La desprolija expulsión del director técnico Miguel Ángel Russo puso en evidencia qué poco queda hoy de la gran unión que mostraba el Club con más socios y con más presupuesto de Argentina en diciembre del 2019.
La dupla de la agrupación “Juntos Por Boca” integrada por Jorge Amor Ameal y Mario Pergolini ganó las elecciones generales en forma contundente frente a la fórmula de la oposición que presentí el “angelismo”.
Desde fines de diciembre del año pasado muchos integrantes de la Comisión Directiva (CD) de 30 miembros, que fueron elegidos por Ameal, se han ido alejando del club. El primero fue el vicepresidente Mario Pergolini. Este fue el comienzo de la peor crisis político-institucional y económica de los últimos 30 años.
La de Pergolini no fue una renuncia más. Está relacionada directamente con los negocios que genera el club con más presupuesto, más socios y más hinchas de la Argentina. El presupuesto 2021 supera los $ 4.500 millones de pesos, tiene 80.000 socios y 120.000 socios adherentes que no han dejado de pagar la cuota social que va entre $ 450 y $ 750 por mes.
El balance del primer semestre del 2020 aprobado en solo tres minutos de reunión mostró una pérdida de unos $ 400 millones frente a al superávit de $ 1.800 millones del segundo semestre del 2019 que dejo la gestión de Daniel Angelici. Es un indicio de como en términos económico financiero puede finalizar la actual gestión.
Lo más preocupante en el Mundo Boca es el clima interno político institucional. Dentro del Mundo Boca se comenta que hay distintos negocios que se manejan en la sede Brandsen 805, que Ameal delegó en sus colaboradores más importantes y donde los restantes miembros de la CD no tienen ninguna injerencia.
Puertas adentro del club a estos directivos los llaman “Los Tres Mosqueteros”. Son Carlos Navarro, el encargado del Departamento de Obras, Martin Mendiguren responsable del Departamento de Deportes Amateur y Alejandro González en la Dirección de Relaciones Publicas del club. Todos ellos son miembros de la CD pero tienen acceso a información y distintos negocios del club que otros integrantes de la CD no tienen.
Ricardo Rosica, el Secretario General del club, otro integrante de la CD está a cargo de las tareas administrativas que no están relacionados con los negocios y no tiene buena relación con los otros tres.
Rosica, luego de los disturbios en el Mineirao se habría comenzado a acercar a Juan Román Riquelme cansado de los malos tratos de Ameal y sus colaboradores cercanos. Él fue quien tuvo que dar la cara en Brasil por los disturbios en el estadio Mineirao de Belo Horizonte junto al abogado del club Orlando Giménez que también está más cerca de Riquelme ahora.
Para entender cómo funciona la estructura montada por los colaboradores dentro de la sede de Brandden 805 hay que mencionar que desde abril del 2020 hasta ahora se realizaron unas 16 reuniones Comisión Directiva por zoom para respetar los protocolos.
En las reuniones aparecen Ameal y sus colaboradores juntos en la oficina del club o en otro lugar mientras que el resto participa desde sus respectivas oficinas y domicilios sin ir al club.
“Lo preocupante es que nunca se hable de futbol en esas reuniones, que es lo que a todos nos interesa, y se hablen de otros temas como la refacción de las cabinas, o el pintado de las butacas que ya se pintaron varias veces en la pandemia cuando la gente no va a la cancha”, dijeron las fuentes a Nuevas Palabras.
Navarro es el principal impulsor del llamado Proyecto 360 que consiste en agrandar la Bombonera comprando las propiedades que dan a la calle Del Valle Iberlucea, un proyecto que no cuenta con la aprobación de las autoridades de CABA.
El estudio de arquitectura del padre de Navarro es el encargado de todos los proyectos de obras ya que por la pandemia no se hacen llamados a licitación.
En las redes sociales Navarro, que es presidente del “Movimiento Boca Ciudad”, es señalado como hincha del club Velez Sarfield. Es responsable de la denuncia alguna de las causas que el club tiene abierta en la justicia de CABA por la muerte de un trabajador que cayó de un andamio cuando pintaba las paredes que dan a la calle Brandsen. Lo más grave de la denuncia laboral y penal de la viuda del trabajador consta que estaba “trabajando en negro”.
En el Mundo Boca también hay serias sospechas sobre el manejo del deporte amateur a cargo del directivo Martin Mendiguren. Al parecer por los números de las transferencias de jugadores de distintas disciplinas no sería tan amateur. Mendiguren fue Gerente de Sistemas en la anterior gestión de Ameal y está a cargo de varios negocios como la supervisión de la promoción de ventas y tiene incidencia en la contratación de los servicios relacionados con el departamento de informática.
Él, junto a Navarro, maneja toda el área de eventos, viajes y estadías. Una de las sorpresas que muestra el balance aprobado del primer semestre del 2020 es el aumento de los gastos relacionados con actividades que casi no tuvieron movimientos durante la pandemia.
Los negocios están divididos en dos sedes. El “Boca Brandsen” y por otro lado el “Boca Ezeiza” que manejan los allegados al ídolo del club Juan Román Riquelme que antes de las elecciones coqueteaba con el oficialismo y la oposición.
“Les pedía a ambos lo mismo que era quedarse con el manejo del futbol y Ameal se lo dio para sumarlo a la campaña. Lo diferente de ambas sedes es que en Brandsen los directivos no cobran sueldos del club mientras que en Ezeiza los salarios que paga el club a los principales responsables van desde los $ 800.000 a Un millón de pesos mensuales”.
En Ezeiza hay muchas dudas sobre el manejo de la indumentaria que provee Adidas y sobre las compras que se hacen en el predio. Lo novedoso es que ningún miembro de la CD puede entrar a Ezeiza sin la autorización de los integrantes del Consejo de Futbol formado por Raúl Casini, Jorge Bermúdez y Marcelo Delgado que dependen directamente de Riquelme. La compra de alimentos y bebidas y provisiones están a cargo del hermano de Riquelme y del hijo de Bermudez.
“Todo queda en familia y el presidente Ameal, como nosotros, tiene que pedir autorización para visitar el predio y el resto de nosotros ni siquiera puede entrar allí” comenta uno de los integrantes de la CD alejado del club que estuvo 8 años en el armado político para que Ameal llegara a la presidencia.
Lo más grave hoy es la forma poco democrática que muestran el presidente y el vicepresidente segundo y sus colaboradores cercanos para manejar el club y los negocios poco claros relacionados con las dos áreas en que se dividieron el club. En ambas sedes hay denuncias de trabajadores por malos tratos y también por violencia de genero.
Algunos trabajadores en relación de dependencia han sido desplazados de sus funciones y reemplazados por contratados. Comentan que los más grave es que Ameal dejó en manos de tres integrantes de la Comisión Directiva (CD) una gran parte de los negocios del club y en el Consejo de Futbol el resto como las compra venta de jugadores y el manejo de Ezeiza. “Nadie los controla y manejan el club como si fuera de ellos, pero el club es de los hinchas que algún día volveremos a la cancha” comenta un trabajador despedido en plena pandemia.
En lo que respecta al clima político institucional hay que mencionar que la última vez que se pelearon Ameal y Riquelme fue por la salida de Miguel Ángel Russo. “El que pidió en primera instancia que echen a Russo, no fue ninguno de ellos dos pero finalmente luego de ese llamado de alguien muy cercano al club lo echaron, y Riquleme no estaba de acuerdo” comenta un directivo de la CD.
La primera de las peleas entre ambos, la que pocos conocen de la muchas que hubo, fue en el partido contra Gimnasia y Esgrima de La Plata en “La Bombonera” donde Boca salió campeón. Ambos se negaban a darle la placa de reconocimiento a Diego Armando Maradona. Finalmente fueron los ex jugadores como Miguel Ángel Brindisi y Hugo Perotti quienes entregaron la distinción a Diego. Luego Carlos Tévez, otro echado por la dupla, lo recibió debajo de los Palcos Sur de la cancha.
En caso de una renuncia o fallecimiento el presidente Jorge Amor Ameal no tiene un reemplazante directo. Podría quedar un presidente interino elegido dentro los 30 miembros de la CD o hay que llamar a elecciones si no se ponen de acuerdo. No se puede repetir la experiencia del 2008 cuando Ameal reemplazó en la presidencia del club a Pedro Pompillo cuando falleció.
Ameal era el vicepresidente y hoy el club no tiene vicepresidente. Por ese motivo en el entorno de Ameal se jactan que si el vicepresidente 2do Juan Román Riquelme exigiera en algún momento la renuncia del presidente, él no podrá reemplazarlo. El vicepresidente, Pergolini, renunció y el vicepresidente 2do no figura dentro de los estatutos en la línea de sucesión.
Cuando la política entra en un club....... Pero, como le piden los periodistas a los políticos, lleguen a un acuerdo.