El pasado lunes el presidente Javier Milei volvió a recibir al exmandatario Mauricio Macri en la quinta de Olivos tras las fuertes críticas del fundador del PRO a su entorno. A pesar de la orden de preservar las relaciones, los armadores libertarios se muestran reticentes en ceder y perder lo acumulado en las negociaciones electorales que mantienen con los aliados.
El Presidente guarda gran estima y respeto por el fundador de Juntos por el Cambio, por eso volvió a recibirlo en la residencia de Olivos, mano a mano, a pesar de los dardos contra el asesor presidencial, Santiago Caputo, y su hermana, Karina Milei, que lanzó el exmandatario.
Quince días después de la última reunión, Macri volvió a Olivos, en esta oportunidad para hablar de varios temas y limar asperezas. El menú se repitió: milanesas y flan mixto -para el titular del PRO que se fue a las 23-, en un encuentro distendido de dos horas, en el que -aseguran- no hubo mención al discurso crítico del expresidente en La Boca ni ofrecimientos electorales.
Tras las consultas de la agencia Noticias Argentinas, desde el PRO evitaron hablar de la cena del lunes.
Pasada la euforia, el ingeniero volvió a mensajear al asesor presidencial en una especie de cese al fuego, y retomó contacto con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
En Balcarce 50 están dispuestos a darle reconocimiento al expresidente y entregarle la tan ansiada medalla de bronce, siempre y cuando no implique ceder ninguna de las cajas.
El pedido de Milei y la negociación electoral
En honor al respaldo que recibió de Macri en el balotaje, el libertario instruyó a sus alfiles encargados de negociar los acuerdos legislativos de cara al 2025 a que preserven el vínculo con el PRO y “cuiden las formas”.
La orden directa es “no caranchear” la interna de los amarrillos que lleva por un lado a Bullrich, dispuesta a una fusión con La Libertad Avanza, y por otro a su titular, que aspira a mantener la independencia y el espíritu crítico. “No le va a quedar mucha alternativa”, plantearon sobre el rol del Macri en los tiempos venideros.
Según supo la agencia Noticias Argentinas, el entorno libertario al que apuntó el expresidente no está dispuesto a “regalar nada” y prioriza la autopreservación a la hora de negociar con sus aliados.
La intención es abonar a la consolidación de un sistema bipartidista que enfrente al peronismo -hoy en crisis tras la denuncia por violencia de género contra el expresidente Alberto Fernández- y a La Libertad Avanza.
“Nos conviene representar al 55% de los argentinos que está del otro lado del Rubicón. Si hace falta el PRO, el radicalismo, es discutible, pero solo porque somos buenos no porque haya necesidad”, plantearon desde el círculo rojo del Presidente.
Los acuerdos con el PRO, principal socio del oficialismo, se harán por distrito y llegado el caso, en función del rendimiento del Gobierno. Si la medición es desfavorable para los amarillos, los libertarios no cederán su capitalización electoral, y solo están dispuestos a escuchar ofertas si para junio de 2025 los planes de gestión no son los deseados.
Lo cierto es que no hay intenciones de compartir el podio ganador con el PRO ante un eventual triunfo electoral, sobre todo en los distritos donde los violentas tienen preponderancia y un trabajado desarrollado. Es por eso que Santiago Caputo y Karina Milei se muestran evasivos a los pedidos del mandatario.
El ejemplo es clave, en las vísperas de que La Libertad Avanza conquiste el sello provincial, las mediciones en territorio bonaerense son desfavorables para el PRO que, según estiman, no llega al 7% en contraposición a casi los 40 puntos que declaran haber cosechado.
Al único que ven con buenos ojos es al diputado Diego “El Colo” Santilli al que están dispuestos a cobijar en la boleta violeta si decide presentarse por fuera. “Es un buen candidato y mide bastante bien en la provincia. Lo mejor que tienen”, precisaron al tiempo que revelaron que habría un principio de acuerdo de parte del excandidato a gobernador.
Sin importar las intenciones de Macri, hay quienes aseguran que hoy no hay igualdad de condiciones en la negociación, y que aclaran que de avanzar un acuerdo electoral será por la buena voluntad del Poder Ejecutivo.
Cuando los acuerdos no son "entre pares", la "desigualdad" hace que no sean muy confiables. Los intereses de Milei no confluyen con los de Macri e incluso tampoco lo hace la animadversion hacia el kirchnerismo. A lo sumo regirá una tregua que languidecerá a medida de que se acerquen los momentos de campaña para el 2025
Jajajaja solo van 8 meses. Los pubertarios están demasiado subidos a un pony. Tiempo al tiempo.
De donde sacan TANTAS PAVADAS.