El jueves pasado se dio a conocer el último estudio realizado por el INDEC, que muestra que la *pobreza alcanzó 52% de la población y la *indigencia subió al 18,1% durante el primer semestre del Gobierno de Javier Milei.
Ello “representa un aumento de 11 puntos con respecto al segundo semestre del 2023 desde que Javier Milei asumió en diciembre pasado, y que la cantidad de personas pobres en el país sudamericano bordea a los 25 millones”.
Por tal motivo, este informe del INDEC, despertó controversias, opiniones, debates y análisis en distintos medios de comunicación, considerando algunos expertos que estos resultados “no dejan de sorprender”, toda vez que “la tasa de pobreza es la más alta de los últimos 20 años(en 2004 llegó al 56,8%)”.
Habida cuenta de ello, desde TDP, recurrimos a un especialista de importante trayectoria profesional en esta temática como como Leopoldo Tornarolli, Licenciado en Economía, Universidad Nacional de Rosario, Investigador Senior del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (CEDLAS) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Magister en Economía de la UNLP. Profesor de Política Económica I, UNLP.
Ha publicado artículos sobre pobreza, distribución del ingreso y aspectos del mercado laboral en libros y revistas internacionales. Es co-director del Proyecto Base de Datos Socioeconómicos para América Latina y el Caribe (SEDLAC).
TDP- Toda vez que la pobreza escaló 52,9% en el primer semestre del Gobierno de Milei, ¿considera que es la cifra más alta en 20 años?
LT- Sí, es la cifra más alta desde el segundo semestre de 2004 a la fecha. Por entonces, la pobreza venía cayendo luego de la crisis de la salida de la convertibilidad y estaba en niveles similares a los que se informaron la semana pasada.
TDP- Relativo a la indigencia que del 9,3% pasó al 18,1%, ¿preocupa que sea mayor a la de la pobreza?
LT- Sí, en general son más preocupantes los números de indigencia que los de pobreza, porque refieren a una situación más grave, de hogares que no cuentan con ingresos para comprar una canasta básica alimentaria. En este caso particular, es aún más preocupante por el fuerte incremento que se dio en este indicador, que casi se duplica el valor que alcanzaba algunos años atrás.
TDP- Dado su especialidad profesional en esta temática y su análisis, ¿entiende que hay más argentinos pobres por una falta de políticas sociales?
LT- No, el problema de la pobreza en la Argentina no son las políticas sociales, sino la inestabilidad macroeconómica y la falta de crecimiento.
-En políticas sociales nuestro país hace más o menos las mismas cosas que hacen otros países del mundo y de la región. Incluso algunos programas tienen una mayor cobertura en cantidad de beneficiarios, y son más generosos, en montos de los beneficios, que programas similares de la región.
-Pero Argentina hace años que viene en una situación de agravamiento de sus condiciones macroeconómicas, que resultaron en un crecimiento de la inflación a niveles inmanejables y una caída del producto (hoy nuestro producto per cápita es 15% menor al valor que tenía en 2011), cosa que no ocurre en ningún otro país de América Latina (hecha la excepción de Venezuela).
-En ese contexto, es imposible para los programas sociales compensar la falta de crecimiento y de generación de empleo de calidad, únicamente pueden mitigar en parte la pérdida de bienestar que sufren los hogares como consecuencia del mal funcionamiento de la economía.
TDP – Finalmente, considera ¿qué existe un “verdadero” % de pobres?
LT- No, no existe algo así como un verdadero porcentaje de pobres. Esto depende de la metodología que se utilice para medir la pobreza (por ingresos, por consumo, multidimensional), y de las decisiones que se tomen al momento de implementar esa metodología, que son varias y donde no existen criterios objetivos.
-Lo que importa es que cualquier sea la metodología, medición que se utilice, la misma se mantenga y aplique consistentemente en el tiempo, de modo que pueda informarnos sobre cómo evoluciona el porcentaje de pobres, si sube, se mantiene o baja, de modo de poder evaluar la forma razonable el efecto de las políticas públicas.
*Se considera en situación de pobreza a aquellos hogares cuyos ingresos son insuficientes para satisfacer las necesidades básicas, alimentarias y no alimentarias, de sus miembros. La línea de indigencia representa el ingreso mínimo necesario por persona para cubrir el costo de una canasta alimentaria.