“Entre la Libertad y el Miedo” tituló uno de sus libros allá por los años 50 del siglo pasado, Germán Arciniegas, el más prolífico y tal vez mas importante ensayista, historiador, periodista de Colombia de todos los tiempos. Tuve el honor de haberlo entrevistado en varias oportunidades y compartir su profundo conocimiento de la intrincada vida política de nuestro continente. En su clásico libro “Entre la Libertad y el Miedo” analiza la crisis democrática que sufría nuestro continente a mediados del siglo XX, cuando las dictaduras pisoteaban las libertades de los ciudadanos, como fuera el caso de Marcos Pérez Jiménez en Venezuela, Rafael Trujillo en la República Dominicana, Somoza en Nicaragua, Stroessner en Paraguay, Getulio Vargas en Brasil, y la lista es bien larga. . . Arciniegas puso un ojo especial analizando las vulnerabilidades políticas de nuestros pueblos.
Estas vulnerabilidades las estamos presenciando, lamentablemente, de nuevo, en forma virulenta, con la poderosa ayuda que le ofrece el narco castro chavismo, que aprovechando la existencia de sistemas democráticos, se está expandiendo más y más por nuestra América, reverdeciendo sistemas totalitarios, como lo son los existentes en Cuba, Venezuela, Nicaragua, Perú y ahora también desde hace pocos días en Honduras, sumándose a la inestabilidad institucional de la Argentina, México y un futuro incierto para Brasil.
Las elecciones en Colombia del año próximo y sus resultados podrían muy bien dar el golpe de gracia a las democracias de nuestro continente y hacer que éste se desconecte de los modelos de la democracia occidental. Las diferentes encuestas realizadas en Colombia dan casi unanimente, por lo menos hoy en día, una segura victoria al candidato presidencial de la extrema izquierda, Gustavo Petro, que cuenta con los cuantiosos dineros de las guerrillas colombianas y el apoyo incondicional de organizaciones de ultra izquierda como el Foro de San Pablo y el Grupo de Puebla.
Hegel decía que todos los grandes hechos históricos universales aparecen dos veces; frase a la que Karl Marx agregó la idea que la primera vez en forma de tragedia y la segunda vez como una farsa. ¿Presenciaremos en Colombia la tragedia y la farsa juntas de una vez corporizadas en la figura de Petro? Más vale que no, que esto sea sólo una pesadilla. Ya su reciente anuncio que en caso de ganar, su primera acción será la de establecer lazos diplomáticos, económicos y culturales completos con el régimen de Maduro es muy mal augurio.
El ex presidente colombiano Andrés Pastrana ve la peligrosa evolución en su país bien claramente. Se trata, de acuerdo a su opinión, de un andamiaje criminal financiado por el narcotráfico internacional. Y su pensamiento se ve confirmado al oír las palabras del sátrapa Maduro que habla de las brisas chavistas que llegarán a Colombia o las declaraciones aún más explícitas del temido Diosdado Cabello que expresó textualmente que “la guerra la vamos a hacer en Colombia , no en Venezuela.”
La gran democracia del norte bajo la Administración de Biden da señales que parecen más bien favorecer al socialismo del siglo XXI que a las democracias de nuestro continente. La decisión incomprensible de días atrás de sacar a las criminales narco guerrillas de las Farc de la lista de grupos terroristas es considerado por círculos democráticos internacionales como un incentivo para los narcoterroristas en Colombia y en el continente, que afectará la estabilidad política hemisférica. Con esta decisión se está fortaleciendo directamente la candidatura presidencial de Petro . Y no es la única señal negativa de esta Administracion para con las democracias latinoamericanas. El anuncio del inminente nombramiento como nueva, embajadora en España de la funcionaria Julissa Reynoso es otro hecho bochornoso. Reynoso es actualmente jefa del gabinete de la primera dama Jill Biden en la Casa Blanca y es sabido en Washington DC de sus inclinaciones por la extrema izquierda internacional. Es una admiradora del Castro-Chavismo. En su nueva posición, justamente en España , con un gobierno socialista en coalición con el comunista partido Podemos , no dejará de intervenir desde Madrid en apoyo a grupos extremistas en el continente americano. Mientras fuera embajadora de los Estados Unidos en el Uruguay, pocos años atrás, mantuvo estrechas relaciones allí con ex grupos guerrilleros tupamaros. Y los ejemplos de esta solidaridad de la actual Administración con grupos antidemocráticos de America Latina se van sumando más y más .
Colombia se encuentra sola, y como vemos no se puede contar con los Estados Unidos. Y para Europa no es una prioridad, todo lo contrario; quien maneja la política para la America Latina de la Comisión Europea es justamente el catalán Josep Borrell, un hombre de la izquierda española que ignora simplemente los atropellos contra la libertad en nuestro continente. Y las Naciones Unidas tienen al frente al socialista portugués Antonio Guterres, que pocos días atrás se encontraba en Colombia festejando y conmemorando los 5 años de la firma de los Acuerdos de Paz, realizada en La Habana, por los cuales unos 13.ooo guerrilleros de las Farc se desmovilizaron - en parte - y pudieron acogerse a una jurisdicción especial judicial – JEP- que prácticamente les otorgó el perdón por tantos horrendos crímenes cometidos, y les facilitó incluso una representación en la Cámara de Diputados y en el Senado, que no supieron siquiera valorar, porque muchos volvieron a integrarse a nuevos bloques guerrilleros para continuar enriqueciéndose con el lucrativo negocio del narcotráfico.
Las cinco décadas de las luchas de las Farc trajeron como resultado miles de historias de horror, asesinatos selectivos, , abusos sexuales a menores de edad, secuestros., desapariciones. Las cifras calculadas y publicadas por un informe del Centro Nacional de la Memoria habla de 220.000 muertos documentados, que bien podrían llegar al millón , aparte de los 5,7 millones de desplazados, mas de 25.000 desaparecidos y 7.738 niños y adolescentes reclutados a la fuerza por los llamados guerrilleros de la FARC. Hoy se calcula que las fuerzas de las Farc, aún activas y renovadas con militantes jóvenes, llegarían a por lo menos a 5.200 efectivos. Es así que con la decisión del gobierno de Biden prácticamente se ha establecido un perdón por todos estos atroces crímenes cometidos, hecho que ha despertado gran indignación en la población colombiana. Y no olvidemos que antes de la concreción de los Acuerdos de Paz, instaurados por el ex Presidente Santos, tuvo lugar en el país un referéndum nacional que el gobierno perdió, pero no respetó, y es así que esta división de la sociedad colombiana sigue aún vigente y es un caldo de cultivo para futuros conflictos. El ex presidente Alvaro Uribe, líder indiscutible de la oposición , y acérrimo enemigo de los Tratados de Paz, le escribió una misiva personal a Guterrez durante su estadía en Colombia: “Acuerdo de Paz no ha habido. Simplemente se fracturó la legislación nacional y se desafió la internacional al dar impunidad total y eligibilidad política a personas responsables de delitos atroces.”
Envuelto en toda esta cruenta historia reciente de Colombia no resuelta aún se encuentra la figura del candidato a la presidencia Gustavo Petro , que de acuerdo a las últimas encuestas del Centro Nacional de Consultoría – CNC-, cuenta con un 22% de votos a su favor seguido de lejos por los otros candidatos que individualmente no suman más del 6 %. Claro que es muy temprano para sacar conclusiones, pero el dato es más que preocupante.
En su frondoso historial antidemocrático se encuentra el hecho de que Gustavo Petro militó de joven durante años en la desaparecida guerrilla M-19 adoptando el alias de Comandante Aureliano, para luego ganarse su segundo apodo, alias “ El Cacas” porque como miembro activo de las guerrillas estaba encargado de las llamadas cárceles del pueblo, que eran lugares tenebrosos donde esa organización delictiva mantenía a los secuestrados en espacios subterráneos ubicados en áreas urbanas, para facilitar los canjes por altas sumas de dinero. Estos subterráneos construidos en forma precaria tenían una sola salida y respiradero que” el Comandante Cacas “ se encargaba de defecar en esas salidas para para humillar y mortificar aún mas a las desgraciadas víctimas. De ahí su segundo apodo. Esto demuestra la calaña del que podría ser el futuro presidente de Colombia. Esto tan sólo a título anecdótico. Pero lo más grave a registrar es que una vez disuelta la guerrilla financió su ascenso político con dineros del narcotráfico colombiano y también venezolano por su cercanía con Maduro. Pruebas de estas financiaciones ilícitas en sus campañas políticas las ofreció recientemente el ex jefe de la inteligencia venezolana Hugo El Pollo Carvajal frente a un juez español señalando que el tiene pruebas de las cuantiosas financiaciones del gobierno de Maduro a líderes de extrema izquierda internacional, entre ellos y en forma especial a Petro en Colombia, algo que ya lo debería inhabilitar como candidato presidencial para las elecciones en el año 2022. Y estas no son las únicas contribuciones del mundo narco-castro chavistas que acompañan su ascenso político y que hipotecarían el destino democrático no sólo de Colombia, sino de todo un continente. Una verdadera tragedia política en ciernes.
Quedan por oírse las confesiones de los criminales narco traficantes y lavadores de dinero como Alex Saab, y del más importante narcotraficante colombiano en estos momentos, Otoniel , líder del poderoso Cartel del Golfo, e incluso las declaraciones de Patricia Diaz, la que fuera enfermera y confidente de Chávez. Todos ellos podrían aportar más información acerca de las oscuras relaciones de Petro en los últimos años. Es hora que Colombia y por ende el continente termine de vivir en la incertidumbre de un futuro entre la Libertad y el Miedo, como lo describía el gran colombiano Germán Arciniegas.
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Sólo una observación, el autor cuando se refiere a la situación política de mediados del siglo XX mete en el mismo saco a déspotas, corruptos e ineptos en el mismo saco de aquellos visionarios con amor patrio que hicieron grandes aportes en sus países, una rampante deshonestidad intelectual.