"Mirá los extractos cómo sacaban guita. Bancos kirchneristas apoyados por Massa”. Tal es la explicación que el abogado Juan Pablo Chiesa hizo a Tribuna de Periodistas para explicar todo lo que vendría después.
Se trata de una serie de denuncias en contra del Banco de Servicios y Transacciones Sociedad Anónima (BST), el cual se encuentra siendo investigado por una serie de delitos: falsificación de firma, estafa y lavado de dinero. Pero resulta que no es la primera vez que dicha entidad se encuentra bajo la lupa de la justicia.
Según explicó Chiesa en diálogo con este medio, “las operatorias eran que los gerentes y/o responsable de este banco abrían cuentas corrientes sin pedir documentaciones de respaldo, como, por ejemplo, estados contables ni requisitos comerciales ni societarios”.
“Las empresas (denunciantes) tenían cuentas corrientes abiertas sin la firma de los responsables. Al cabo de los 60 días, se movían fondos del propio banco a financieras o casas de cambio sin la firma de los verdaderos representantes de las empresas”, añadió.
El Banco de Servicios y Transacciones SA sería responsable de la apertura de cuentas sin los requisitos que solicita el Banco Central y, según una serie de denuncias que se encuentran en Comodoro Py, la entidad falsificaba firmas para llevar a cabo transacciones por miles de millones de pesos (ver documento al pie).
Allí podrá verse cómo, en un mismo día, hizo varias transferencias, cada una por más de 100 millones de pesos sin respaldo de la empresa (en este caso Centenera Agencia de Cambio y Turismo SRL) siendo la entidad financiera la responsable de sus giros. En esa línea, las denuncias se dirigen a las autoridades del banco y a la propia institución por el presunto delito de falsificación de firmas y lavado de dinero.
Chiesa, como representante de la empresa denunciante, solicitó a las autoridades del banco las autorizaciones firmadas por los representantes de Centenera Agencia de Cambio y Turismo SRL donde se autorizarían los giros. “Se negaron a aportar la documentación presumiendo el claro ocultamiento de maniobras fraudulentas”, explicitó el letrado.
La maniobra denunciada es la siguiente: el banco falsifica la firma del representante de una empresa y el dinero se gira a financieras en pesos para el cambio de moneda extranjera con el fin de conseguir retornos.
En tal sentido, los abogados patrocinantes solicitaron la inmediata intervención de la PROCELAC (Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos) y del Banco Central.
En la misma línea, el empresario denunicante pidió que se soliciten medidas periciales caligráficas y scopométricas (estudio de autenticidad comparativa) con el fin de comprobar que la firma no es del representante de la empresa por lo que la responsabilidad caería únicamente sobre el banco.
Pero como se mencionó antes, no es la primera vez que el BST está bajo la lupa de la justicia. Según pudo saber Diario Mendoza Today, en 2013 el fiscal especial Carlos Gonella denunció a dicho banco por lavado de dinero, algo que entonces prometió ser un dolor de cabeza para el poder económico kirchnerista.
Para entender por qué, cabe señalar que la entonces presidenta Cristina Kirchner estaba enemistada con el titular de Pampa Energía Marcelo Midlin, quien estuvo a punto de acordar junto al BST explotar junto a YPF un yacimiento de gas convencional en Neuquén.
En ese momento, la denuncia había sido disparada por la Procuración de la Nación, entonces a cargo de la kirchnerista Alejandra Gils Carbó y resulta que Gonella es íntimo amigo de Carlos Zannini.
Para más coincidencias, una de las instituciones intervinientes fue la Unidad de Información Financiera, en ese momento a cargo de otro ultra kirchnerista: José “Pepe” Sbatella. Todo indica que la movida fue pergeniada por la propia Cristina Kirchner.
Ese año, el medio La Política Online publicó una nota en la que deja constancia que “detrás del fárrago de accionistas del BST involucrados en la demanda, aparecen además del propio Mindlin -con quien el Gobierno estaba enfrentado por Edenor-, dos nombres de peso: el titular del banco Macro, Jorge Brito; y el desarrollador inmobiliario Sergio Grosskopf”.
“El primero de ellos ubicado en la mira de la Presidenta por estar sospechado de alentar a través de mesas de dinero, la corrida al dólar y por su cercanía a Sergio Massa; y el segundo por su cercanía a Daniel Scioli”, añadió el medio.