Informaciones de último
momento provenientes de fuentes cubanas aseguran que el estado de salud de
Fidel Castro está en su “fase terminal” y que incluso ya podría
haber muerto.
De haberse dado esta última posibilidad es evidente
que su hermano Raúl -a quien Fidel delegó el gobierno de Cuba hace más de un año
al tener que someterse a una delicada intervención quirúrgica de la cual nunca
se repuso- no difundirá la noticia de inmediato. Una costumbre de los regímenes
comunistas que también tuvo su ejemplo al fallecer Leonid Brezhnev, cuya muerte
recién fue conocida después de haber transcurrido casi una semana.
Según las fuentes, hay
cuatro militares que han sido detenidos en Cuba por investigar y descubrir
–señalan- que Fidel Castro está muerto. Uno sería un comandante de
apellido Chourio y los tres restantes eran edecanes del octogenario líder
cubano.
Los médicos que venían
atendiendo a Castro estaban haciendo lo imposible por prolongarle la vida, pero
tanto su familia como los altos dirigentes del régimen estaban concientes de que
aquél se encontraba en sus días finales.
Incluso los facultativos habían pensado trasladar a
Fidel desde el CIMEQ (Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas), donde se
encontraba internado, hacia su casa en el barrio de Jaimanitas. Pero como en esa
residencia los dormitorios están en el segundo piso y Fidel no estaba en
condiciones de subir las escaleras, se cambiaron los planes y fue derivado a la
Casa 12 de Protocolo, justo detrás de la residencia del embajador de España.
Sin embargo, al agravarse su
estado de forma alarmante, el “comandante” fue llevado nuevamente con urgencia
al CIMEQ.
Las fuentes –que forman
parte de la oposición al régimen castrista- aseguran que éstas no son meras
especulaciones y que a su vez recibieron informaciones de última hora de
personas que están “muy cerca de donde están ocurriendo los
acontecimientos”.
Se indica además que, como una prueba de que se
esperaba de un momento a otro un desenlace, el personal de seguridad de Fidel
Castro, que se cuenta por centenares, estaba siendo dispersado y muchos de ellos
trasladados a otras unidades. Toda una señal.
En los mandos medios y bajos se comentaba además que posiblemente ya el
viejo líder esté muerto clínicamente y se encuentre entubado, mientras los
“herederos”, tanto familiares como políticos, estarían buscando la mejor
oportunidad para desconectarlo y anunciar su muerte.
Lo concreto, en definitiva,
sería que Fidel Castro ya nunca saldrá con vida del CIMEQ.
Precisamente la celebración
de su 81º cumpleaños, hace pocos días, fue muy austera y tuvo un marcado
contraste con la realizada un año atrás, con miles de personas en las calles
vivando al líder y desplegando pancartas de adhesión a su figura.
Cabe inferir, entonces, que
de haberse concretado este desenlace o si se está arribando al mismo, le
aguardan a Cuba horas muy agitadas, en medio de los odios y adhesiones que
concitó Fidel Castro a lo largo de 47 años y, por consiguiente, de la euforia de
sus opositores y la tristeza de sus seguidores.
¿Chávez enfermo?
Otro que no la está
pasando bien con respecto a su salud, aunque sin alcanzar la gravedad de su
idolatrado líder cubano y “ejemplo a imitar”, es el presidente venezolano
Hugo Chávez.
De acuerdo a lo informado
por el periodista caraqueño Francisco Pérez, en el entorno chavista “se
prendieron las alarmas ya que corre como pólvora la preocupante versión de que
Hugo Chávez Frías está seriamente enfermo”. El diagnóstico
circulante da cuenta de una severa lesión en la columna vertebral que se
le agudiza cada día que pasa. Concretamente, tendría afectados los discos de la
quinta vértebra lumbar y la primera sacro-lumbar, lo que le está causando
irresistibles dolores.
Según el periodista, “esa
dolencia ya le había sido tratada a Chávez de urgencia en su reciente viaje a
Rusia, y antes había pasado por las manos de médicos cubanos en sus tantos
viajes a la isla caribeña. La alternativa inmediata es el quirófano, pero el
presidente se resiste a una intervención quirúrgica obedeciendo recomendaciones
expresas de Fidel Castro, con experiencia propia, y porque además el
post-operatorio sería largo y penoso, con cama obligada por varios meses, y no
hay a la vista un reemplazo confiable”.
Agrega Pérez en su
información que Chávez insiste en que tampoco se operará en el exterior, ni
siquiera bajo tecnología francesa, una de las más avanzadas en la especialidad,
y que si no tuviera otro camino, escogería traer al país los mejores médicos de
Francia, que ya le fueron ofrecidos y, con apoyo científico de la medicina rusa
y los experimentados cubanos, atender la emergencia en Venezuela.
Sin embargo el aspecto más
preocupante en la salud de Chávez está dado en que sus médicos de cabecera se
habrían encontrado con otra situación todavía más delicada, y es que el caudillo
venezolano estaría padeciendo también un agudo problema hepático. Además no le
estarían funcionando a ritmo normal los riñones, generando una complicación
adicional ya que se estarían registrando en su organismo filtraciones de
líquido, que se le manifiestan a simple vista.
Seguramente las dolencias de
Chávez pueden muy bien verse agravadas aún más estos días, ante el creciente
escándalo generado por el descubrimiento en el Aeroparque de la Ciudad de Buenos
Aires de un maletín lleno de dólares no declarados que transportaba uno de sus
esbirros de la Guardia Nacional.
Un tema que el bolivariano
pretende apurarse a disimular adelantando la presentación, en estas horas, de su
proyecto de reforma constitucional, lo cual estaba previsto para más adelante.
Como puede apreciarse, la
izquierda latinoamericana tiene sobrados motivos de preocupación: por un lado,
la pérdida de su máximo líder, Fidel Castro, y por el otro el estado de salud de
Hugo Chávez y los coletazos del “dólar-gate”.
No es poco. Podría decirse,
más bien, que son demasiados cachetazos en pocos días.
Carlos Machado