Desde el 17 de julio la Policía de la Ciudad, comenzará a usar las pistolas Taser, comunicado por el Ministro de Seguridad de la CABA, Eugenio Burzaco, en la Ciudad de Buenos Aires.

“Especialmente en estaciones de subte, terminales de ómnibus, colectivos y trenes evitando el uso del arma de fuego y que puedan detener a personas que atacan con elementos cortantes y contener a la persona sin peligro para ella o terceros”.

Las pistolas Taser son armas de baja letalidad que graban toda la secuencia de uso y envían una descarga eléctrica a través de dardos que permiten inmovilizar a personas violentas o en estado de desequilibrio sin causarle daño permanente.

Se capacitaron a 250 oficiales que recibieron curso intensivo relativo al manejo adecuado de las pistolas Taser y la aplicación de protocolos de uso.

Tienen por finalidad garantizar una respuesta proporcional a las situaciones de agresión, por lo que oficial estará acompañado por un compañero armado con un arma de fuego convencional

Dichas pistolas son utilizadas en 107 países, incluidos Estados Unidos, Alemania, Italia, España, Australia, Brasil, Canadá, Colombia, Corea del Sur, Francia, Nueva Zelanda, el Reino Unido y Singapur.

En tal contexto, a los fines de informar, ilustrar y conocer el funcionamiento de estas flamantes pistolas, consultamos desde TDP con el Señor Jorge Luis Vidal, especialista y consultor Internacional en Gestión de la Seguridad Pública, Inteligencia Delictual y Lucha contra el narcotráfico.

Profesional muy requerido todos los medios de comunicación colegas (radio, televisión, diarios),en vista de su profesionalidad y conocimiento para abordar sobre el tema.

Menciona que: “El tema de las pistolas Taser es una historia antigua en cuanto a la época que aparecieron, me las cruce por primera vez en el año 1997/98, hace más de 20 años, en Madrid, en la Feria de Armas de Madrid.

“Es un arma no letal incapacitante de uso policial, electrochoque que larga dos dardos atados a un cordón finito que impactan en la persona, en un máximo de 10 metros y llega atravesar la ropa”

Entonces, “los músculos entran en una incoordinación muscular motora, toda vez que la persona se desploma, porque no puede estar en pie”.

“Es una incoordinación del sistema nervioso eléctrico del cuerpo, que hace que la persona se desplome, se derrumbe y en cinco segundos ya está esposado y en otros cinco segundos más, va caminando hacia el patrullero y queda a disposición de la policía y/o justicia”.

Añade: “Que el policía tiene otra herramienta más para reducir a una persona que, evidentemente, no deja que lo detengan con esa pistola que dispara dardos y provocan una reacción”.

La descarga eléctrica de la pistola es de alto voltaje y bajo amperaje; tiene dos dardos que una vez disparados debe volver a cargarse.

Aclara que, - en el caso- “que la persona se encuentre con un cuchillo, es necesario que vayan dos policías, porque el disparo debe ser efectivo, a veces no alcanza con esos dos disparos para voltear a la persona. Si le pega un solo dardo o le da en un brazo y no en el plexo el individuo sigue corriendo y en tal situación se debe utilizar el arma de fuego”.

Finalmente, menciona en relación con las pistolas Taser “que hay que hacer políticas de seguridad y no políticas con la seguridad”.