hawalladar A. “A” entonces contacta un asociado y/o amigo, el Hawalladar B, que se encuentra en Moscú, quien entrega la suma a quien el remitente indique, sea un familiar, un amigo o una organización.
    Un experto legal consultado para realizar este informe afirma que la diferencia entre lo legal y lo ilegal radica surge cuando la cantidad transferida pasa a través de una entidad oficialmente autorizada o por intermedio de un sistema no oficial. No obstante, las organizaciones terroristas continúan transfiriendo fondos utilizando ambos sistemas.
    De cualquier manera, no hay duda alguna que hombres de negocios y comerciantes de origen árabe basados en Paraguay estuvieron transfiriendo dinero desde Ciudad del Este, gracias a una red de cómplices en el Banco Central del Paraguay.
    A pesar de las evidencias que tienen en sus manos los fiscales paraguayos y las autoridades de la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (SEPRELAD), casi todas las investigaciones parecen estar congeladas por funcionarios corruptos al más alto nivel.
    Fuentes de las fuerzas policiales y de seguridad que monitorean las actividades ilegales en la Triple Frontera, han confirmado que desde Paraguay y Brasil se transfiere una enorme aunque indeterminada cantidad de millones de dólares a cuentas extranjeras. Esto no es sólo una teoría, dado que han sido identificados varios sujetos que han estado realizando operaciones ilegales, como es el caso de Nassar Hichan Mohamad (DNI del Paraguay Nº 2.186.044) y un familiar cuyo nombre es Atef Ali Walav, entre otros. Tales acciones permitieron descubrir otras facetas de los sistemas de lavado de dinero en Paraguay, diseñados para evitar las leyes que obligan declarar sumas superiores a los 10.000 dólares. Existen múltiples casos de ciudadanos de origen libanés que firmaron declaraciones juradas que no fueron investigadas, pero que en cambio encubrieron fuertes sumas de dinero que podrían haber sido transferidas a organizaciones terroristas por intermedio de sociedades de beneficencia. Resulta muy importante hacer hincapié que en algunos casos el dinero fue transferido a “paraísos” financieros sospechosos en los mismos EE.UU., utilizando diversos métodos ilegales de arbitraje.
    La Oficina del Procurador Fiscal paraguayo tiene otro caso importante de clarificación de dinero que incluye a los cambistas clandestinos, pero a pesar de la evidencia de una actividad ilícita, este organismo no ha intervenido directamente.
    Dejando de lado a los sospechados beneficiarios, las mismas fuentes argentinas de fuerzas de seguridad, afirman que la mayor parte de las transferencias detectadas se originan en contrabando, falsificaciones, evasión de impuestos, clarificación de dinero y otras actividades criminales.
    Existen indudablemente muchas dificultades para medir la escala del sistema informal de transferencia de dinero desde ciudades de la Triple Frontera, en razón de que se realiza -por su naturaleza criminal altamente sensible- mediante métodos que dificultan extremadamente su rastreo y en consecuencia también su cuantificación.
    El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) del Departamento de Seguridad del Territorio Nacional (DHS) y el Departamento del Tesoro de los EE.UU. están presionando al gobierno del Paraguay para que continúe examinando las discrepancias existentes en datos comerciales que podrían ser indicativos de fraude aduanero o clarificación de dinero basada en comercio. Según expertos consultados, grupos criminales que utilizan los sistemas comerciales como el Hawallah y el cambio de divisas en el mercado ilegal, sumados a los esquemas de sobre y subfacturación y a documentos comerciales fraudulentos, producen asimismo una contravaluación al transferir valores y abrir cuentas, dificultando las operaciones de control por parte de los organismos correspondientes. Asimismo, los EE.UU. están presionando al Paraguay para mejorar el sistema legal, a efectos de combatir las actividades criminales y la corrupción estructural de larga data en su Administración.


Manipulacion del zaqat  (diezmo) islamico

    El zaqat es un deber religioso que consiste en un diezmo anual que gira alrededor del diez por ciento de un ingreso personal, que los musulmanes piadosos ofrecen generalmente a los necesitados. El zaqat es por lo general dado o donado directamente a una institución de caridad, la cual distribuye el dinero a los necesitados, o también a las víctimas de desastres naturales, como terremotos e inundaciones.
    Las sumas recolectadas normalmente son canalizadas a las mezquitas locales para los propósitos caritativos mencionados, pero desde hace ya mucho tiempo las organizaciones terroristas chiítas y sunnitas están manipulando el zaqat para apoyar económicamente sus actividades. Resulta importante no confundir -sucede a menudo- zaqat con saddaqa, que es la limosna que ofrecen los fieles en las mezquitas en ocasión de las celebraciones religiosas, similar a lo que sucede durante la Misa de los católicos.
    Abdallah bin Bajad, un funcionario saudita del ministerio del Interior, que estuvo monitoreando las actividades de grupos radicales islámicos, fue muy claro cuando explicó en un documento público de qué manera los grupos radicales musulmanes utilizaban dentro y fuera del reino los fondos donados con fines de caridad, con el objeto de financiar actividades terroristas islamistas.
    Debería sin duda estudiarse las medidas tomadas por las autoridades sauditas contra la estructura financiera de las organizaciones terroristas, como por ejemplo la sociedad de beneficencia Al-Haramain, para intensificar los controles existentes en otros países. No obstante, la situación del reino saudita es realmente muy dificultosa, dadas las condiciones globales de la llamada “guerra contra el terror” lanzada por los EE.UU. y el resultado de la invasión y ocupación de Irak, que requeriría un análisis muy particular a efectos de evitar interpretaciones erróneas. Muy especialmente, porque la Casa Real de Arabia Saudita está enrolada en la corriente moderada de la doctrina wahabita, mientras que muchos de los dirigentes de Al-Qaeda, de esa nacionalidad, constituyen el sector más extremista de la misma.
    El conocido periodista y ex editor en jefe de un diario saudita, aseveró que los fondos recaudados para caridad, incluyendo los destinados a los pobres y necesitados, terminan eventualmente en manos terroristas. El informe manifiesta que han sido descubiertos varios casos, en los que el dinero donado fue encontrado en poder de los terroristas, algunos de los cuales tenían todavía cajas de caridad etiquetadas “Palestina” y “Chechenia.
    En lo que a la Triple Frontera concierne, algunas fuentes consultadas parecen convalidar las sospechas de que el dinero no va por lo general a los necesitados sino al Hizballah y a clérigos libaneses.


Tráfico de armas y contrabando de mercadería

   
El contrabando en la Triple Frontera incluye drogas, licor, cigarrillos, armas y documentos falsificados.
    Un informe de la Secretaría Federal de Ingresos (SRF) del Brasil, muestra que las autoridades aduaneras confiscaron bienes falsificados y de contrabando en Foz do Iguazú, Paraná, a lo largo de un período de tres meses, desde enero hasta marzo de 2007, que registran un incremento del 27 por ciento con respecto al año anterior. De acuerdo a esa misma fuente, es decir el SRF, el  44% de los productos secuestrados eran cigarrillos y equipos electrónicos.
    También, durante el mismo período se confiscaron 475 Kg. de marihuana, 187 Kg. de cocaína, 4,11 Kg. de crack y 2.110 proyectiles. Uno de los informes revelados y que han sido confirmados por medios de prensa del lugar confirma que meses atrás un avión de carga Jumbo 747 estaba siendo reparado y pintado en un aeropuerto de Paraguay. Fueron identificados como dueños de esa unidad de dudoso origen un ciudadano francés y otro colombiano. Otra aeronave, un DC-8,  estaba asimismo a punto de ser pintada. Lo que llama la atención es que la terminal aérea no tiene ningún tipo de autorización para realizar este tipo de tareas, ni tampoco la infraestructura para realizar dichos
trabajos y podría poner a otros aviones y pasajeros en peligro. Las revisiones y reparaciones estaban siendo realizadas por 15 ciudadanos bolivianos no identificados, que fueron observados cuando realizaban esas tareas.


Secuestros

   
Diversas ciudades de la Triple Frontera como Ciudad del Este son el foco de secuestros en la región, que cuentan con el apoyo de una amplia red de jueces y fiscales corruptos, que incluso cooperaron en esos delitos y en la liberación de conocidos criminales -miembros de conocidas “familias” mafiosas-, vinculados a los raptos de Julio Cesar Teixeira Portillo, Adriana Mabel Abdallah Oviedo, Patricia Raquel Torales Sosa y Pablo González Morel, que tuvieron lugar algún tiempo atrás.
    Uno de los miembros del clan Barakat, que han operado en transferencia de dinero al Hizballah libanés, fue también secuestrado meses atrás y liberado luego que su familia pagara un rescate, aunque las circunstancias que rodearon ese hecho son realmente sospechosas.
    Otras de las fuentes consultadas de la investigación del secuestro del comerciante japonés Hirokazu Ota en el departamento de Caguazú, informó que un equipo de 10 oficiales de policía del país asiático especializados en este tipo de delitos y en contraterrorismo, llegaron incluso a Paraguay para obtener su liberación, que se concretó el 24 de abril de este año. Nunca pudo saberse, sin embargo, si fue pagado algún rescate a quienes lo secuestraron.


ACTIVIDADES SOSPECHOSAS RELACIONADAS CON EL TERRORISMO


    Aunque no está probado que la Triple Frontera albergue células de ataque de organizaciones terroristas, hay suficientes elementos que permiten identificar actividades desarrolladas por activistas relacionados con el Hizballah libanés y el movimiento palestino HAMAS, como también con las FARC colombianas y el peruano Sendero Luminoso.
    Uno de los principales problemas que enfrentan los funcionarios argentinos de los tres poderes del Estado, y por extensión también los servicios de inteligencia, seguridad y policiales -que desenvuelven sus actividades en el marco de un plexo legal inadecuado para hacer frente a la creciente amenaza del terrorismo y el crimen organizado y la convergencia entre ellos-, es sin duda la inexistencia de una formación académica integral que alcance a todos los niveles de la Administración.

    Quien escribe estas líneas ha destacado desde hace mucho tiempo -respondiendo a declaraciones de funcionarios públicos, que parecen desconocer la naturaleza del terrorismo- que las actividades islamistas en la Triple Frontera incluyen actividades que son propias de un sistema -el terrorista- que no consiste solamente en la etapa final de lanzamiento de un ataque suicida o de otra especie, sino que incluyen también la predicación distorsionada del Islam, el reclutamiento de cuadros, su posterior adoctrinamiento y entrenamiento en campos especiales, propaganda, recaudación de fondos y el armado de células de apoyo logístico. Las células de apoyo logístico, según prueban patrones y estadísticas, pueden convertirse ante una sola orden en células de ataque, dado que su preparación previa les permite cambiar de modo a la mínima orden.

    En definitiva, cuando una organización lanza un ataque terrorista suicida, como sucede a diario en numerosos lugares del mundo, es el eslabón final de una larga cadena de partes integradas a un sistema altamente complejo, que individualmente no tendrían tal vez tanta efectividad.
    Uno de los principales problemas que enfrentan las fuerzas de la ley en la Argentina
es que poco o nada se hace para darles academia y entrenamiento adecuado a sus miembros, dada la altísima complejidad de las amenazas que se enfrentan.



Redes terroristas detectadas en la triple frontera


    Sin descartar la presencia en la región de la Triple Frontera de células vinculadas a la red Al-Qaeda, en este momento los mayores simpatizantes y cuadros pertenecen al Hizballah y a HAMAS, como ya fue mencionado. Los miembros de estas organizaciones están asimilados a la comunidad árabe local y aparecen muy seguido como hombres de negocios y vendedores en centros comerciales en los que encubren sus actividades.
    No obstante, las células islamistas con actividades más sensibles operan muy probablemente y por razones de seguridad fuera de las principales ciudades ya mencionadas de la Triple Frontera. Fuentes de inteligencia han también mencionado que grandes sumas de dinero procedentes de actividades ilegales.
    Fuentes de inteligencia indican también que la mayor parte de las ganancias producidas por actividades ilegales, termina en las arcas de las yihadistas mencionadas, mediante los esquemas y métodos suficientemente descriptos en apartados anteriores.



El clan Barakat y otras conexiones del Hizballah


    Luego de los ataques del 11 de septiembre de 2001 en los EE.UU., diversos Departamentos y Agencias de ese país han incrementado el monitoreo de individuos y grupos que registran vínculos sospechosos con organizaciones terroristas en la Triple Frontera, los cuales son considerados una amenaza a la seguridad interna y global por parte del gobierno estadounidense.
    La región de la Triple Frontera es sin lugar a dudas una región segura para miles de individuos que han tomado ventaja de los límites porosos entre los países con fronteras comunes, pero muy especialmente de las leyes de inmigración paraguayas, condiciones que les permiten desarrollar sus actividades ilegales.
    El clan Barakat y sus cómplices han utilizado las ganancias obtenidas con el narcotráfico, principalmente cocaína, para transferir grandes sumas de dinero a cuentas bancarias en instituciones del Medio Oriente que se encuentran bajo sospecha. Muchos de los hombres de negocio conectados a este clan han ganado una gran influencia política en la región de la Triple Frontera, lo cual les permite disponer de una red de funcionarios corruptos dentro de las burocracias regionales y también de jueces, fiscales, miembros de servicios de inteligencia y fuerzas de seguridad y policiales. Lamentablemente, las redes de corrupción incluyen periodistas, que se encuentran en las nóminas de funcionarios y traficantes vinculados al crimen organizado.
    Algunos de los sospechosos pertenecientes al clan Barakat fueron oficialmente identificados por el Gobierno de los EE.UU., confirmando las informaciones que sin tantas pruebas a disposición estaban ya en manos de numerosos especialistas en terrorismo islamista. Sus perfiles son los siguientes:

  • Mohammed Yusif Abdallah

    Considerado una miembro senior del Hizballah en la región de la Triple Frontera, como asimismo un importante contribuyente a esta organización terrorista libanesa. No solamente hospedó a un recaudador del Hizballah que visitó la región en 2004, sino que también llevó personalmente dinero al Líbano para ser entregado a esta organización.  También recibió fondos del Hizballah para apoyar sus redes en la región y según el Departamento de Estado de los EE.UU., el citado Muhammad Yusif Abdallah viajó al Líbano para mantener entrevistas con la conducción del Hizballah y miembros de su división de seguridad.
    Abdallah es propietario y director del edificio de la Galería Page en Ciudad del Este, un centro comercial con diferentes locales que pertenecen a miembros del Hizballah. Abdallah paga un porcentaje de sus ingresos (zaqat o diezmo), basados en las ganancias obtenidas en dicho centro de compras. Además de sus actividades relacionadas con el Hizballah, Abdallah estuvo involucrado en la importación de mercaderías por contrabando, incluyendo productos electrónicos, falsificación de pasaportes, fraudes con tarjetas de crédito y tráfico de dólares también falsificados.

  • Hamzi Ahmad Barakat

    Miembro del Hizballah en la Triple Frontera y sospechoso de traficar narcóticos, dólares estadounidenses falsificados, armas y explosivos. Propietario y gerente general de Casa Hamze, un almacén en la Galería Page, que ha empleado a miembros del Hizballah y servido como una fuente de financiación para esta   organización terrorista. Hamzi Ahmad Barakat y Assad Ahmad Barakat, que    figura en la lista de Terrorista Global EspecialmenteDesignado (Specially Designated Global Terrorist o SDGT) por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de los EE.UU., son hermanos que han sido socios en Casa Hamze. Resulta importantísimo mencionar que poco después del atentado contra la embajada de Israel, en marzo de 1992, el nombre Clan Hamze fue mencionado entre otros rumores como habiendo prestado apoyo logístico a la operación terrorista autoadjudicada por la Yihad Islámica, uno de los brazos armados del Hizballah en ese momento.   

  • Hatim Ahmad Barakat

           La información -como parte del proceso de Inteligencia- enviada al Líbano con destino al Hizballah fue canalizada a través de dos individuos: el ya mencionado Assad Ahmad Barakat y su hermano Hatim Ahmad Barakat. Según pruebas en manos del Departamento de Estado, Hatim Ahmad Barakat viajó a Chile para recaudar fondos que se entendía eran para el Hizballah y para supervisar su transferencia al Líbano. Este sujeto registra negocios en ciudades de la Triple Frontera con dirigentes de alto rango del Hizballah y está profundamente involucrado con los negocios de Assad Ahmad Barakat, teniendo en copropiedad diversas empresas. Entre ellas resalta Casa Apollo, incluida en la lista estadounidense de Terrorista Global Especialmente Designado. 

  • Muhammad Fayez Barakat

           Muhammad Fayez Barakat es el responsable de la red financiera del clan y debido a esto organizaba la transferencia de dinero desde la Triple Frontera al Medio Oriente. En julio de 2006, recaudaba dinero en la primera región Muhammad Fayez, hospedaba recaudadores para el Hizballah y enviaba dinero a la organización terrorista en el Líbano. También ha provisto asistencia financiera a su primo Assad Ahmad Barakat. 

  • Mohammed Tarabain Chamas

         Miembro del Hizballah en la Triple Frontera y especialmente uno de sus agentes de contrainteligencia, Mohammed Tarabain Chamas ha estado a cargo de proveer información sobre residentes de la región. Secretario Privado del ya   mencionado Mohammed Yusif Abdallah, importante dirigente del Hizballah. Además de mantener estrechos contactos con miembros del Hizballah, Mohammed Tarabain Chamas ha tenido contactos diarios con algunos de sus miembros en el Líbano e Irán y transportado fondos desde la Triple Frontera hasta el Líbano. 

  • Saleh Mahmoud Fayad

            Saleh Mahmoud Fayad fue un operativo de contrainteligencia para el Hizballah en la región de la Triple Frontera y en julio del año pasado recaudaba fondos para la organización. Registra un viaje en 2000 al Líbano e Irán, donde entrevistó a miembros de la organización libanesa.   

  • Sobhi Mahmoud Fayad

            Miembro de alto rango del Hizballah en la región de la Triple Frontera Sobhi Mahmoud Fayad sirvió como enlace entre la embajada iraní y miembros del Hizballah. También ha sido un cuadro operativo profesional que viajó al Líbano e Irán para entrevistar a altos dirigentes de la organización libanesa. Recibió entrenamiento miliar en el Líbano e Irán y estuvo involucrado en actividades ilícitas como tráfico de drogas y de dólares estadounidenses falsificados. Fue también asistente ejecutivo de Assad Ahmad Barakat. Sobhi Mahmoud Fayad fue sentenciado a seis años y medio de prisión en Paraguay por evasión de   impuestos. Durante su juicio en 2002, la unidad contraterrorismo de la Policía Nacional paraguaya describió de manera muy precisa las transferencias de dinero al Líbano, con destino a sociedades de caridad controladas por el Hizballah 

  • Ali Muhammad Kazan

             Según la información suministrada por el gobierno estadounidense, Ali Muhammad Kazan es el posible sucesor de Assad Ahmad Barakat como líder de la estructura política del Hizballah, además de comandar actividades de contrainteligencia del Hizballah en la región de la Triple Frontera. En agosto de 2006, en plena guerra contra Israel, dicho cuadro ayudó a recaudar medio millón     de dólares de comerciantes libaneses en la región. Registra viajes al Líbano desde 2001 con el objeto de recibir directivas de los dirigentes del Hizballah, incluyendo un mensaje de su líder, jeque Hassan Nasrrallah. Mantuvo asimismo contactos comerciales estrechos con Assad Ahmad Barakat.  

  • Farouk Omairi

           Alto miembro y coordinador de actividades con otros militantes del Hizballah en la región, fue una figura clave en la procuración de documentación paraguaya y brasileña falsa. También ha ayudado a individuos a obtener ilegalmente la ciudadanía brasileña a individuos, utilizando documentación falsa. Farouk Omairi estuvo involucrado en operaciones de narcotráfico entre Sud América, Europa y el Medio Oriente. 

  • Casa Hamze

             Casa Hamze es la empresa mencionada en parágrafos anteriores, ubicada en la Galería Page.  

  • Galería Page

            Galería Page, ya mencionada es un centro de compras situado en Ciudad del Este, Paraguay, considerado el cuartel general central de los miembros del Hizballah en la región, sirve además como fuente de recaudación de la organización. Sus propietarios actuales son miembros de la organización libanesa y del clan Barakat, quienes envían a sus superiores los fondos generados por los diferentes negocios.


Puntos en común entre crimen organizado y organizaciones terroristas

    Este informe no pretende ni intenta examinar en profundidad el crecimiento del crimen organizado y el terrorismo y los vínculos entre ambos fenómenos. Debe sin embargo enfatizarse que utilizan métodos similares para ocultar todas sus actividades ilegales, previamente descriptas.  
    Organizaciones criminales en la región de la Triple Frontera con alcance global y regional, como las libanesas, colombianas, brasileñas, chinas, rusas y delincuentes de otros orígenes, comparten muchos puntos en común con movimientos y grupos terroristas, entre ellos el desarrollo y ocultamiento de actividades como narcotráfico, recaudación de fondos, secuestros, contrabando, extorsión y clarificación de dinero, etc.:  

  • Criminales y terroristas tienen millones de dólares estadounidenses y otras divisas en efectivo, los cuales son principalmente transferidos desde sus depósitos fijos a cuentas o personas en el extranjero, recayendo en organizaciones de “fachada” y sistemas muy complejos de transferencia de dinero.

  • Criminales y terroristas usan pasaporte falsos u obtenidos de manera fraudulenta y todo tipo de documentos de viaje, credenciales de empresas y licencias de conducir.

  • Criminales y terroristas utilizan los mismos métodos y rutas para traficar narcóticos, armas, mercadería falsificada, etc.

  • Criminales y terroristas utilizan compañías “fantasma”, individuos de “fachada”, correos de confianza y comunicaciones para conducir sus operaciones y negocios. Las redes de Al-Qaeda y organizaciones criminales de primera línea, por ejemplo, están siempre buscando tecnología de punta para ocultar sus activos y conducir sus negocios  usando medidas y contramedidas sofisticadas para evitar detección, monitoreo y acciones punitivas de la inteligencia enemiga y fuerzas de la ley.

  • Entre otras tecnologías de punta utilizadas  por organizaciones criminales y terroristas de primera línea, se cuenta el uso de teléfonos satelitales, celulares, sistemas de radio móvil celular de acceso múltiple por división de códigos, técnicas de comunicaciones seguras y sistemas de mensajes encriptados por Internet. La tecnología utilizada incluye sistemas como el PABX (siglas del Private Automatic Branch Exchange), que es un tipo de nodo de comunicaciones cuya principal utilidad es la conexión con la red telefónica y que comprende mensajería vocal, concentrador de terminales y autoconmutador. Esto permite a las organizaciones criminales y terroristas prevenir o al menos disminuir riesgos de detección por parte de fuerzas enemigas y agencias ultra secretas como la estadounidense Agencia Nacional de Seguridad (NSA). No obstante y para evitar riesgos, la conducción de Al-Qaeda Central basa sus comunicaciones en el uso de redes y cadenas de correos humanos de la más estricta confianza.

    La conclusión principal del presente trabajo es que si bien las actividades más peligrosas en la región de la Triple Frontera están representadas por organizaciones del crimen organizado, en muchos casos estas constituyen un brazo del terrorismo regional y/o global, con el objeto de recaudar fondos y desarrollar acciones, utilizando metodologías que permiten ocultar al mundo su verdadera condición.
    Todo ello sin perjuicio del agudo proceso de convergencia entre las organizaciones terroristas seculares y religiosas con aquellas vinculadas al crimen organizado.
     Finalmente, en la medida en que los gobiernos de la Argentina, Brasil y Paraguay no logren avances contra los flagelos combinados que se han descripto brevemente en el presente estudio, se abrirá el camino para la intervención directa estadounidense en la región de la Triple Frontera, objetivo que forma sin duda parte de su proyección geopolítica en América el Sur.

Horacio Calderón
Experto en Medio Oriente y Afr

 

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