De alto contenido porteño y bonaerense, el Tercer Gobierno Radical -que presidió Mauricio Macri, El Ángel Exterminador-, desperdició sus cuatro años y aspira a gobernar de nuevo en 2023.
La ambición es facilitada por el desperdicio del gobierno de La Doctora (que preside Alberto Fernández, El Poeta Impopular).
La coalición Todos no pudo resolver el desastre legado por la coalición Juntos. Para devolverlo en peores condiciones (o retenerlo).
En la Mutual PRO -que vertebra Juntos- asoma la conflictiva cuestión del liderazgo. El objetivo cultural de ser jefe.
Geniol, La Yiya y el Ángel
Tres postulantes para la presidencia. Dos declarados se deslizan ya como candidatos.
Horacio Rodríguez Larreta, Geniol, y la señora Patricia Bullrich, La Yiya.
Y el tercero es -otra vez- El Ángel. Juega siempre de local, los recibe y aún espera mejorar su rol en la historia.
Pero Larreta es el candidato natural, el preferido por el establishment.
Tiene bien aceitado su equipo de campaña. Es precipitadamente tildado de “paloma” por carecer de la dureza retórica de Patricia, la Montonera del Bien instalada como “halcona”.
La potencia mediática de Patricia emerge como un principal atributo y simultánea vulnerabilidad. Con frecuencia se zarpa. Se habla encima.
Indemne como gran Celebridad, El Ángel los recibe en Cumelén o en Martínez.
Pero porque se lo conoce demasiado El Ángel tropieza con la discreta reticencia del establecimiento.
Por encuadernación, arrepentimiento o desencanto, abundan los empresarios que ven con desagrado la petulancia de postularse para el “segundo tiempo”.
En su favor, El Ángel cuenta con la memoria de una acertada diplomacia presidencial (complementado por la señora Juliana, Sherezade).
Cuenta -aparte- con un batallón de comunicadores de tesis. Profesionales que rifaron trayectorias para inmolarse heroicamente en su defensa.
Bancar facturas
De los tres, Mauricio es el que siempre fue jefe. Pese a su dilatada experiencia, Larreta mantiene pendiente la construcción cultural de su jefatura.
“No existe la posibilidad que vuelva a votarse a un presidente delegado. No hay lugar para otro Alberto».
Lo confirma un ideólogo que se dispone a trabajar para Horacio.
Carga Larreta con 14 años de gobierno en el MaxiQuiosco del Artificio Autónomo (ocho fueron como jefe de gabinete).
Siempre con alguien situado más arriba en la escalera imaginaria. El Ángel.
Simbología del halcón y la paloma. Patricia y Horacio tienen algo en común. No fueron todavía exterminados.
La penúltima víctima fue la señora María Eugenia Vidal, La Chica (Desangelada) de Flores.
Por acumulación de contratiempos, María Eugenia no está ubicada en el nivel preferencial de Horacio. O -en menor medida- en el de Patricia.
Pero La Desangelada se propone remontar. Preparada para atravesar la rigurosa adversidad. Sus colaboradores distaron de destacarse por la capacidad de protegerla.
Ante la primera dificultad seria, quedó desguarnecida. En la (mala) posición de brindar explicaciones sobre el espionaje cuando tendría que pedirlas por haber sido espiada.
Pero hoy le corresponde pagar las facturas. La Desangelada cumple. Se la banca.
El mosaico contra el espejo
El kirchnerismo declinante concentra sus fuerzas en la Buenos Aires Inviable. La (Agencia de Colocaciones) Cámpora, el frepasito tardío, y el peronismo de cochería que responde a La Doctora.
Retiro espiritual que implica dar por perdida la nación. Con Acuerdo con el Fondo. O más grave aún sin.
Habrá elecciones desdobladas. Esquizofrenia política. Populismo en la provincia inviable y proximidad con el liberalismo en la propuesta nacional.
Al enclaustrarse en la provincia el kirchnerismo deja abierto un campo formidable para recrear una alternativa menos patológica.
Una vertiente prooccidental del peronismo, inspirada en el sistema capitalista pero sin culpas y con el mascarón de la justicia social.
En semejante marco adquiere un poco de consistencia la apuesta de Alberto por la demencial reelección.
Pero deben registrarse tres productores que trafican la mercadería capitalista.
Dos jefes. Sergio Massa, El Conductor. Y Juan Manzur, El Menemcito. Y el popular Daniel Scioli, Líder de la Línea Aire y Sol.
En condiciones de enfrentarse con los productores casi similares de la competencia. Como Larreta o Macri.
Sin descartar a los radicales. Facundo Manes, Cisura de Rolando, o Gerardo Morales, El Milagrito.
O al desopilante libertario Javier Milei. El León de la Metro adquiere un predicamento superior para el análisis.
Si Milei va por su cuenta perturba mortalmente a Juntos.
Pero si Milei se funde en Juntos hace estallar la coalición como un espejo golpeado por un mosaico.
No olvidar que los radicales creen tener aún algo que ver con el progresismo.
Rastrillajes
La concentración del fenómeno kirchnerista en el aguantadero de la provincia inviable profundiza en la Mutual la dificultad del liderazgo.
Aquí rastrillan Cristian Ritondo, El Potro, y Diego Santilli, El Bermellón.
Dos peronistas originarios que fueron socios políticos y les fue muy bien en la vida. Ambos dicen que quieren ser gobernadores.
Deben asumir el objetivo cultural de convertirse en jefes de verdad. Desafío pendiente.
Hasta aquí supieron prosperar a la sombra del árbol superior que de vez en cuando era cambiado.
Ahora tienen que armar a su alrededor un proyecto. Y contemplar los movimientos sigilosamente calculados de Jorge Boga Macri, El Primo (que era) Pobre.
Los tres (Ritondo, Santilli y El Primo) patean con las dos piernas. Rastrillan en la provincia inviable, pero con un pie en el Artificio Autónomo.
En defensa propia, Horacio y Mauricio necesitan mantener el control del MaxiQuiosco.
Y evitar en lo posible el manoteo del radical Martín Lousteau, El Personaje de Wilde.
Junto a Emiliano Yacobitti, el Caudillo Calvo, planifican arrebatarle a Horacio los caramelos, chocolates y cigarrillos. Y ponerse a despachar ellos.
Al cierre del despacho, trasciende que ni Ritondo, Santilli ni El Primo Boga Macri se preocupan por la minuciosa proyección del minigobernador Diego Valenzuela.
Es el Historiador (que doblegó a Curto) y accede al recodo del periodismo televisivo para aumentar su índice de conocimiento, y lucir virtudes que nadie valora.