La crisis diplomática que se desató entre Argentina y España luego de la escalada verbal entre el presidente Javier Milei y su par de España, Pedro Sánchez, aún no encuentra su punto de equilibrio, pero existen límites objetivos que podrían transformar la disputa en una anécdota en el corto plazo.
“Este es un caso de crisis traída de los pelos. No hay un hecho objetivo de alguna significancia que lo cause, más que las veleidades políticas e ideológicas de ambos líderes enfrentados”, explicó el politólogo y periodista, Claudio Fantini, en diálogo con Noticias Argentinas.
En este sentido, el analista internacional aseguró que lo “lógico” es esperar que el conflicto entre ambos mandatarios se resuelva entes de las elecciones europeas que se llevarán a cabo del 6 al 9 de junio.
De esta manera, desde el punto de vista de los especialistas, la beligerancia verbal entre Milei y Sánchez es funcional a sus intereses políticos particulares y podría encontrar barreras concretas, como las cuantiosas inversiones ibéricas en nuestro país.
“El conflicto tiene límites objetivos, porque España es la segunda inversora de América del sur. En Argentina, es la primera inversora en euros“, argumentó el analista internacional Jorge Castro con relación a la disputa diplomática.
Asimismo, Castro afirmó que el “capital hundido” que tienen las empresas internacionales españolas es de “una enorme importancia y limita la magnitud del enfrentamiento”. A su vez, el especialista destacó que no es casualidad que la escalada se haya dado en el contexto de las elecciones para el parlamento europeo.
Los analistas en política global coincidieron además en ver como una acción deliberada el ataque del presidente argentino a la figura de su par socialdemócrata español. “Es una estrategia, no se sabe bien para qué. Para Argentina no creo que tenga ningún beneficio”, consideró Fantini.
En la misma línea, ambos especialistas acordaron en que el libertario, con sus sucesivas disputas diplomáticas, tiene como finalidad establecer su figura como relevante en el concierto de referentes ultraderechistas a nivel internacional.
Es importante recordar que no es la primera vez que el Presidente se manifiesta en duros términos al dirigirse a otros líderes mundiales, ya que mantuvo cruces con el presidente de Colombia, Gustavo Petro y el de México, Andrés Manuel López Obrador.
Hay que destacar también que la dinámica en ambas oportunidades por parte del Ejecutivo fue la misma, lanzar fuertes declaraciones contra los presidentes latinoamericanos, que luego la canciller Diana Mondino se encargó aplacar.
Si bien en este caso fue el Gobierno de España el que inició la crisis a través de su ministro de Transporte, Óscar Puente Santiago, la chance de polarizar no fue desaprovechada por el presidente argentino.