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A 2 años del comienzo de la pandemia, qué tratamientos funcionan (y cuáles no) contra el coronavirus

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En paralelo con el desarrollo de las vacunas contra el coronavirus, se comenzaron a investigar diversos tratamientos contra la COVID-19.
En paralelo con el desarrollo de las vacunas contra el coronavirus, se comenzaron a investigar diversos tratamientos contra la COVID-19.

A más de 2 años del comienzo de la pandemia, ya existen más de 14 vacunas diferentes contra el coronavirus aprobadas en el mundo para uso de emergencia por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, ya son varios los tratamientos que tras superar ensayos clínicos demostraron ser eficaces contra la COVID-19, algunos que se quedaron en el camino y ya fueron descartados y otros que continúan en investigación.

 

A continuación, un repaso de los tratamientos disponibles, con información del sitio Salud con Lupa.

 

Los que tienen más evidencia y los prometedores

Después de meses de investigación, ya hay ciertos tratamientos contra la COVID-19 que cuentan con evidencia científica que avala su eficacia y que, al comparar los beneficios del tratamiento con los riesgos, costos y otros factores contextuales, en la mayoría de los casos la balanza se inclina a favor de utilizarlo, aunque la utilidad en todos los casos no es la misma.

No todos los tratamientos sirven para lo mismo frente al coronavirus, sino que tienen indicaciones concretas para diversos estadíos de la enfermedad”, indicó a Chequeado Walso Belloso, infectólogo y farmacólogo del Hospital Italiano de Buenos Aires.

Por otro lado, Belloso agregó: “Con lo que tenemos hoy en la Argentina estamos en el mismo estándar para tratamiento de casos de COVID-19 que otros países. Ningún país tiene un tratamiento 100% exitoso, no se ha encontrado ninguna solución mágica, a diferencia de las vacunas, que sí son muy efectivas”.

La dexametasona, la hidrocortisona y el metilprednisolona, son 3 corticoides (medicamentos antiinflamatorios) puntualmente efectivos en pacientes hospitalizados con COVID-19 grave. En pacientes hospitalizados y con requerimiento de oxígeno, el estudio Recovery -coordinado por la OMS- concluyó que el uso de dexametasona -un corticoide ampliamente disponible y muy económico- tiene un impacto definitivo para disminuir la mortalidad.

También hay evidencia a favor del uso de tocilizumab (un anticuerpo monoclonal que inhibe los receptores de interleucina 6) -indicado para pacientes en terapia intensiva con respirador mecánico- y del baricitinib para reducir la mortalidad en pacientes hospitalizados.

En la primera etapa, cuando el virus se replica intensamente y puede ocasionar daño directo, hay antivirales como el molnupiravir y el paxlovid [N. de la R.: estos 2 últimos aún no disponibles en el país], que administrados tempranamente a personas con factores de riesgo previenen hasta un 90% la necesidad de hospitalización y la mortalidad”, explicó Leda Guzzi a Chequeado en esta nota.

Ciertos anticuerpos monoclonales, como el sotrovimab, también son capaces de bloquear el virus y evitar el ingreso a la célula, aunque tampoco se encuentran disponibles en el país. “Son drogas que modifican la historia natural de la enfermedad, que sería ideal que sean ampliamente accesibles, con costos razonables para los Estados y los financiadores. Eso es lo que está condicionando su uso en el mundo”, agregó Guzzi.

Existe otro grupo de tratamientos que cuentan con resultados iniciales alentadores, pero sobre los cuales aún no se puede asegurar con certeza que los beneficios sean mayores que los riesgos y costos. Es el caso de la budesonida inhalada -un antiinflamatorio que se investiga para el tratamiento de COVID-19 en etapa temprana por vía inhalada-, los inhibidores de interleucina 6 sarilumab y anakinra -que se estudian para el tratamiento del COVID-19 en etapas graves- y los anticuerpos monoclonales tixagevimab/cilgavimab y bebtelovimab.

El tofacitinib -un tratamiento que se investiga para etapas leves y graves de la enfermedad-, la fluvoxamina -un antidepresivo-, y el filgrastim, un medicamento que estimula la producción de glóbulos blancos, también se encuentran en esta categoríaaunque estos 2 últimos tratamientos no se utilizan en el país. 

 

Los que siguen en investigación

Otro grupo podría englobarse, según Salud con Lupa, en los tratamientos neutros, es decir, aquellos sobre los que aún no se puede asegurar nada, ya sea porque la certeza de la evidencia es muy baja, porque los estudios han tenido resultados mixtos o porque los datos no son confiables, aunque sí se justifica continuar la investigación.

Es el caso de los antivirales, como el remdesivir, el aviptadil y la ribavirina (Virazole), que siguen en estudio y aún no se puede afirmar si tienen un rol en el tratamiento del COVID-19, según Salud con Lupa, así como también se puede decir lo mismo de los anticuerpos monoclonales casirivimab/imdevimab y bamlanivimab/etesivima. En estos últimos casos, la evidencia con la que contamos hasta ahora sobre su efectividad sobre la variante Ómicron, la predominante en la mayor parte del mundo, no es alentadora. Todo parece indicar que estos anticuerpos pierden efectividad.

La enoxaparina y la heparina -anticoagulantes inyectables que se usan para prevenir la formación de coágulos en la sangre o disminuir el crecimiento de los que ya existen- también se encuentran entre los menos prometedores, la melatonina -un suplemento nutricional- y el sildenafil -un fármaco que tiene propiedades a nivel pulmonar que podrían ser de utilidad en pacientes COVID-19 con daño pulmonar grave- cuentan con poca evidencia contundente sobre su uso.

 

Los que no funcionan

En un grupo de casos sí existe evidencia contundente que respalda que se trata de un tratamiento que no genera beneficios, que genera beneficios que no superan los riesgos, o que genera beneficios que son mínimos frente a un costo demasiado alto.

Es el caso de la hidroxicloroquina -tratamiento que fue avalado por el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro- y la combinación lopinavir/ritonavir, que fueron analizados por la OMS en el estudio médico Solidaridad, y que fueron descartados por su ineficacia y por indicios de posibles efectos secundarios adversos. Sobre la cloroquina y la azitromicina también se demostró que son tratamientos que no funcionan.

La aspirina, el antiviral favipiravir (Avifavir) -, el medicamento inmunomodulador interferón beta 1a y el antiinflamatorio colchicina, tampoco tienen ningún beneficio contra la COVID-19.

La ivermectina, una droga antiparasitaria de amplio uso en medicina humana y veterinaria, está disponible en nuestro país pero hasta el momento no hay estudios concluyentes que demuestren su eficacia clínica en el tratamiento de pacientes con coronavirus o en la prevención contra COVID-19.

Respecto al dióxido de cloro, un derivado del clorito de sodio, una sustancia química que se utiliza como blanqueador en la industria papelera y textil, directamente no hay ninguna prueba científica que demuestre que es útil para prevenir o tratar el coronavirus.

Esta nota es con información del especial de Salud con Lupa, que puede consultarse completo acá: CIENTÍFICAMENTE COMPROBADO: un análisis de los tratamientos más usados contra el COVID-19, con información actualizada al 21/03/2022.

 

5 comentarios Dejá tu comentario

  1. Me gustaría si antes de hablar de los supuestos tratamientos que para la fuente que han citado parecerían que han tenido buenos resultados, se han dedicado a encontrar qué países que han utilizado la técnica de la PCR pudieron aislar al supuesto virus causante de la enfermedad. Por otra parte parecería que ante las evidencias concretas de los efectos adversos de las inyecciones a las que tanta publicidad y dinero se le ha dedicado y de los efectos perjudiciales del grafeno aplicado con nanotecnología a los viales utilizados contra la humanidad que asociados a la contaminación electromagnética; no forma parte de su preocupación ni de su divulgación.

  2. A dos años de comenzar esta operación pandemia, y a otros tantos años de preparar los escenarios para provocarla, hasta el mas incauto e incapaz no puede continuar otorgando el beneficio de la duda a todos los involucrados en los falaces anuncios de propaganda, diagnósticos tergiversados, autoridad profesional de la OMS, o la buena voluntad de los laboratorios farmacológicos y sistemas sanitarios, todos ellos en conflictos de intereses en sus respectivas actividades. En principio debemos destacar el cambio de denominación descriptiva de las epidemias localizadas, todas ellas manifiestas en lugares donde previamente se ha procedido a vacunar contra la gripe con una dosis reforzada a los adultos mayores y ancianos, que causo el asesinato sistemático de los inyectados en sus casas o confinados en geriatricos, hospitales y sanatorios, algunos de ellos con graves estados septicemicos enviados a geriatricos para alojarlos con ancianos sanos que no habían recibido la antigripal reforzada, pero con su sistema inmunológico debilitado por la edad. Cuando esto sucedió todos nos preguntamos, que lo que estaba sucediendo era el deseo de Lagarde, que con su sonrisa y algarabia de los potentados presentes dijo 'los jubilados están viviendo demasiado y hay que hacer algo ya'. Y allí también notamos la gran malicia de la OMS de denominar a las epidemias localizadas como pandemia mundial para constituir a la OMS y sus complices, las corporaciones financieras, laboratorios, farmacológicas como la autoridad suprema para llevar a cabo el evento 201de las corporaciones que pretenden usurpar las soberanias de las naciones por el terror, utilizando a los massmedia como fuerza propagandista de choque psicológico contra poblaciones y gobiernos, que resistian su usurpacion, y prescripciones draconianas. Aseguran guiarse por la ciencia para desarrollar nuevos medicamentos y vacunas en tiempo record y sin seguir los protocolos seguros de experimentación probados, gradualmente y con tiempo suficiente para evaluar su efectos. A la fuerza y con el consentimiento criminal de autoridades democráticas corruptas, procedieron a forzar la vacunación, o extorsionar por negarse a ello, con el apoyo de la fuerza anticonstitucional que no respeto la soberanía de los ciudadanos, inducidos por los massmedia que denominaban terroristas domésticos y alentaban la persecución sistemática a los que no querían ser ratas de laboratorio para probar nuevas formas de exterminio sutiles, o portar un inútil barbijo que históricamente ha probado su ineficacia para aislar de un virus, o resistirse ha ser confinado estando sano, cuando la realidad demuestra que son los inyectados mayores portadores de las enfermedades incorporadas junto a tóxicos modificadores genéticos e inmunosupresores. La operación pandemia continua, con nuevas denominaciones de supuestas mutaciones que por las inyecciones toxicas presentan síntomas diversos, o no los presentan, sin embargo los massmedia con pautas oficiales continúan su campaña de terror e incitación a la violencia contra quienes no cumplen con las restricciones draconianas del nuevo orden mundial tiránico. Según Gates estas operaciones sucesivas de inyección podrían reducir la población en un 10 o 15 % por campaña de inyección, por lo que no serian menos que diez, o se utilizaran otras vacunas para lograr el mismo efecto. Según los expertos de laboratorios, ellos pueden crear medicamentos y vacunas para paliar los síntomas de las inyecciones, con lo cual la letalidad se adjudicaria a la muerte o incapacidad súbita. Pero como todos sabemos, las vacunas no tienen mas de 250 años de su desarrollo, y el mundo creció sin vacunas durante millones de años, pues su sistema inmunitario lo protegio de bacterias y virus al poco tiempo de presentarse, por lo que no son tan vitales los laboratorios para la supervivencia y la salud. Es cierto que los laboratorios pueden crear los antidotos para ciertas enfermedades rapidamente, y mas cierto es que los que crean los venenos mas fácil encuentran el antídoto. También es cierto que las primeras vacunas tenían una gran eficacia en otros tiempos, pero también ocurria que nunca se llegaba a vacunar al total de la poblacion, antes de llegar al 20% la enfermedad desaparecía por la reacción a la enfermedad del sistema inmunológico. Hoy el sistema inmunológico funciona mejor, por mejor nutrición. Ante esto muchos se preguntaran y entonces porque nos seguimos enfermando??. Porque los laboratorios también lo saben, el suministro masivo de medicamentos e inyecciones toxicas a gran escala, hacen que con el incremento de enfermedades provocados por ellos, el sistema inmunológico no pueda reaccionar a tiempo y si lo hace estará muy debilitado. Por eso están enloquecidos y desesperados de que cese la demanda de tóxicos y se note su inutilidad como seguro de salud, a ellos y sus complices solo les interesa la rentabilidad y el sometimiento por el miedo a las poblaciones sometidas y sumisas a la tiranía mundial. Si perdimos y sufrimos dos años con la operación pandemia, bien podríamos perder otro año, ignorando a la OMS, cerrando los laboratorios o prohibiendo sus tóxicos, y desarrollando y recuperando los medicamentos naturales y los alimentos sanos libres de toxicos, anabolicos y antibióticos. No hay que temer, poblaciones aisladas que nunca han sido vacunadas y no conocen de farmacología, viven mas saludables que nosotros.

  3. Cuanto mas vacunas, en personas que ni son positivas, no teniendo causa de enfermedad, no le damos tiempo al organismo humano a que desarrolle su inmunidad natural, con la cual todos hemos nacido. Las tantas vacunaciones, atosigan el sistema inmunitario. Se dice que protegen hacia este virus en particular ; pero desprotegen al resto del organismo.... Es lo que se comenta.- Ya vamos por la cuarta vacuna. Que es lo que en realidad nos protegen las tantas vacunas? No hay medico que salga a aclarar por temor a perder su matricula? tal parece....

  4. Cero peroodismo en este portal. Todo es publinota. Todo garpo parcial y desinformativo. Por lo menos quiero creer que CS la estará juntando con una pala.

  5. Desastroso el artículo realmente... No me pareció tan pedorro el portal hace unos años... Volví a entrar para ver qué ponían sobre vacunas, y no vuelvo no nunca más...

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