En el oficialismo saben que después del 10 de diciembre se viene un ajuste, aunque lo nieguen en público, entienden que pasadas las elecciones necesitan un acuerdo con el FMI y ello implica una corrección importante del déficit fiscal. Para ello ahora buscan tender puentes con la oposición. Se sabe que para llevar a cabo esa tarea tendrán que, por lo menos, subir las tarifas de los servicios públicos.
En palabras del jefe de Gabiente, Santiago Cafiero, la idea es tratar de recomponer el clima que al inicio de la pandemia. Es decir, la idea es “socializar” un poco los costos de las medidas impopulares que haya te tomar. Prevén que para la salida de la crisis económica que profundizó la pandemia va a ser necesario un acuerdo, sin importar quien gane en las elecciones legislativas.
Por lo menos, eso quedó expuesto en las disertaciones de los oradores que estuvieron en la reunión virtual del Council of Américas de Buenos Aires, cuya pata local es la Cámara Argentina de Comercio. La idea de un “entendimiento” o del “consenso” de un programa de largo plazo fue el eje de los discursos. Desde el lado del oficialismo, está la necesidad de encarar algunas medidas, como es la suba de las tarifas desde 2022, y desde la oposición, en razón de percibirse como una alternativa.
Cafiero dejó de lado la muletilla de responsabilizar a la anterior gestión de los problemas económicos para su presentación. Afirmó que “es necesario que construyamos consensos políticos”. “Argentina siempre ha resuelto de modo democrático la diferencias. En Argentina las diferencias se dirimen en las urnas”,agregó. En ese sentido, el jefe de Gabinete convocó a la sociedad a “ser parte de la generación que tuvo el coraje de sentarse con los que piensan distinto, porque sentarse con los que piensan igual es sencillo”. En ese sentido, invitó a reeditar el clima de entendimiento con la oposición que hubo al principio de la pandemia. “El año pasado supimos construir consensos para la pandemia, ahora debemos construir un consenso para la recuperación de la economía”, enfatizó.
Por su lado, Sergio Massa, el presidente de la Cámara de Diputados, que a su vez es parte fundamental del armado de la coalición gobernante, le puso fecha a esa mesa de diálogo: “Es fundamental que a partir del 10 de diciembre encontremos un mecanismo para llevar un consenso de 10 acuerdos básicos”, afirmó el titular de la Cámara baja. Massa expuso algunas de las ideas que debería tener ese acuerdo que a su entender “requieres de despojarse de una mirada mezquina”. “Terminada la elección, entendiendo que todos vamos a tener que ceder un pedacito para que haya una mesa que le dé al país una perspectivas de desarrollo por 20 años”, añadió. Según Massa el consenso debe girar en torno de una reforma al sistema educativo, un nuevo acuerdo federal entre la Nación y las provincias, un entendimiento sobre energías renovables, uno sobre el marco institucional y un acuerdo sobre cómo encarar futuras tomas de deuda, que solo debería ser de largo plazo para proyectos de infraestructura.
La idea del acuerdo también fue expuesta por el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, quien se posicionó ya como potencial candidato presidencial en 2023. Indicó que “nunca vamos a poder resolver los problemas que tenemos si seguimos alimentando la grieta” y advirtió que “la necesidad de la gente está por encima”. Larreta dijo que las reformas que requiere la Argentina para lograr un crecimiento económico con estabilidad “no se pueden ganar por un voto en el Congreso ya que se requiere de amplia mayoría legislativa y en la sociedad”. Para el jefe de Gobierno porteño, “hay que construir un Estado que facilite oportunidades” en tanto consideró que “hay que terminar con la dicotomía entre los público versus lo privado”. En tal sentido, Larreta también mostró que en un potencial diálogo pondría algunos límites. Dijo que ese entendimiento tiene que estar “basado en la transparencia y respeto a la ley”. “El respeto a las Instituciones y el rechazo al privilegio no son negociables. Seamos quienes seamos tenemos que cumplir con la ley”, advirtió.
Entre los candidatos a las legislativas habló María Eugenia Vidal. La ex gobernadora pronunció un duro y crítico discurso contra el gobierno. Reconoció la necesidad de un acuerdo político amplio para fijar condiciones para el largo plazo, pero fijo algunas condiciones. “Para nosotros no es negociable una reforma institucional para beneficiar al poder”, dijo al referirse más precisamente a la reforma judicial y a la designación del procurador. Vidal agregó que un acuerdo debe incluir “un plan de estabilización económica que tiene que tener un sendero fiscal porque sin déficit no hay emisión y sin déficit no hay deuda”. Por otro lado, sostuvo que “el país se construye sobre la iniciativa privada”.
En tanto, el neurólogo Facundo Manes, el candidato del radicalismo en la provincia de Buenos Aires, insistió en la idea de que “la grieta nos embrutece” y que se requiere “construir un clima de época en torno de una revolución del conocimiento”,mientras que la mendocina Anabel Ferández Sagasti coincidió en que “ha llegado la hora de un acuerdo social para el desarrollo” que en su criterio tiene que estar basado en la inclusión y en la fortaleza de las pequeñas y medianas empresas.