Más allá del fétido culebrón financiado con recursos públicos y que tiene a Fabiola Yáñez y Alberto Fernández como actores principales y con el cual los medios de prensa y las redes sociales impiadosamente nos aturden a diario, esta semana merecen destacarse algunos hechos de la escena local y otros externos. El primero, nimio por cierto, fue la clara soledad de Cristina Fernández, acostumbrada antes a multitudes, cuando fue a declarar en el patético juicio contra los “copitos”, ese ridículo grupo de vendedores callejeros de algodón de azúcar que simularon querer matarla; ¿podremos leer en esos escasos militantes que dijeron “presente” ante los Tribunales federales un síntoma más de su decadencia final como líder política?
Mucho más grave y trascendente resultaron las palabras del tan nefasto Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kiciloff, que aspira a sucederla, que calificó de “empleados del Gobierno nacional” a los directores actuales de YPF. Esos dichos inciden directamente en el mismo juicio que, por US$ 16.100 millones, ya perdió la Argentina por la negativa de este carísimo (para todos los demás) subnormal a respetar lo dispuesto en los estatutos de YPF, que obligaban a ofertar por el total de las acciones a quien se hiciera con la mayoría de éstas, con el pueril argumento de que los argentinos no éramos “tarados”.
Esas manifestaciones fueron utilizadas por quienes nos demandaron, los fondos Burford y Eaton Park, para sostener que la petrolera es el propio Estado y, como tal, puede ser embargada. Me pregunto si Kiciloff actuó con intención (dolo) o sin ella (culpa) al perjudicar de tal modo los intereses nacionales y, como contrapartida, beneficiar a los acreedores; y es razonable pensarlo porque, con los habituales Eskenazi como testaferros, los Kirchner conservan el 30% del resultado del juicio.
Dado el imbécil escándalo que se ha generado por la más que razonable visita de algunos diputados de La Libertad Avanza a una de las cárceles donde se pudren en vida quienes, con coraje y subordinación a un gobierno democrático, impidieron que aquí venciera el terrorismo subversivo en los 70’s, y la indigna reacción del Obispado de Zárate-Campana, que expulsó al padre Javier Olivera Ravasi, que residía en esa jurisdicción, por haber cometido el “crimen” de facilitar la cuestionada visita, exacerbado por la timorata reacción del Gobierno, que ha dicho que una amnistía a los presos políticos de una Justicia militante y vengativa no figura en su agenda, reitero mi propuesta a Javier Milei: convoque a la ciudadanía a expresarse, en un referéndum no vinculante, respondiendo si estas víctimas del inmundo pacto Kirchner-Verbitsky merecen, o no, las mismas garantías constitucionales que gozamos todos los demás y, sobre todo, si todos ellos, cuya edad promedio supera los 78 años, deben recibir el beneficio de la prisión domiciliaria.
En el terreno internacional, y tal como se prevía, México, Brasil y Colombia han propuesto, como solución para el calvario venezolano, repetir las elecciones, o sea, dar una nueva prórroga al tirano Nicolás Maduro para que continúe secuestrando, torturando y asesinando a todos aquéllos que se atrevan a discutir la legitimidad de su mandato para, luego, desconocer nuevamente los resultados y reiniciar el dramático ciclo. La gigantesca heroína, María Corina Machado, ha convocado a nuevas marchas cívicas, que se replicarán en 300 ciudades del mundo, para rechazar la propuesta.
En esta materia, y pese a que pudiera argumentarse la necesidad de esa presencia para tener injerencia en algún desenlace pacífico (del cual descreo), no dejó de llamar la atención global la presentación de credenciales por parte del nuevo Nuncio Apostólico (o sea, el embajador) del Vaticano al usurpador venezolano, mientras los países democráticos rompen relaciones diplomáticas con él.
Una vez más, el Papa Bergoglio da pasto a quienes sostienen que tanto el chavismo cuanto el kirchnerismo tienen, desde hace mucho tiempo, dinero sucio depositado en el Istituto per le Opere Religiose (IOR), el pseudo banco del Vaticano que se encontraba al borde de la quiebra cuando SS Francisco fue electo Pontífice. Atribuyen a la gratitud, además de su formación pero-pobrista, la marcada diferencia entre la cordialidad que mostró al recibir reiteradamente a Cristina Fernández y sus cómplices y a Nicolás Maduro y los suyos, en comparación con la aspereza con que atendió a Mauricio Macri, por ejemplo, o la disimulada oposición al gobierno de Milei.
Están cada vez más calientes los conflictos en el Mar de la China por Taiwan y el acoso permanente de las fuerzas armadas chinas a Filipinas; en el acceso al Mar Rojo bajo ataque permanente de las milicias hutíes fieles a Irán y basadas en Yemen; en la guerra desatada por el ataque terrorista de Hamás a Israel que derivó en la represión sobre la Franja de Gaza y su probable extensión al Líbano y a Irán; en la antigua e invisibilizada guerra civil de Sudán; en los incendiarios incidentes que se están generando entre los inmigrantes musulmanes y los ultranacionalistas británicos; en los permanentes episodios de tiroteos y asesinatos de los enloquecidos militantes del Ejército Islámico en todo el mundo; y en la feroz represión de los regímenes tiránicos en Cuba, Nicaragua y Venezuela. Pero sugiero observar la marcha de la guerra entre Rusia y Ucrania; los avances de las tropas de Vladimir Zelensky sobre Kursk, territorio de su tocayo Putin, no son algo fútil; no sólo han demostrado la vulnerabilidad de éste, sino que puede llevarlo a una reacción aún más salvaje y peligrosa para la humanidad.