Fue una semana soñada para el Gobierno en general y el presidente Javier Milei en particular. Vale citar tan solo la tapa de los diarios del miércoles, que confirmaban la baja de la inflación al 2,7% (la menor en tres años); el principio de acuerdo en Aerolíneas Argentinas para que los pilotos cedan privilegios; la charla telefónica de Milei con su admirado Donald Trump, en la que el flamante mandatario electo lo definió como su presidente “favorito”; y el fracaso de la sesión en Diputados, en la que la oposición se aprestaba a propinarle al Gobierno una doble derrota con mucho peso específico.
Ese resumen sintetiza solo un día, el martes… pero hubo más buenas nuevas para el Gobierno. El miércoles la Cámara de Casación confirmó la condena para la expresidenta Cristina Kirchner por la causa Vialidad, y el jueves el Riesgo País caía por debajo de los 800 puntos, el nivel más bajo en cinco años.
El presidente argentino cerró su semana de ensueño en Estados Unidos, adonde concurrió especialmente invitado a Mar-a-Lago, donde tuvo su foto con Trump. Se convirtió así en el primer presidente en reunirse con el norteamericano luego de que éste fuera electo en las elecciones estadounidenses (y ya se sabe lo que disfruta Milei de esos récords personales; más si son en escala planetaria). Y fue además uno de los cuatro únicos oradores de la velada, junto con Trump, su vicepresidente JD Vance y Elon Musk, en la cumbre de la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC).
Tan maravillado estaba el presidente argentino que no se molestó cuando interrumpieron su discurso para presentar a Sylvester Stallone. De yapa, más tarde tendría su foto con Rocky.
A pocos días de haber cumplido once meses de gobierno, el presidente transita su mejor momento de gestión. La baja de la inflación, su activo más potente, lo exhibe en toda su magnitud. Y se refuerza el desprecio presidencial hacia los economistas que de manera hasta promiscua califica de “mandriles”, que advertían sobre la imposibilidad de perforar el piso inflacionario de 4 puntos. Pero a nivel relato, dato no menor para esta administración, están demostrando un expertise asombroso. Así lo reconocieron propios y extraños cuando al día siguiente de la confirmación de la condena a CFK, el Gobierno anunció que le sacaban la jubilación de privilegio de la que goza y la pensión de su fallecido esposo.
Fue una jugada maestra, más allá de su endeblez jurídica, ya que la beneficiaria despojada de este dispensa “de manera arbitraria” por parte del Gobierno -es lo que argumentará- conseguirá más temprano que tarde que un juez le devuelva sus haberes previsionales. Al menos su jubilación. Sucede que la Ley 24.018 que creó las jubilaciones de privilegio en 1991 fue derogada en 2002 por la Ley 25.668, que excluyó de ese derecho al presidente y vicepresidente de la Nación, los jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el procurador general de la Nación, el procurador general del Tesoro, los senadores y diputados nacionales, ministros y secretarios de Estado, subsecretarios, los secretarios y prosecretarios nombrados a pluralidad de votos por las cámaras de Senadores y Diputados de la Nación, el jefe de Gobierno, los legisladores, secretarios y subsecretarios de los poderes Ejecutivo y Legislativo del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Ahora bien, el presidente de entonces, Eduardo Duhalde, vetó esa ley a través del decreto 2322/2002, salvo en lo referente a los privilegios de los legisladores nacionales y funcionarios del Poder Ejecutivo. Razón por la cual los presidentes y vices, por citar el caso que nos ocupa, siguieron gozando de ese privilegio. Ahora bien, ¿qué decía la ley original respecto al beneficio que se mantiene? En su artículo 29 plantea como única causa de exclusión que “los beneficios de esta ley no alcanzan a los beneficiarios de la misma que, previo juicio político, o en su caso, previo sumario, fueren removidos por mal desempeño de sus funciones”. Eso no sucedió con Cristina Kirchner, ni con Amado Boudou, si como se anunció sucederá, por lo que es de prever que el primer juez que se ocupe del tema revertirá la medida.
Pero sigue siendo una jugada maestra por parte del Gobierno libertario, ya que obligaría a la expresidenta a ir más allá del extenso rezongo publicado en la red social X contra quien denominó “pequeño dictadorzuelo”. Tendrá que reclamar formalmente ante la justicia que le restituyan los más de 21 millones de pesos que venía cobrando. Siempre se supo que la expresidenta cosechaba cada mes una suma considerable, pero el Gobierno le puso letras de molde al importe, que representa 65 jubilaciones mínimas… Es más, por si se quiere describir de manera más impresionante: cada jubilación mínima representa el 1,5% de lo que percibe Cristina Kirchner, quien en modo candidata volvió los últimos días a prescindir de su reconocida elegancia para trajinar el Conurbano con atuendo más modesto y acorde a los escenarios humildes donde por estos días busca mantener la fidelización del voto.
La repercusión del tema “jubilación de privilegio” superó ampliamente al efecto de la confirmación de la condena de Cristina, simplemente por ser algo más esperado y rodeado de tecnicismos que distraen la atención. Pues en definitiva, la exmandataria seguirá libre por un buen tiempo al menos.
Libre y candidata, como todo parece inferir. Con ese traje, como hemos dicho, CFK recorre el territorio más afín con el que cuenta, el mismo donde, a priori, Javier Milei presenta mayores dificultades electorales. Recordar que en el balotaje que el hoy presidente ganó de manera aluvional en 2023, solo perdió en las provincias de Formosa, Santiago del Estero y Buenos Aires.
Si lo desea, podrá ser candidata más allá de que el próximo miércoles avance en Diputados el proyecto de ley de ficha limpia. Se trata de una concesión que La Libertad Avanza le hace a sus socios del Pro, que tardíamente conseguirá media sanción en Diputados, pero ya no tiene chances de ser aprobado en tiempo y forma en el Senado. Pues eso quedará para el año que viene, y es uso y costumbre que los temas electorales no sean llevados al recinto en años de elecciones.
Lo mismo sucederá con la reforma que presentó el viernes el Gobierno, que incluye la eliminación de las PASO. A menos que sea tratado el tema en extraordinarias que el Gobierno ya ha dicho que no convocará, el tema quedaría para el año que viene, y con más razón debería ser postergado hasta el siguiente. ¿Por qué lo presentó entonces? Otro golpe de efecto de un gobierno que sigue dominando la agenda diaria. Y teniendo en cuenta que ya el Pro y la UCR, entre otros, han dicho y repetido que no están de acuerdo con la eliminación de las primarias, servirá para el discurso oficial y exponer a “la casta que quiere mantener los gastos de la política”.
Recordemos siempre que, para el Gobierno, la definición concreta es “la casta son los otros”.
Volviendo a Cristina y su eventual candidatura con la que se ilusiona el oficialismo, podría convertirse en un búmeran para el Gobierno, ya que su presencia como principal líder de la oposición puede llegar a aventar las inversiones con las que esta administración sueña. Está bien cercano el ejemplo de Mauricio Macri, que alentó también la subsistencia de la exmandataria y, si bien la derrotó (por poco) en 2017, pavimentó así su regreso con fuerza dos años después. Pueden hablarle del tema entonces sus aliados del Pro, como así también mercados e inversores tienen el recuerdo fresco.
En el oficialismo relativizan las prevenciones que muchos hacen respecto de la estrategia oficial, señalándole los logros que han alcanzado a lo largo de este año en todos los ámbitos, en especial aquel donde están más al alcance del “poder de daño” que la oposición puede causarles, por una cuestión numérica: el Congreso. Como ejemplo contundente muestran lo que sucedió el martes pasado, cuando la oposición más dura se aprestaba a asestarle al Gobierno una doble derrota, con la reforma de la ley que rige los decretos de necesidad y urgencia y el rechazo al DNU 846 que complicaría el canje de deuda que planea “Toto” Caputo para el año que viene. Llegó al martes con los números en contra y poco antes de la hora prevista, la oposición comprobó que no llegaba al quórum, y no por poco. Sobre todo las sorpresivas ausencias de Unión por la Patria. A todos les faltaban jugadores: hasta al flamante bloque opositor Democracia para Siempre, donde dos diputados habrían cedido también al pedido de sus gobernadores.
Los gobernadores fueron clave para desactivar esa sesión reprogramada para el próximo jueves, aunque la oposición ya no se ilusiona. A menos que los gobernadores comprueben que no les cumplen, se caiga el debate del presupuesto, y ahí habrá final abierto. Todo dependerá del dictamen que se alcance, si se firma, este martes.
La oposición sabe que los planetas se alinean para el Gobierno cuando da muestras de poder como las que ha exhibido en general en el Parlamento este año, y la aprobación del presupuesto es primordial en ese sentido. Para el Gobierno no es tan así, o al menos eso da a entender. Esta semana La Libertad Avanza deberá mostrar sus cartas.