Otro dato de última
hora del experto Kenneth Rijock, ya bastante conocido por nosotros –lo
que generó que también comiencen a explotarlo otros medios- por su trabajo para
el organismo de inteligencia financiera World Check.
En este caso, Rijock acaba
de informar que, con la venia de Hugo Chávez, la Dirección General de
Inteligencia de Cuba (conocida como el G-2), instaló en Venezuela puestos
encubiertos de escucha y monitoreo que revisan todas las comunicaciones
domésticas e internacionales, “en una iniciativa de cooperación para asistir
al gobierno venezolano en asuntos de seguridad del Estado”.
Ya es sabido que hace tiempo Chávez ha “importado”
de La Habana a varios espías del G-2, a los que ha distribuido por todas las
áreas posibles para controlar a opositores, partidos políticos, dependencias del
gobierno, periodistas, militares, etc., fruto de su desconfianza de todo y de
todos.
También se ha rodeado de un equipo de esos espías
para reforzar su propia seguridad, habida cuenta de sus crecientes temores
respecto de un atentado contra su persona o, como está circulando en estos
últimos días, de un golpe de Estado.
La mayoría de los
venezolanos ya se ha dado cuenta de que sus conversaciones telefónicas están
siendo monitoreadas. Pero lo que no sabían, al menos hasta estas revelaciones,
es que también son controlados sus correos electrónicos.
El principal puesto de
control de los cubanos ha sido instalado en la sede de CANTV (Compañía
Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela), la empresa telefónica del Estado. El
sistema utilizado consiste en lo siguiente.
En el equipo cubano se
encuentran los más experimentados “hackers” de computadoras del
mundo, de los que obviamente se desconocen datos sobre su identidad, aunque los
habría de distintas nacionalidades. Hay rumores de que hace poco fue asesinado
en la ciudad venezolana de Valencia un hácker norteamericano, sin poder
determinarse si pertenecía a ese grupo.
Lo cierto es que de
alguna manera penetraron a varios de los proveedores de servicios de Internet y
obtuvieron los seudónimos, nombres y claves de muchos venezolanos prominentes,
incluyendo a políticos de oposición, periodistas y críticos del gobierno,
venezolanos prominentes en el exterior, norteamericanos que apoyan a la
oposición venezolana, oficiales militares -incluyendo a muchos generales y
coroneles-, y también a miembros de la élite “bolivariana”, miembros de los
círculos íntimos del gobierno y simpatizantes del sector privado.
Que Chávez espíe a sus asesores más cercanos mediante
los técnicos cubanos es curioso, aunque no sorprendente. Como señalamos
anteriormente, el presidente venezolano padece de un delirio de persecución que
va en constante aumento.
También se dio el caso,
según comentó una fuente venezolana, de una página web local cuyos
administradores, hace unos ocho meses, vendieron a los del G-2 instalados en
CANTV la lista de IP –número que permite identificar las conexiones a Internet
desde una computadora particular- de sus foristas. No se conoce el monto de esa
venta, pero sí que los administradores fueron despedidos hace tres meses, en
medio de una gran polémica.
Peligro de “maletinazo”
Más interesante aún es el otro tema que trae a
colación este monitoreo cubano a las comunicaciones telefónicas y los correos
electrónicos en tierras bolivarianas. Un tema que puede causar graves dolores de
cabeza al presidente argentino, Néstor Kirchner, a su consorte y
candidata presidencial y a no pocos funcionarios del gobierno.
Es que los espías del G-2
han escuchado también todas las conversaciones telefónicas relevantes entre
Venezuela y Argentina y han accedido a los correos electrónicos entre las
partes involucradas en torno al caso del maletín de los 800.000 dólares,
requisado al empresario venezolano Guido Antonini Wilson en la aduana del
Aeroparque porteño en la madrugada del pasado 4 de agosto.
Por si fuera poco, Kenneth
Rijock asegura que ha podido leer personalmente los nombres, seudónimos y claves
con los que trabajan y están leyendo los correos electrónicos de todo el mundo,
incluyendo un número de importantes funcionarios argentinos en el gobierno.
De allí que, según Rijock,
podría determinarse fácilmente el origen ilícito de esos 800.000 dólares,
y probablemente también su destino, en lo que seguramente fue un tráfico
masivo de llamadas telefónicas y correos electrónicos antes, durante y después
de ese abortado intento de contrabandear el maletín dolarizado.
Con lo cual de aquí en más
el gobierno kirchnerista tiene otro motivo para temblar en lo que resta hasta
las elecciones de octubre, y más allá también, dadas las implicancias que puede
acarrearle la valiosa información sobre el tema del maletín que se encuentra en
manos “extrañas”.
O tal vez no tan extrañas
para Chávez y Kirchner, pero que podrían llegar a constituirse –de acuerdo al
devenir de los acontecimientos en Cuba- en un árbitro que bien puede llegar a
decidir la resolución de un caso que, como el del maletín, pretende ser
encubierto a toda costa.
Y que también es seguido
muy de cerca por World Check, el organismo de control financiero y bancario
habilitado para subir o bajarle el pulgar –decidiendo sobre su grado de
confiabilidad- a bancos, instituciones financieras y hasta a gobiernos de
cualquier país del planeta.
Carlos Machado