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El fantasma de Bolaño recorre la Feria del Libro

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    Un fantasma recorrerá públicamente la Estación Cultural Mapocho, al inaugurarse este 29 de octubre la Feria del Libro en Chile. 132 expositores con la Unión Europea invitada de honor y el fantasma del más viajero de nuestros narradores en el siglo XX y el sencillo del XXI, que le permitió la vida al inefable fantasma real de Roberto Bolaño.

 

    Las ferias de libros son actos comerciales, puestas en escenas de estrellas, negocios de tinta y papel, sitios para hojear lo último que ha llegado a la aldea global, recintos cargados de papel escrito donde se encumbran los que ya están volando.

    La Estación Mapocho, la gare junto a la vieja feria Central de abastos en Santiago de Chile, me tare los recuerdos de mis viajes semanales a Viña del Mar y de uno en especial post golpe, humeante la pólvora militari, el salvaje Oeste chilensis. Llegué presuroso un fin de semana y compré dos boletos en primera clase , como correspondía a viajeros precavidos en esos momentos, y recibí mis tiquetes de cartón del FFCC.
    Pasé los tiquetes al inspector y entré al recinto de la Estación, limpio, desolado, ferrocarrilero y de pronto sentí los sones de La Guantanamera, predije y me anime para is adentros, esto no está perdido del todo. Subí cuando terminó el son y a los 45 minutos se detuvo en tren en la nada Subió un marino de metro 90 con una lista y comenzó a bajar gente de los vagones. Llegué tarde a Viña, fuera del toque de queda. Nos esperaban tanques prusianos en la estación del aristocrático balneareo, con soldados en pie de combate. Llegué en medio de  tiros a un barrio de la alta burguesa familiar. Toda la noche hubo descargas de los cerros. Era el Chile de esos tiempos.

    Bienvenida hoy la fiesta del libro en homenaje al desparecido, al ausente Bolaño, quien llenó un par de décadas de buena literatura, entusiasmo y visión crítica la narrativa latinoamericana.

    Ojalá la Feria no se quede en su homenaje en la venta de sus libros ni en el artefacto de Nicanor Parra. Que se estudie su obra en Chile y examine a la luz de la literatura con una visión crítica y aleccionadora. No nos quedemos en los coros de las ánimas.

    Del programa que he visto, no leo nada que huela a jóvenes,  a poetas. Quizás no está completo. Es el mayor evento de Chile, la vitrina, y se lanzarán 70 nuevos títulos y vienen algunas figuras de editores y narradores de España, Italia y del olimpo local.

    Es notorio, eso sí, la visión del Chile del mercado neoliberal, que además de caros los libros, le cobran la entrada a los niños. Una cultura a medias, sin duda.

     El libro sigue siendo un artículo de lujo, palabras  saturadas de impuestos. Un objeto inalcanzable, cuando antes lo llevábamos hasta el baño. Es una doble aventura leer un libro, por la ficción de sus páginas, y lo elevado de sus costes. Es un tema vital cambiar esta realidad para un país que tiene ansias de llegar al primer mundo, como si subiera al palo ensebado. Compitamos también en cultura, con más cultura. Una idea para La Moneda y el Ministerio de Educación.

    Si somos capaces de titular una feria del libro con el nombre "El libro, memoria y huella de la humanidad", debemos hacer algo más por el libro, la lectura, la cultura, la gente que no tiene acceso a una sola palabra ni escrita y menos de aliento.

Rolando Gabrielli

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