Para comenzar aclararemos el significado de la palabra “arrecho”, muy utilizada en Venezuela, y en menor medida en Colombia, Ecuador y Perú. El caso es que el presidente venezolano, Hugo Chávez, en estas últimas semanas está muy “arrecho”. Y no de la manera que interpretan esa palabra en Perú y Ecuador: estar “caliente”, con muchas ganas de tener relaciones sexuales. La “arrechera” de Chávez se traduce perfectamente con el significado que se le da en su propio país: es estar molesto, irritado, amargado.
Y motivos no le faltan al abiertamente declarado discípulo de Fidel Castro. Su reforma constitucional -aprobada rápidamente por una Asamblea Nacional (Congreso) que le responde en su totalidad ya que no hay un solo diputado opositor, dado que éstos decidieron no presentarse en las legislativas del año 2005- ha concitado una resistencia tan firme y creciente entre la mayoría de los venezolanos que Chávez se ha salido totalmente de sus casillas. Y ello lo ha llevado a su vez a hacer declaraciones y tomar decisiones muy peligrosas, cuyos resultados ya han comenzado a verse en los últimos días, como veremos.
La reforma de la Constitución ideada exclusivamente por Chávez, quien inicialmente cambió 33 artículos hasta llevarlos finalmente a 69, tiene no pocos resabios de la Constitución castrista y excede el tan mentado carácter de “socialista y bolivariana” que invoca el mandatario, para adquirir un tono marcadamente comunista.
Entre tantas arbitrariedades que intenta “constitucionalizar” Chávez, figuran por ejemplo la conculcación de muchos derechos, como el de la propiedad privada (cada inmueble desocupado, aunque tenga propietarios legítimos, pasará a manos del pueblo, y un inmueble con más de tres habitaciones podrá ser compartido por una familia sin vivienda con el mismo número de integrantes que la titular); la autonomía del Banco Central de Venezuela (la economía será manejada exclusivamente por el Estado); la libre educación (los nuevos planes educativos contemplarán la enseñanza del socialismo desde los primeros grados de la escuela primaria); los cambios en las fuerzas armadas (pasarán a denominarse Fuerzas Armadas Bolivarianas, sus integrantes, desde un general hasta un soldado, saludarán con la frase “Patria, Socialismo o Muerte”, la tradicional Guardia Nacional pasará a ser “Guardia Territorial” y quedará subordinada a las fuerzas armadas y la policía, e incluso a las “Milicias Populares Bolivarianas”, otra creación del chavismo al igual que la Reserva Militar Bolivariana); y otras joyas por el estilo.
Otra surrealista pretensión de Chávez, según está trascendiendo en círculos opositores y de la evaluación de sus últimos viajes a Cuba, además de algunas expresiones vertidas en su programa dominical “Aló Presidente”, sería la unificación de ambos países –es decir Venezuela y Cuba- en una “Confederación de Naciones del Caribe”, la cual estaría presidida por él mismo como “sucesor de Fidel Castro”. El demencial proyecto no quedaría allí, ya que a futuro Chávez estaría pensando en una “Confederación de Naciones Latinoamericanas” que incluyera probablemente a Nicaragua, Bolivia y todo país “amigo” o dependiente de sus petrodólares.
Claro que su primer proyecto en ese sentido podría morir antes de nacer. Habrá que ver si Estados Unidos lo permitiría, ya sea a través del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas o de motu propio, y sobre todo qué piensa en realidad Raúl Castro, el hermano de Fidel a cargo del gobierno cubano desde hace más de un año. Es que varias fuentes coinciden en señalar que Raúl –a quien Chávez no le simpatiza en lo absoluto al igual que al Comité Central del Partido Comunista Cubano- estaría sosteniendo conversaciones secretas con el gobierno de George Bush, tendientes a arreglar ciertos pasos hacia una transición democrática en “la Cuba después de Fidel”, asegurándose que lo dejen tranquilo y disfrutando de un buen pasar él y su familia. De hecho, ya se habría efectuado la compra de propiedades para el restablecimiento de las respectivas embajadas en Washington y La Habana. Lo cierto es que el presidente norteamericano hace algunos días “se fue de boca” al asegurar en un discurso que “pronto habrá democracia en Cuba”. ¿Lapsus o revelación?.
Por otra parte, Chávez impuso otra polémica reforma: la del artículo 337. El mismo contempla hasta ahora que “regirá el estado de excepción ante circunstancias que afecten gravemente la seguridad de la Nación, como catástrofes naturales, guerra exterior, guerra civil o invasión”, y contempla que en tales casos se suspende el libre ejercicio de algunos derechos por parte de los ciudadanos. Sin embargo Chávez va mucho más allá, y pretende llevar a establecer ese “estado de excepción” ante cualquier “desorden interno”, traducido en lo que para él son grandes catástrofes como protestas, marchas, expresiones contrarias a decisiones del gobierno, etc., y para ello éste podrá disponer la detención sin jueces ni garantías de cualquier ciudadano, la censura a los medios de comunicación y que la información esté únicamente a cargo del Estado, a través de cadenas nacionales de radio y televisión.
Si a todo esto agregamos que la reforma constitucional chavista eleva el período presidencial a siete años, con reelección inmediata e indefinida del presidente, podrá entenderse que Hugo Chávez intenta convertirse en Hugo I e instaurar en Venezuela una especie de monarquía absolutista, sin límite de duración. Por algo él mismo dijo no hace mucho: “Nunca seré ex presidente”.
La respuesta
La reacción de los venezolanos fue firme y, como se dijo, ha ido en constante aumento en las últimas semanas, tanto como para haber salido a exteriorizarla en la calle. Fueron los estudiantes los que dieron el puntapié inicial y están marcando el rumbo de la protesta, apoyados por buena parte de ciudadanos de otros sectores de la sociedad. En tanto, la dirigencia de los partidos políticos de oposición continúa hasta ahora mirándose el ombligo, ya que –salvo contadísimas excepciones- no actúa ni emite declaraciones de peso. En suma, está dormida, y sólo incita “a los estudiantes y al pueblo” a salir a las calles, mientras a la vez piden la intervención de las fuerzas armadas con vocación democrática que “detengan al dictador”, pero se quedan escondidos en sus casas viendo todo por televisión.
Lo de siempre, y algo que ha ocurrido en muchos países latinoamericanos: los políticos empujan el carrito de la oposición detrás del pueblo y los estudiantes y golpean las puertas de los cuarteles. Después, si tuvieron éxito y lograron sus fines, volviendo a ocupar los primeros planos o a hacerse de un nuevo gobierno, desconocerán todo aquello y hasta juzgarán a los uniformados que posibilitaron su retorno.
La primera respuesta a la reforma constitucional chavista la dieron los estudiantes universitarios de Caracas, con la primera marcha realizada hace algunas semanas hacia la sede de la Asamblea Nacional para entregar un petitorio a las autoridades de la misma. Una gran barrera policial, donde los duros agentes armados con garrotes, lanzagases y escopetas cargadas con balas de goma habían expuesto en la primera fila a jóvenes mujeres uniformadas a las que en las fotografías se ve con tremenda cara de susto, impidió que los jóvenes llegaran a su destino.
Cabe destacar que las marchas estudiantiles se vienen realizando siempre en forma absolutamente pacífica. Los estudiantes transitan con sus manos en alto y, como única arma, la mayoría de ellos llevan flores y van mostrando las palmas de sus manos con un guante pintado con la palabra “Paz”. Y cada vez son acompañados por más ciudadanos de todos los sectores sociales, incluso por personas de edad avanzada.
Pese a su pacifismo, en esa primera marcha los estudiantes, al ir retirándose, fueron atacados a pedradas por parte de los comedidos lúmpenes emergidos de los “círculos bolivarianos”, que incluso hicieron objeto de golpizas a algunos que sorprendían solos, aislados del resto de los manifestantes. Pero esas primeras escaramuzas llegarían a alcanzar aristas mucho más dramáticas en la medida que aumentaban las expresiones de protesta, como ocurrió en los últimos días.
Acicateados por el éxito de la convocatoria a aquella primera marcha, los estudiantes organizaron otras que se han venido sucediendo con mayor frecuencia y cada vez con mayor participación del resto de la sociedad. Ante esta reacción y aprovechando el acto de lanzamiento de la campaña por el “Sí” en el referéndum convocado para el próximo 2 de diciembre para aprobar o rechazar la reforma constitucional, acto realizado en la avenida Bolívar, una de las principales arterias de Caracas, Hugo Chávez mostró su “arrechera” y, visiblemente nervioso, arremetió en su discurso contra los estudiantes, a los que llamó “nenes de mamá y papá”, “oligarcas” y “fascistas”, acusándolos además de haber “golpeado a policías” y de otros hechos violentos, obviamente sin fundamento alguno como es su costumbre.
Allí Chávez, dirigiéndose a algunos de sus laderos como Juan Barreto, Freddy Bernal y Pedro Carreño exigiéndoles “más acción” frente a estas marchas de protesta y en especial a la necesidad de “darles un parao” a los estudiantes, veladamente dio la orden para que se ejerciera la más dura represión contra estos últimos. En otras palabras, dio vía libre para el drama que se ha desatado y que ya se ha cobrado una muerte y varios heridos graves. En el mismo discurso la emprendió contra uno de los pocos medios de información independientes que quedan en Venezuela, el canal televisivo Globovisión, a quien acusó también de “fascista”, de “tergiversar las informaciones” y de “incitar al golpe”, llegando en su furia a exigir a la CONATEL (Comisión Nacional de Comunicaciones) que arbitre las medidas necesarias para “si es necesario cerrar ese canal” –es decir que siga el mismo camino del tradicional RCTV, borrado del aire a fines de mayo último- y agregando que “si nadie se anima a firmar el decreto correspondiente lo haré yo mismo”. Con ello dio también vía libre a los ataques y amenazas que se están dirigiendo en estos días a Globosivión.
Cabe señalar que Juan “el Gordo” Barreto –sociólogo y periodista- es el Alcalde Mayor de Caracas; Freddy Bernal –ex inspector de policía- es alcalde del Municipio Libertador, uno de los cinco municipios en que se divide el Distrito Metropolitano de Caracas; y Pedro Carreño es el ministro de Interior y Justicia del gobierno bolivariano.
Tres personajes que han estado al lado de Chávez desde sus comienzos como golpista contra el presidente Carlos Andrés Pérez en 1992 y creador del MVR (Movimiento Quinta República), predecesor de su actual Partido Socialista Unido Venezolano (PSUV). Personajes a la vez señalados por varios de sus conocidos como cultores de diversas adicciones: Barreto homosexual, Bernal drogadicto y Carreño consecuente degustador del whisky añejo. Del primero de ellos dijo hace un tiempo un ex alumno suyo en la Universidad Central de Venezuela (UCV), quien también reconoció haber sido su amante: “Me dijo que había preocupación en el MVR porque estaba llegando al pueblo llano el concepto de que casi todos en el gobierno eran homosexuales. Lo miré extrañado y comenzó a recitar: ‘Jesse Chacón, Ramírez, Diosdado, Chaderton, Otayza, Tarek, Baduel, William Lara, y entre las mujeres las lesbianas Cilia Flores, Lina Ron, Iris Varela, Iglesias... hermano, somos una banda de maricos, y el día en que el pueblo se entere de esa vaina nos puede linchar’”.
El tiempo fue pasando, “el pueblo” sabe de estas adicciones, pero no por ello ha linchado a nadie. Tiene otras preocupaciones mucho más serias en qué pensar.
Barreto (centro) y Bernal (derecha) junto al narcotraficante venezolano Alex del Nogal, actualmente detenido en Italia
Pedro Carreño
De los mencionados por Juan Barreto como otros miembros del gobierno que son de su misma “condición”, podemos señalar que Jesse Chacón es el ministro de las Telecomunicaciones, “Diosdado” (Diosdado Cabello) es gobernador del estado Miranda, Roy Chaderton fue canciller y actualmente es embajador en México, William Lara es ministro de la Información, Cilia Flores preside la Asamblea Nacional, Lina Ron es una fanática seguidora de Hugo Chávez que se hizo conocer el 11 de septiembre de 2001, día del ataque terrorista a las Torres Gemelas, quemando una bandera de Estados Unidos en la Plaza Bolívar y luego pasó a dirigir una sección de los Círculos Bolivarianos, e Iris Varela es diputada por el estado Táchira.
Jesse Chacón William Lara
Cilia Flores Iris Varela
El drama
Dijimos anteriormente que aquella primera marcha estudiantil fue la puntada inicial para que se desarrollara a partir de allí una sucesión de manifestaciones contra la reforma constitucional chavista. Fue así como, además de Caracas, estallaron otros focos de protesta en distintos estados venezolanos, entre ellos Valencia, Táchira, Anzoátegui y la Isla Margarita, que asistieron tanto a las expresiones de los estudiantes como a la encarnizada represión que se desató contra ellos. Cabezas y costillas rotas por los bastonazos policiales pasaron a ser moneda corriente desde entonces, y los estudiantes que logran ser acorralados son conducidos a dependencias de la policía. Recordemos que Chávez había incitado a todo ésto en su furibundo discurso de la avenida Bolívar. Pero las cosas pasaron aún a mayores.
La Universidad Central de Venezuela (UCV) es una de las más importantes del país y fue declarada por la UNESCO “patrimonio de la humanidad”. De allí partieron días pasados varios estudiantes a los que en su camino se plegaron muchos más, con la intención de entregar un petitorio a las autoridades del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), cometido que no habían podido concretar en aquella marcha hacia la Asamblea Nacional. Sin embargo, aquí tampoco lograron entregar su petitorio ya que fueron contenidos por las clásicas barreras policiales varios metros antes de llegar a destino, donde no faltaron los clásicos golpes y gases lacrimógenos. Al regresar a la sede universitaria los aguardaba el caos.
Imprevistamente surgió una banda de motociclistas armados y encapuchados –con dos hombres por vehículo- los cuales, mientras otros cómplices suyos cometían destrozos en algunas aulas e incendiaban muebles y equipos de estudio, se dedicaban a disparar indiscriminadamente a los estudiantes que encontraban en su camino. Otros incluso se apeaban de sus motos y perseguían a los jóvenes hasta los lugares donde buscaban refugio (las fotografías más abajo hablan por sí solas). Como resultado de ese ataque, se registraron 19 heridos, uno de ellos de gravedad.
Peor aún es lo que ocurrió con pocas horas de diferencia en la Universidad del estado Zulia. Al parecer había surgido allí una disputa entre dos grupos estudiantiles por cuestiones electorales -ya que se pretendía suspender las elecciones internas pautadas para el 8 de noviembre- que de todas maneras no habían tomado un giro que permitiera vislumbrar la tragedia que se desató. Aún se trata de establecer si fue obra de algunos infiltrados e incluso habría un detenido al cual se sindica como de filiación chavista. Lo cierto es que una estudiante de Comunicación Social de 21 años, Flavia Carolina Araujo, cayó muerta al recibir impactos de bala cuando se produjeron disparos, aparentemente desde un coche en movimiento, mientras otros dos jóvenes quedaron gravemente heridos, siendo operados en situación crítica, y otros diez recibieron lesiones de distinto tipo.
En medio de este luctuoso suceso, salió por los medios de comunicación el ministro de Interior y Justicia, Pedro Carreño, con su habitual costumbre de tergiversar los hechos, sosteniendo que los disturbios en la UCV habían sido provocados “por los estudiantes, al ver que no habían logrado su propósito de llegar hasta la sede del Tribunal Superior de Justicia”. No tuvo en cuenta, claro, que los estudiantes no portaban arma alguna.
Además, ante los videos y fotografías mostrados por el canal Globovisión –felizmente hoy en día muchas personas, incluidos estudiantes, tienen a mano una cámara digital o un teléfono móvil con capacidad de tomar fotografías- no tuvo mejor ocurrencia de decir que lo ocurrido “era un hecho mediático” (?). Posteriormente, sobre la muerte de la joven estudiante en la Universidad de Zulia, Carreño no tuvo o no supo mucho qué decir. Solamente reconoció que era un hecho doloroso pero que no debía ser “exagerado mediáticamente”. Siempre los medios...
Los ataques en la Universidad Central de Venezuela
Identificación de uno de los atacantes cuando huía (coincidencias en ropa, calzado y arma)
Flavia Carolina Araujo, la estudiante muerta, y un homenaje de sus compañeros donde cayó
Uno de los que disparaban en la UCV –el gordito con el rostro semicubierto- fue rápidamente identificado. En primer lugar porque no tuvo mejor idea que ir al canal Venezolana de Televisión (VTV) –que es estatal, aclaremos- a hablar sobre los disturbios en la UCV y en coincidencia con el ministro Carreño cargarle el fardo a los estudiantes, pero concurriendo a la “entrevista” con la misma vestimenta que tenía cuando fue fotografiado apuntando y disparando. Además, al hacerse pública su fotografía con y sin el rostro semicubierto, fue identificado por algunos vecinos del lugar en que vive.
Uno de ellos señaló que se lo conoce como William “el Cabezón”, un “Tupamaro” que “reside en el Bloque 5 de Montepiedad”, un barrio de Caracas, junto a sus hermanos, también apodados “los Cabezones”, muy conocidos en ese sector, quienes han estado varias veces en la cárcel por robos a mano armada y homicidios. El más delgado que se observa a su lado en la fotografía, ayudándolo a atacar a dos estudiantes, sería, al decir de algunos que aseguran conocerlo, un estudiante de Antropología llamado Alfredo Miranda.
Cabe aclarar que Tupamaros era un movimiento guerrillero venezolano que tomó su nombre de sus similares uruguayos que habían actuado desde fines de la década de 1960 hasta mediados de la de 1970. Luego de un tiempo de realizar acciones de no demasiada envergadura, basadas más que nada en robos y atentados menores, los Tupamaros venezolanos alternaron un accionar meramente delictivo con su puesta al servicio del gobierno de Hugo Chávez.
Un dato importante también es que actualmente William se desempeña como “asesor de seguridad” del Alcalde Mayor, Juan Barreto, y que se suele verlo pasar a bordo de una moto de la Policía Metropolitana (PM) –que depende precisamente de Barreto- mostrando en la cintura una pistola 9 milímetros.
Según consigna otra de las fuentes, hace varios meses el anterior embajador de Estados Unidos, William Brownfield –hoy destacado en Colombia- se encontraba en un campo de béisbol donando algunos artículos deportivos, y se presentó un grupo de chavistas para hostilizarlo, insultarlo e intentar agredirlo. Al respecto hay un video en el que se ve claramente a William “el Cabezón” con un radio portátil de los utilizados por la policía dirigiendo el operativo, como lo hiciera en la UCV, demostrando que forma parte de los pistoleros a sueldo del régimen de Hugo Chávez.
Para redondear esta apreciación puede agregarse que poco antes del ataque en la UCV, en la Universidad Bolivariana se estaba arengando, sin llegar a escucharse lo que decían, a un grupo de motorizados armados, que según se supo luego de unos minutos por los medios de comunicación habían ingresado en la UCV. Algo más tarde, el grupo de motorizados volvió a la Universidad Bolivariana siendo recibidos con vítores. Pero también pudo saberse que William y algunos de sus “muchachos” salieron hacia su objetivo, de acuerdo a otras fuentes, desde un local perteneciente al Alcalde Mayor, Juan Barreto.
Y como broche final de estos detalles que involucran en el ataque a tiros en la Universidad Central de Venezuela a un grupo de esbirros chavistas y a uno de los más estrechos colaboradores del presidente Hugo Chávez, consignaremos lo revelado por una joven estudiante de la Facultad de Farmacia de la UCV, que señaló lo siguiente: el viernes 9 de noviembre, a las 5 de la mañana, entró a la Universidad un camión de la Alcaldía en el que venía el mismísimo Juan Barreto, con el objeto de efectuar una limpieza del lugar señalado como escenario de los acontecimientos donde habían sido heridos 19 estudiantes.
En el lugar el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) debía llevar a cabo ese día una inspección ocular y peritajes sobre los hechos allí ocurridos dos días antes, que incluían entre otras cosas determinar calibres de las balas utilizadas por los agresores, trazos, etc. Sin embargo, el operativo de limpieza comandado por el propio Alcalde Mayor Juan Barreto en persona, a una hora de la madrugada en que todos aún dormían, fue tan prolijo que desaparecieron todos los escombros y quedó borrada la escena del crimen, lo primero que hay que preservar tras haberse cometido un delito.
La estudiante que reveló este hecho sostiene que se enteró del mismo por los vigiladores de la UCV, quienes aparentemente no pudieron intervenir ni mucho menos impedir esa “limpieza”, coincidiendo en que el mismo gobierno estuvo contaminando el escenario de los hechos para encubrir a los patoteros y delincuentes que ingresaron armados y atacaron a los estudiantes desarmados que regresaban de la marcha hacia el Tribunal Superior de Justicia.
En consonancia con todos los datos aportados, y a pesar de estar identificado hasta ahora William “el Cabezón”, al momento de escribirse esta nota no se tenía conocimiento de que se hubiera emprendido contra él alguna acción legal, se lo hubiera detenido o emitido un pedido de captura.
Casi una obviedad, a la luz de la protección oficial con que parece contar este delincuente.
¿El candidato?
Hermann Escarrá es abogado, constitucionalista y uno de los más firmes opositores a Hugo Chávez actualmente en Venezuela. Fue diputado a la Asamblea Constituyente de la cual surgió la Constitución de 1999 –la misma que ahora Chávez pretende reformar-, candidato independiente a la gobernación del estado Carabobo y representante de Venezuela ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Escarrá, cuyo hermano Carlos se encuentra políticamente “del otro lado” pues es diputado en la Asamblea Nacional, totalmente copada por el chavismo, viene librando una dura batalla contra el gobierno de Hugo Chávez, a punto tal que está participando en algunas de las marchas de protesta que se vienen llevando a cabo, e incluso ha encabezado recientemente una en la avenida Victoria, en Caracas, donde dirigió un discurso que podría caratularse de “revolucionario”.
Allí, el 3 de noviembre último, anunció a todos los venezolanos que deben proveerse desde ahora de todos los alimentos energizantes que encuentren, porque este mismo mes comienza la “marcha sin retorno” en defensa de la democracia. Aseguró que “serán varios los días que el pueblo pasará en las calles del país, impidiendo que se materialice el deseo del presidente Hugo Chávez de instaurar la dictadura socialista que lo mantenga en el poder el resto de su vida”. Además llamó al Director de Operaciones del Comando Nacional de la Resistencia, Oscar Pérez, para que mostrara a los presentes en el lugar y a los medios de comunicación lo que cada venezolano debe ir almacenando en sus casas y mantener en morrales personales cuando se mantengan en protestas en la calle.
“Desde ya tenemos que ir almacenando todas las bebidas energizantes que podamos, todas las barras de chocolate, de igual forma caramelos, muchos caramelos, muchas galletas. Linternas, ir guardando linternas, porque nos vamos a la calle y no vamos a retornar nunca más a nuestros hogares cuando así se indique”, dijo por su parte Pérez.
El próximo 2 de diciembre es la fecha en que se realizará el referéndum para aprobar o rechazar la reforma constitucional de Chávez. En tal sentido Escarrá agregó que para el lunes 26 de noviembre la oposición convoca a una marcha final “en una jornada por la libertad, en la que no puede ni debe haber retorno alguno”.
Hermann Escarrá hizo referencia en otro momento a que existe la posibilidad de que sea incluida en la reforma constitucional una modificación al artículo referido a la patria potestad. Explicó que en un documento manejado por la Asamblea Nacional aparece una norma muy grave que expresa: “La educación de los niños y niñas y los adolescentes menores de edad estará bajo la supervisión y control del Estado para la formación socialista en sus principios, valores y paradigmas”. Precisamente a esta intención del futuro estado socialista de Hugo Chávez habíamos hecho referencia en una nota de comienzos de septiembre último, titulada “Venezuela: educación y niñez en peligro”.
Por su parte Chávez, en su arenga en la avenida Bolívar, había dicho: “Los niños y niñas en Venezuela vivirán bajo una patria socialista, por eso es necesario que la abstención sea vencida de manera contundente el próximo 2 de diciembre, porque allí se consolidará la revolución”.
A ello podría agregarse lo referido por algunas fuentes en el sentido de que el gobierno chavista planea poner bajo el control estatal a todas las universidades, públicas y privadas, y disponer un nuevo plan de educación que contemple en forma primordial los objetivos del socialismo. A ello estaría abocado el ministro de Educación y hermano del presidente, Adán Chávez, con la intención –descartando que será aprobada la reforma constitucional- de poner ese proyecto en práctica durante el transcurso del año próximo.
En octubre último el abogado constitucionalista también entregó personalmente en el Palacio Miraflores, sede del gobierno, una carta dirigida al presidente Hugo Chávez, cuyos firmes conceptos se reproducen como anexo al final de esta nota.
Al Dr. Escarrá se lo considera en varios círculos venezolanos y entre los estudiantes y ciudadanos en general como el más apto candidato, en estos momentos, para acceder a la presidencia de Venezuela en caso de que Hugo Chávez, o bien no logre la aprobación de su reforma y deba dejar el poder al término de su actual período presidencial, o bien porque se lo haya “desalojado” del Palacio Miraflores por “otros medios”.
Otros medios que podrían surgir del profundo descontento y malestar existente en la mayoría de la población venezolana, de lo cual los organismos de inteligencia del gobierno y el G-2 cubano, que colabora con los mismos, tienen bastante información que está inquietando a Chávez.
A la reconversión monetaria ya dispuesta –el lanzamiento del “bolívar fuerte” quitando dos ceros al actual-, las nuevas leyes sociales y la reforma constitucional, se suman: el desabastecimiento de productos de primera necesidad; la inflación descontrolada; la inseguridad, traducida en decenas de ciudadanos muertos en las calles diariamente y un vandalismo desbordado que ya se ha vuelto incontenible; los problemas que enfrentan diversos sectores laborales, como el desempleo, las constantes amenazas y presiones en el sector público para que se manifiesten y participen en actos del gobierno aún contra su voluntad, etc.; la inseguridad jurídica y la inestabilidad política; el creciente malestar en la Fuerza Armada Nacional (FAN), acrecentado por temas sensibles manejados por Hugo Chávez, como la eliminación de la Guardia Nacional, la alianza con Cuba, el probable envío de tropas para ayudar a sofocar rebeliones en Bolivia y Nicaragua, la manipulación de la inteligencia cubana en asuntos de seguridad nacional, etc.; el proyecto, ya listo, para disponer las expropiaciones de casas, departamentos, terrenos, fincas, etc., que no sean vivienda principal.
De allí que Chávez tiene urgencia no sólo para que se apruebe su reforma constitucional, sino para poner en práctica el reformado artículo 337, referido al “estado de excepción”, ya citado anteriormente, el cual, según señalan nuestras fuentes, “va a ser el pan de cada día para sofocar protestas callejeras, sean estudiantiles, sindicales o populares”. De allí también aquella frase lanzada en su momento por el ministro de Defensa chavista, general Gustavo Rangel Briceño, cuando dijo: “Candelita que se prende, candelita que se apaga”.
Sólo que las candelitas que se van encendiendo ya son muchas, y se vuelven cada vez más difíciles de apagar...
¿Y qué es lo que teme el presidente venezolano?. En primer lugar, un estallido social en los primeros meses del año 2008, generado por los conflictivos puntos antes citados y por la conculcación de muchos derechos consagrados en toda Constitución democrática, además de un pronunciamiento de la Guardia Nacional, subsiguiente al decreto que Chávez tiene listo y aguarda promulgar a comienzos del próximo año, por el cual se las elimina como fuerza y se las asimila al Ejército como parte de la reserva y a la Policía Nacional. De hecho ese decreto estaba ya listo y firmado, pero Chávez se echó atrás ante manifestaciones de descontento y un planteamiento que le hicieron los oficiales de la Guardia Nacional hace unos dos meses, de allí que prefirió esperar a enero próximo.
Conclusión
Para ir concluyendo con esta serie de cuestiones de la actualidad venezolana, varias de las cuales están provocando la “arrechera” de Hugo Chávez, agregaremos dos detalles más obtenidos a último momento.
El canal televisivo independiente Globovisión se encuentra amenazado, como dijimos, y el propio Hugo Chávez, con lo dicho en su discurso inaugural de la campaña por el “Sí” en la avenida Bolívar, dio vía libre para que sus comedidos esbirros que actúan en patota, como los que dispararon a mansalva en la Universidad Central y en la de Zulia, hagan lo que se les ocurra contra esa teleemisora.
Es así que los estudiantes agrupados en la Federación Bolivariana acaban de señalar que “si CONATEL no sanciona a Globovisión nosotros tomaremos sus instalaciones”. Además, señalaron al grupo empresario Fedecámaras y otras organizaciones como las que “están detrás, con su financiamiento, de los supuestos estudiantes” que realizan las marchas de protesta de los últimos días, por lo cual pidieron al gobierno que cada vez que haya actos de violencia “se les confisquen sus bienes”.
Conceptos, como puede apreciarse, muy “democráticos”, además de creer firmemente que unas marchas espontáneas de estudiantes por las calles, caminando, necesitan financiamiento. A no ser que se les financie el gasto de zapatillas.
Para cargar aún más las tintas sobre las sombras que se ciernen sobre Globovisión, la diputada chavista Iris Varela, en una entrevista radial, acaba de amenazar con tomar las instalaciones del canal “hasta que el Estado aplique la ley”. Para la diputada, Globovisión “tergiversa la verdad”, agregando que “si Globovisión continúa, el pueblo va a ir a tomarlo”, censurando el equilibrio informativo que mantiene la teleemisora.
A su vez, el diario “Notitarde”, de la ciudad de Carabobo, fue acusado y puede ser sancionado por el gobierno por “publicar imágenes violentas”. Estas imágenes eran de una ambulancia donde habían cargado algunos cadáveres –que se encontraban tapados por lienzos azules- y acompañaban la noticia sobre la tremenda inseguridad que en Venezuela causa centenares de muertes por día. Una de las lacras que el chavismo pretende ocultar, junto a otras noticias o imágenes que reflejen el desabastecimiento alimentario, la inflación y la pobreza.
Las cartas dirigidas a diversas autoridades del gobierno venezolano por organizaciones internacionales de defensa del periodismo, como Reporteros sin Fronteras (RSF), la Asociación Internacional de Radiodifusión (AIR) y la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), sólo tuvieron como respuesta la censura y la burla del mandatario bolivariano y de sus cortesanos.
Otro detalle interesante lo constituye el encumbramiento de un personaje surgido de la dirigencia estudiantil chavista, quien pasó por un organismo que controla toda la documentación de los venezolanos y ahora es subsecretario de Interior y Justicia, es decir “número dos” de Pedro Carreño.
Se trata de Tareck Zaidan El Aissami Maddah, cédula de identidad 12.354.211, un antisemita militante de quien se ha ocupado hasta la inteligencia italiana. Traduciendo la información proveniente de la misma, podemos decir que este personaje nació en Líbano, de padre sirio. Sus padres y abuelos estuvieron siempre ligados al Partido Baath irakí bajo la dictadura de Saddam Hussein. De hecho su tío abuelo, Shibli El Aissami, fue un ideólogo destacado y asistente del secretario general de ese partido en Bagdad. En tanto su padre es dirigente del movimiento chiíta en Venezuela, encabeza la sucursal del citado partido en el país y es amigo íntimo del presidente sirio Bashar al Assad. “En síntesis –finaliza el informe de la inteligencia italiana- Hezbollah es parte del gobierno en Venezuela”. Lo cual nos retrotrae a una reciente nota que publicamos bajo el título “Fundamentalismo islámico en América Latina”, donde se aportaron varios detalles de esa presencia de dirigentes chíitas y de milicianos de Hezbollah en Venezuela, con proyección hacia otros países latinoamericanos.
Tareck El Aissami
Tareck El Aissami, tras destacarse como dirigente estudiantil y presidente de la Federación de Centros Universitarios, pasó en el año 2002 a ser miembro del Comando Político de la Revolución y de allí a ocupar un puesto clave: Director Nacional de Identificación en ONIDEX (Oficina Nacional de Identificación y Extranjería), donde colocó a un grupo de jóvenes que previamente habían hecho un curso sobre “documentación” en Cuba. ¿Por qué un puesto clave?. Porque por allí pasa exclusivamente la confección y provisión de cédulas de identidad y pasaportes a los ciudadanos. Claro que con características muy especiales: es el organismo del gobierno de Hugo Chávez que ha entregado cédulas y pasaportes falsos a numerosos personajes que hacen de las suyas en diversos lugares del mundo, tanto guerrilleros de las FARC y el ELN de Colombia y narcotraficantes de ese país, como militantes islámicos que se refugian en Venezuela o viajan en tránsito hacia otros países. Otra de las cuestiones que abordamos en aquella nota anterior antes citada.
Phil Gunson, presidente de la Asociación de Prensa extranjera en Venezuela, hizo una investigación en la cual, además de coincidir con algunos de los datos hasta aquí mencionados, señala que El Aissami estaría vinculado a movimientos radicales islámicos en Medio Oriente y señala: “En momentos en que Venezuela se encuentra a las puertas de un referéndum revocatorio contra el presidente Chávez y varios diputados, la institución encargada de expedir cédulas de identidad y pasaportes, la ONIDEX, se pone en manos de radicales con nexos terroristas. Pareciera evidente la intención oficial de hacer fraude para descarrilar la iniciativa del referendo”.
Otra de nuestras fuentes indica que los islámicos insertados en el gobierno de Hugo Chávez “controlan la ONIDEX, controlan varios puertos, serían responsables del probable tráfico de uranio a Irán y son encargados de organizar células terroristas en Venezuela, además de suministrar información al gobierno en complicidad con el G-2 cubano”.
Además, como viceministro de Interior y Justicia y por lo tanto con autoridad sobre la policía, Tareck El Aissami estuvo presente en persona durante las primeras marchas estudiantiles de protesta, encabezando la dura represión lanzada contra los mismos.
El punto final de este informe lo dedicaremos al general Raúl Isaías Baduel. Siempre al lado de Hugo Chávez desde sus primeros intentos golpistas, aunque se marginó de participar activamente en los mismos, dirigió el operativo que repuso a Chávez en el poder luego del golpe de estado contra éste del 11 de abril de 2002. Baduel fue jefe del Ejército y paralelamente ministro de Defensa hasta su retiro, el 18 de julio último.
General Raúl Isaías Baduel
El pasado 5 de noviembre, el general Baduel sorprendió a propios y extraños al anunciar su oposición a la reforma constitucional de Chávez y además llamando a votar por el “No” en el referéndum del próximo 2 de diciembre. Y aquí es donde se ha generado un cúmulo de opiniones que por el momento solo llevan a la confusión.
Chávez de inmediato llamó “traidor” a Baduel, y dispuso que le retiraran la custodia que tenía siempre. Desde la oposición, emocionada y excitada por esta reacción inesperada del militar, se elevaron enseguida voces de apoyo y expresiones sobre su valentía, exagerando algunos al punto de mencionarlo como “próximo presidente de Venezuela”. Típica demostración de la sanguínea idiosincrasia latinoamericana.
Sin embargo, ¿se puede tomar lo de Baduel como un valiente acto de repentina rebeldía hacia quien fuera hasta ese momento su amigo y compañero en una larga trayectoria?. Cuando la excitación le dio un poco de lugar a la serenidad, comenzaron a barajarse otras posibilidades. Por ejemplo, que Baduel haya hecho las veces de “Caballo de Troya” y en realidad esté actuando, obviamente a favor de Chávez y no en su contra.
Es que Chávez está realmente temeroso de que la abstención a votar en el referéndum tan promocionada por la oposición y la ciudadanía que no quiere la reforma le haga fracasar ese referéndum. No porque no vaya a imponerse el “Sí”, ya que para ello está listo el fraude al que colaboran las máquinas “Startmatic” utilizadas para votar –algo de lo que hablaremos en otra oportunidad-, sino porque sería tan notoria la ausencia de votantes que quedaría en evidencia que sólo votaron por el “Sí” los grupos notoriamente ligados al chavismo, pero con una tremenda cantidad de vacío electoral que virtualmente demostraría la mayoritaria presencia de la oposición a la reforma, sobre todo ante la mirada internacional, a la que Chávez de la boca para afuera demuestra despreciar pero de la que su ego interno no soporta observaciones.
De allí que algunos hayan comenzado a pensar que el llamado del general Baduel a “votar por el No” sea un arma de doble filo, ya que si los opositores finalmente optan por dejar de lado la abstención su concurrencia a votar daría más legitimidad al referéndum de Chávez, y finalmente terminaría por imponerse el “Sí”, con las argucias citadas pero con visos de legalidad.
En tal sentido es válido mencionar lo expresado por una fuente que recibió la información directamente de un miembro de la Casa Militar, según la cual “todo lo dicho por Baduel viene de los laboratorios más oscuros de la inteligencia oficialista. Ellos saben que necesitan un líder que impulse las elecciones, y al ver que los jefes y miembros de la oposición no tienen convocatoria han elegido a Baduel como miembro ‘ficticio’ de esa oposición. El objetivo es deslegitimar a los verdaderos patriotas como el Dr. Escarrá y nulificar en su totalidad el movimiento estudiantil. Nos aseguran que el movimiento estudiantil es considerado como ‘de gran peligro’ por el régimen”.
Este concepto quizás sea lo más aproximado a la realidad sobre el repentino acto de rebeldía del general Raúl Baduel.
Es cierto que otros dirigentes de partidos que se encontraban hasta hace poco ligados a la propuesta socialista de Hugo Chávez se han alejado, como por ejemplo miembros de las agrupaciones “Primero Justicia” y “Podemos”, y que muchos simpatizantes del chavismo –que por fin se van dando cuenta de lo que traerá aparejada la nueva Constitución- ya están manifestando también su oposición a la misma.
Ojalá nos equivocáramos y al general Baduel se le hubiera despertado un verdadero afán de fe democrática. Pero por el momento son las dudas las que más persisten en el enrarecido clima político que está viviendo Venezuela.
Lo cierto es que Hugo Chávez está muy “arrecho”, como dijimos al comienzo de esta nota señalando también que motivos para ello no le faltan. Hace pocos días el rey de España lo puso en ridículo ante la comunidad internacional al hacerlo callar en plena Cumbre Iberoamericana; su líder y mentor Fidel Castro ya murió o está en sus últimos suspiros; las calles se le llenan de expresiones de protesta sin miedo pese a la feroz represión; en los cuarteles militares hay signos de inquietud.
Su nueva Constitución, de ser aprobada, no solucionará los graves problemas por los que está atravesando un país muy r