En un relevamiento desarrollado por la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) se detectaron demoras en los plazos de finalización del plan de desarrollo de 54 escuelas nuevas en territorio porteño. En muchos casos se debió a errores de planificación que obligaron a dar marcha atrás, provocándole al Estado más gastos de los que estaban previstos. 

El plan diseñado para Capital Federal consistía en construir 30 instituciones de nivel inicial, 13 primarias, 9 secundarias, un centro de terminalidad de adultos y un Centro de Formación Profesional. El informe de la AGCBA, aprobado en marzo de 2022, tomó como base seis obras que estaban en ejecución en 2019. 

De los casos analizados se desprende que la mayoría tuvo fallas en la planificación. En una obra en Nueva Pompeya, por ejemplo, no se consideraron las características del suelo donde se iba a ejecutar la construcción de una primaria. En el lugar se había proyectado una estructura monolítica de hormigón y un subsuelo, pero no pudieron realizarla  porque era probable que se inundara.

Originalmente el presupuesto para la construcción de la escuela era de más de $92 millones y el tiempo de trabajo estimado de 270 días, con fecha de finalización en agosto de 2019. Sin embargo, terminó costando un 33% más (unos $30 millones extra) y la obra se “neutralizó” hasta el 20 de febrero de 2020, algo que aparece en todos los casos analizados por el cuerpo de auditores.

El caso de la Banderita

En el barrio de Retiro se registró la obra más cara de todas: la escuela primaria “Bandera Argentina”, más conocida como Banderita, a cargo de la empresa Cunumi S.A., se debía finalizar en marzo de 2019 con un costo de $289 millones. Aunque por las neutralizaciones de plazos y modificaciones contractuales no se cumplió ni con el plazo ni con el presupuesto. 

Las demoras se debieron a la necesidad de realizar la documentación técnica ejecutiva de la obra, ya que al ser una construcción de estructura pre moldeada se requería un mayor nivel de exactitud y precisión. Además, tampoco se pudo ajustar la obra a ese presupuesto y debió darse un adicional ante la necesidad de extender la red cloacal y de provisión de agua, así como de la red de gas. Todas cuestiones que no habían sido contempladas.

Tres escuelas en Villa Lugano

En 2016 comenzó en Villa Lugano una obra para la escuela primaria 18, cuya fecha de finalización era 2018 y costaría $83 millones. Sin embargo, se tuvo que ampliar el plazo de entrega dos veces ya que, cuando se hizo el estudio del suelo, se verificó que la estructura planteada en la licitación no era compatible con las características del terreno y el nivel de la napa de agua.

Además se hicieron tres neutralizaciones por la tramitación ante la empresa EDESUR de la ampliación de potencia eléctrica. En julio de 2019 la obra se consideró terminada y fue entregada con un Acta de Recepción Provisoria. La ampliación de plazos hizo que termine costando 16 millones más de lo previsto, es decir un 20% sobre lo planificado. 

En el mismo barrio pero por un costo mayor, se planificó la construcción de la escuela primaria de creación “Polo Piedra Buena”. Esta obra registró varias ampliaciones de plazo, entre otras cuestiones por la “no inclusión dentro de la documentación licitatoria de toda la infraestructura cloacal, eléctrica, pluvial, provisión de agua y corrientes débiles desde el frente del edificio hasta las acometidas a los servicios públicos disponibles sobre la calle Zuviría”. Por esto, los $109 millones planeados para el gasto se convirtieron en $125 millones.

Pero la obra más cara para Villa Lugano fue la ubicada en el predio de la Villa Olímpica, creada para los Juegos Olímpicos de la Juventud. A la empresa Vidogar Construcciones S.A. se le entregaron $162 millones para que construya una escuela primaria y una de nivel inicial en 450 días corridos desde octubre de 2018.

En el informe aseguran que se estimó conveniente alentar a la contratista a acelerar el ritmo de los trabajos, indicando a la empresa contratada que las obras se podían dividir, con el propósito de que primero se termine la escuela de nivel Inicial, para que quede habilitada de cara al ciclo escolar 2019. Esto finalmente sucedió, la construcción terminó el 30 de mayo de 2019 y se aprobó una bonificación para la empresa por $4 millones.

En tanto, la escuela primaria registró diversas modificaciones porque en la zona no contaban con servicio de gas, lo cual hizo que surja la necesidad del cambio al sistema eléctrico. También se registraron suspensiones a raíz del aislamiento por la pandemia.

Con juicio incluido

Villa Lugano tuvo un caso más: la Primaria 6 Profesor Felipe Boero. Pensada con un presupuesto superior a los $75 millones, Ashoka construcciones tenía que tener listo el edificio en mayo de 2019. Sin embargo, cuando se hizo la auditoría, ese mismo año, el avance de obra rondaba el 75%. 

Según detalló el informe, la empresa comenzó el proyecto de forma lenta, debiendo intervenir en varias ocasiones la inspección de obra. Además se detalla que se le hicieron reiterados reclamos para obtener planes de trabajo, dado que los ritmos de avance no se correspondían con lo acordado.

Ante estas deficiencias, se aplicaron dos multas por incumplimientos hasta que en junio de 2019 el inspector a cargo constató que en el predio de la escuela no se encontraba personal de la empresa, ni subcontratado de ningún rubro. Como en los días siguientes se dio la misma situación se requirió a la empresa reactivar las tareas, pero esto no pasó. 

Finalmente, en septiembre de 2019,  se resolvió rescindir el contrato de obra pública por exclusiva responsabilidad de la contratista y se intimó a la empresa a que devuelva la suma entregada en concepto de anticipo financiero, una cifra cercana a los $15 millones. Ashoka Construcciones rechazó la intimación alegando que se rescindió por culpa de la administración, reclamando daños y perjuicios. Para mayo de 2020 no se había llegado a un acuerdo por lo que la administración de CABA remitió el trámite a la Procuración General para que se continúe el reclamo por vía judicial.