Por este solo comentario, editado, comprobado y autentico de lo que ha dicho este pinocho manejado, por solo esta frase deberÍa renunciar por traición a la patria. Si nos seguimos quedando impavidos y frizados en un NO hacer ni decir nada, construiremos muy pronto un país como Venezuela, Cuba y Nicaragua. Si eso es lo que queremos los argentinos.....estamos requeterecontrafritos.

sale solo, es aún peor. Porque en el tiempo que les queda pueden consolidar estas negociaciones. Ya cuando MM asumió, no había posibilidades de modificar el acuerdo hecho con China por la sesión del territorio en Neuquén, y menos aún cancelarlo. Creo que no deberían seguir gobernando, ni un día más.

Sin embargo vos hablaste una vez de algo llamado esperanza. Y yo creo firmemente en la gente joven que se nos está formando en alguna jabonería de Vieytes, ( historia de los patricios) y que ellos, solo ellos saldran en equipo, formando filas y sabiendo como atacar heroicamente, modernamente, con preparacion tecnica, con avances modernos, y manejandose roboticamente. Algo, algún milagro se producirá porque los argentinos no hemos nacido para ser borregos y nadie nos domesticará como se lo creen. Nunca nacio el comunismo en este país y nunca nacerá. No dejaremos plantar raíces, ni la generación venidera, que quiere superarse lo permitirá. VIVA LA ESPERANZA!

Y si tenemos semejante COCOLICHE como embajador en CHINA, que esperamos.Más boludo imposible.

Sin dudas este es el país de los que se las saben todas, el problema es que se las saben equivocadas. Así como están los que creen y repiten que “pan y circo” es comerse un pancho a la entrada del Sarrasani; están los que creen que ser idealista es tener ideales. Pero ser idealista es otra cosa, es poner a las ideas por encima de los hechos y de las personas. Siguiendo con el espectáculo, un idealista es alguien que cree que una película es mejor dependiendo de la cantidad de gente que la vea. El siguiente paso sería meter a la gente en el cine por la fuerza para convertir un bodrio en una obra de arte. Así con todo: podemos tener un gobierno de torpes ignorantes, un gobierno malhechor y chiquito, con dirigentes aún más diminutos, pero si forzamos los elogios o dibujamos las encuestas, tendremos el mejor gobierno de la historia. Podemos elegir una solución que a las claras no funciona y no soluciona nada, pero si se la imponemos a todos por la fuerza, podemos decir que todos fueron cómplices y así habremos tenido la mejor solución. El idealismo de nuestros dirigentes no desentona con lo dicho. Estos jóvenes de los sesenta, no paran de hacer papelones y dar lástima a cuenta nuestra. Estos lúmpenes a las órdenes de cualquiera que les tire unos mangos, no paran de vendernos basura de género y aborto, pueblos originarios truchos, delincuencia y gasto público. Se anotan en todas las propuestas globalistas porque adonde hay un peso allá van ellos como no se podía esperar otra cosa de los mercenarios descerebrados que son. Pero nunca dejan de sorprendernos ni de decepcionarnos. Porque todavía no se enteraron de que Rusia ya no es la Unión Soviética, y que Putín es uno de los pocos referentes que quedan en contra del gobierno de los grupos de presión internacionales. Me imagino lo que puede pensar Putin de estos infelices vendidos por dos pesos para imponer calamidades como la ideología de género, la falopa, los planes sociales, más empleo público y perspectiva lgbt; y que para colmo se la quieren creer que nos están dejando un país mejor. Como Rusia les queda chico para dar lástima, van a China. Y a los chinos les van con elogios a Mao sin saber que cuando se murió Mao en 1978, China era un país miserable con un pueblo muriendo de hambre después de haber asesinado sesenta millones de personas para imponer una revolución a la manera idealista que se describe más arriba. Porque la revolución de Mao fue como si los chicos de La Cámpora, ese sindicato trucho de empleados públicos que armó Néstor para que el gordito drogón tuviera un currito, de pronto decidieran que quieren ser gobierno por la fuerza y además que la gente los quiera y admire. La única forma sería asesinar al 70% de la población que no los quiere ver ni en figurita. Eso hicieron los chicos de Mao, todo en nombre de imponer sus “ideales”. Lo único que sacó a China de la miseria fue la decisión del Partido Comunista Chino de cambiar y hacer algo diferente. Luego de la muerte de Mao, China decidió abandonar el pensamiento de izquierda y comenzar un proceso de aceptación del derecho de propiedad, de la empresa privada, liberando gradualmente la inversión y el comercio. Eso fue lo que llevó a China a ser lo que es hoy y no la revolución sanguinaria de Mao. Pero el payaso va y se declara idealista, soviético y maoísta de la primera hora, algo así como Kretina cuando se declaró bonapartista en un homenaje a Napoleón.