A medida que transcurren los días sin que Rusia le dé una oportunidad a la paz en el Este de Europa las ofensivas de su aparato estatal se despliegan en todo su potencial y en el área diplomática las advertencias no son menores.
Mientras que el presidente ruso, Vladímir Putin, advirtió este miércoles ante el Consejo de Parlamentarios en San Petersburgo que sus fuerzas armadas responderán con un ataque “relámpago” a cualquier injerencia estratégica en lo que ocurre en Ucrania, al expresar, “...si alguien, insisto, se dispone a interferir en los acontecimientos en marcha y crea amenazas estratégicas inadmisibles para Rusia, deben saber que nuestros ataques de respuesta serán relámpagos, rápidos”, su embajador en Buenos Aires, Dmitry Feoktistov, redactó cuatro páginas dedicadas a exponer y denunciar lo que a su criterio se trata de una campaña de desinformación que intenta aislar a Rusia en los organismos internacionales.
Siguiendo la línea emanada desde el Kremlin, el embajador Feoktistov, afirmó acerca de los acontecimientos de matanzas de civiles ocurridos en la ciudad de Bucha que "la embajada preparó una información detallada con la explicación de nuestro punto de vista sobre lo que está ocurriendo, con el fin de difundirla posteriormente en los medios de comunicación. Sin embargo, los periódicos y los portales digitales, a los que remitimos dicho material, rechazaron su publicación".
Acerca de las acusaciones de violaciones a los derechos humanos que llevaron al Comité de Derechos Humanos de la ONU, cuya presidencia es ejercida por la Argentina, a suspender la membresía de la Federación de Rusia, el embajador en Buenos Aires señaló que se está culpando a un Estado sin haber realizado una investigación previa. "Hasta el 30 de marzo, mientras Bucha estaba bajo el control de los militares rusos, y después de su retirada, hasta el 3 de abril, las personas que vivían allí circulaban libremente por las calles y utilizaban comunicación celular. Las salidas de la ciudad permanecían abiertas. Incluso el alcalde de Bucha, en su mensaje de video fechado el 31 de marzo, informó que el ejército ruso había abandonado la ciudad, pero no dijo ni una palabra sobre cualquier fusilamiento de civiles". El diplomático expresó que las pruebas de los crímenes".. aparecieron solo al cuarto día, justo cuando los oficiales del Servicio de Seguridad de Ucrania y representantes de la televisión ucraniana llegaron a la ciudad", poniendo en duda la veracidad de las informaciones que se publicaron y viralizaron en medios independientes occidentales.
La tradicional censura en Rusia que llegó a su cúspide con la sanción de una ley firmada por Putin que prevé hasta 15 años de cárcel por difundir "información falsa" sobre las fuerzas rusas en el conflicto con Ucrania se enfrenta con un límite ante los periodistas occidentales que suelen publicar sus artículos sin la amenaza o posibilidad cierta de ser encarcelados si sus noticias molestan a la administración de Putin.
Pero el mensaje del embajador Dmitry Feoktistov no fue solamente una acusación contra la prensa independiente sino también una advertencia que trasunta el malestar del gobierno del Kremlin por la decisión de la Argentina de votar a favor de la suspensión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. "Los autores de esta iniciativa antirrusa no se avergonzaron en absoluto por la falta de pruebas objetivas que confirmarían la participación de nuestro país en esta monstruosa atrocidad. En gran medida, esto fue la razón por la que muchos Estados se distanciaron del proyecto de resolución correspondiente presentado por los Estados Unidos: 24 Estados votaron en su contra y 58 se abstuvieron".
El extenso mensaje de la delegación diplomática en Buenos Aires, cierra con una apelación " a los socios argentinos" luego de analizar otros casos polémicos de intervención militar en suelo ucraniano y de insistir en el argumento de la nazificación a la que está sometida Ucrania bajo el gobierno de Volodimir Zelensky.
El texto finaliza, "...por ello, en el contexto de la campaña de información masiva desatada contra Rusia, instamos a los socios argentinos a que adopten un enfoque objetivo para evaluar lo que está sucediendo en Ucrania, separen los hechos de las falsificaciones y no se dejen influir por los esfuerzos del Occidente colectivo que buscan denigrar a nuestro país. Los intentos de difamarnos y aislarnos no funcionarán, no se logrará poner de rodillas al pueblo ruso. Estamos luchando por una causa justa, la victoria será nuestra".
El embajador ruso escribió la carta el día posterior a que la vicepresidenta, Cristina Fernández, recibiera en su despacho a la general, cuatro estrellas, jefa del Comando Sur de la Fuerzas Armadas estadounidenses, Laura J. Richardson.