Con motivo de la celebración del "Primer
Centenario de la Independencia Argentina", la provincia de Tucumán encaró una
serie de obras cuyo objetivo era materializar el ideal de prosperidad y progreso
de principios del siglo XX. La imagen de nación que se construía, a partir de
un importante programa de obras públicas, era una clara expresión de la
organización institucional y social que había alcanzado nuestro país en
vísperas del Primer Centenario de la Independencia.
La ciudad se organizaba incorporando nuevos servicios y las
distintas funciones adoptaban una expresión propia con la construcción de sus
edificios institucionales. De este modo la histórica ciudad iba adquiriendo
paulatinamente una jerarquía que la distinguía de otros centros urbanos. La
expresión de esta creciente complejidad funcional se vería reflejada con la
incorporación de nuevas tipologías arquitectónicas que albergaban las distintas
funciones culturales e institucionales como la Casa de Gobierno, escuelas,
bibliotecas, bancos, comisarías, teatros, hospitales, entre otros ejemplos.
En su conjunto, sumados a la introducción de diferentes
mejoras en el paisaje urbano, estas tipologías arquitectónicas le dieron a la
ciudad un nuevo rango y una gran singularidad. Esta situación no volvió a
repetirse en la historia de Tucumán desde entonces, salvo por la construcción
del Hospital de Niños y de la Maternidad, ambos del Arq. Sacriste.
A pesar de que hoy la provincia cuenta con los instrumentos
legales necesarios para proteger y revalorizar su Patrimonio Arquitectónico, las
Leyes de Patrimonio Cultural Nº 7.500 y Nº 7.535, se insiste en aplicar la Ley
7.142, conocida como Activo por Activo, cuyo capítulo actual apunta a destruir
toda huella plasmada entre 1910 y 1916.
Los edificios que hoy se pretenden demoler son parte
significativa de ese conjunto emblemático de la arquitectura realizada con
motivo del Primer Centenario de la Independencia. Son fundamentalmente la
expresión de la identidad de una comunidad que basaba su desarrollo en la
reafirmación de las Instituciones y la promoción social a partir de la educación
y la cultura.
Hoy próximos a celebrar el Bicentenario de Independencia
Argentina, la propuesta no sólo no es revalorizar esta arquitectura sino que se
plantea la posibilidad de su destrucción.
Algunos de los edificios amenazados son el antiguo Hospital
de Niños, hoy Secretaría de Educación, la Dirección General de Rentas y la Ex
Brigada de Investigaciones.
No permitamos que esto suceda, es parte de la hermosa
historia argentina y su independencia.
Ana Grillo