
Fue una semana en la que pasó de todo. Que arrancó con la conmemoración del Día de la Memoria, Verdad y Justicia, del cual -fiel a su estilo- el mileísmo tiene su propia visión. Así como el año pasado le había encomendado al “Tata” Yofre grabar un video para hacer una interpretación afín al Gobierno, esta vez eligió al intelectual libertario Agustín Laje para que expusiera lo que el oficialismo actual quiere presentar como la “memoria completa”.
Muy ponderado por el presidente Javier Milei, el ideólogo de su presentación de este año en Davos expuso durante casi 20 minutos una versión libre sobre el 24 de Marzo, el antes y el después. Pero sobre todo el antes…
Muy documentado, Laje -que tiene 36 años y por lo tanto nació en democracia- contó haberse interesado sobre el tema siendo estudiante secundario para conocer lo que verdaderamente sucedió en esos años negros, y así llevó a su exposición antecedentes tales como los consejos epistolares de Juan Perón a los Montoneros, y luego las definiciones lapidarias del General ante los militares de entonces, respecto de los guerrilleros. No faltó, por supuesto, el decreto 261 del año 1975 en el que el poder civil ordenó al Comando General del Ejército “ejecutar las operaciones militares que sean necesarias a efectos de neutralizar y/o aniquilar el accionar de los elementos subversivos que actúan en la provincia de Tucumán”.
El jurista Ricardo Gil Lavedra, que fue uno de los camaristas que juzgó y condenó a los miembros de las juntas militares, dijo tras escuchar a Laje que esa expresiones le recordaban los argumentos que usaron los abogados encargados de defender a los militares juzgados en 1985.
En esa línea, el legislador porteño de la CC Hernán Reyes señaló: “Dicen que cuentan la historia completa, pero se olvidan de algo clave: a la guerrilla la juzgaron y sus jefes fueron condenados. Después, al igual que los militares, fueron indultados por Carlos Menem. El mismo al que hoy llaman ‘el mejor presidente de la historia’”.
La contracara de ese mensaje auspiciado por el Gobierno fue la gran movilización de ese día, que previsiblemente tuvo un carácter político coyuntural, plagado de consignas contra Javier Milei. Lejos de afectarlo, el Gobierno parece disfrutar de esos desafíos. El presidente ya ha dicho que, además de controlar la inflación, su meta es “dar la batalla cultural”. Y por más que ese objetivo le depare traspiés como el que sin duda representó su discurso de este año en Davos -foro al que difícilmente vuelvan a invitarlo alguna vez-, Milei está convencido de que la batalla cultural es una misión inclaudicable, tal cual dijo en la Conferencia de Acción Política Conservadora celebrada en Buenos Aires: “No alcanza como pasó en los 90 con gestionar bien, no alcanza con organizarse políticamente, es necesario también dar la batalla cultural”.
El documento preparado por las organizaciones convocantes y leído al cabo del multitudinario acto en Plaza de Mayo no se limitaba al tema convocante, sino que tenía referencias directas al Gobierno nacional. “¡Rechazamos el intento del Gobierno de desmantelar el Estado y de privatizar los servicios y bienes comunes! ¡Exigimos el aumento de las jubilaciones ya! Repudiamos el brutal ataque a lxs jubiladxs y todxs los que se manifestaron el miércoles 12 y el miércoles 19 en Congreso”, como así también llamaron a derogar el DNU 70/23, “la corrupta Ley Bases, las facultades delegadas y el RIGI”. Pero también le apuntaron al FMI: “La deuda es con el pueblo, plata para jubilaciones, medicamentos, empleo, protección social, vivienda, salud y educación”.
Precisamente el Fondo Monetario Internacional fue protagonista de los desvelos del Gobierno durante esta semana. Mientras se dilata la firma del acuerdo, el ministro Luis Caputo salió el jueves a anunciar que el préstamo del FMI ascenderá a 20.000 millones de dólares, en busca de contrarrestar el contexto de incertidumbre financiera y tratar de dar claridad y estabilidad a los mercados. Al revelar el monto del préstamo que negocian, el Gobierno buscó reducir la especulación y calmar las tensiones en el mercado cambiario. Mas no es común que el Fondo permita que un país se adelante al board para anunciar cifras de créditos, de ahí que trascendiera que Toto personalmente se lo había pedido a Kristalina Georgieva. De ser cierto, es extraño que esa misma tarde la vocera del Fondo relativizara el entendimiento. Al día siguiente, el Fondo admitió que 20.000 millones de dólares es precisamente lo que está pidiendo nuestro país, pero ese organismo aún no se ha expedido, ni se informó de qué manera se implementarán los desembolsos.
La desprolijidad del mejor ministro de Economía de todos los tiempos (Milei dixit) contribuyó para que los mercados reaccionaran mal tanto el jueves como el viernes. Y el Banco Central siguió perdiendo reservas. En 10 días se acumularon ventas por más de US$1.600 millones.
En ese contexto, el Gobierno se metió de lleno en la contienda electoral. Arranca con todo, pues el 18 de mayo serán las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires, donde el oficialismo no tiene problemas en dejar evidente su deseo de desbancar al Pro en el kilómetro cero de ese partido aliado al que se quiere devorar.
Su presidente y fundador, Mauricio Macri, dejó el viernes de cuidar las formas y la emprendió contra el propio presidente, al que acusó prácticamente de desentenderse en “demasiadas cosas”, dejando todo en manos del resto del “triángulo de hierro”, particularmente su hermana Karina. “La falta de apego a la institucionalidad comienza a complicar el plan económico”, sintetizó el expresidente que ya viene alertando desde hace tiempo sobre esa cuestión. Podía estar hablando Macri del tratamiento del acuerdo con el FMI por DNU; del nombramiento en comisión de dos jueces de la Corte; de la no búsqueda de consensos, y seguramente del caso $Libra. Más temprano que tarde llegará la respuesta del mandatario, que el día anterior había confirmado para encabezar la lista de candidatos a legisladores porteños a nada menos que a Manuel Adorni, con la certeza de que el vocero presidencial es la persona que más cabalmente puede representar la imagen del presidente en una elección en la que él no participa.
Si bien trascendió que Karina Milei no quería desprenderse de Adorni, reconoció que necesitaban poner toda la carne en el asador en esta elección y por eso decidió hacerlo jugar. La realidad es que el vocero siempre supo que este año iba a ser candidato. Aunque imaginaba para sí un puesto más lustroso, probablemente el Senado, ya que CABA elige este año senadores. No se descartaba tampoco que pudiera participar en la provincia, habida cuenta de que nació en La Plata.
Que Adorni haya tenido que acceder a ser candidato, hace pensar que Patricia Bullrich también será convocada para competir, en su caso en octubre. “Me encantaría”, dijo Milei cuando el miércoles le preguntaron sobre Bullrich candidata. La ministra preferiría quedarse donde está, pero si juega en octubre en Capital y le va bien -como ella descuenta-, espera garantizarse con eso la candidatura a jefa de Gobierno para 2027, o la vicepresidencia. Habrá que ver qué opina “el Jefe”.
Una candidatura de la ministra de Seguridad en CABA preocupa en el Pro más que Adorni, cuyo eje de campaña será la motosierra. “Vamos a llevar la motosierra a la Ciudad”, dijo en su primer spot de campaña, luego de mostrase flanqueado por los hermanos Milei precisamente junto a una motosierra. Habrá que ver cuánto atrae en este caso al votante porteño semejante propuesta… ¿Motosierra para dónde? ¿Hospitales, escuelas, subtes?
Macri necesitaba contraponerle al candidato de Milei
un macrista puro. Le bajó el pulgar a Fernán Quirós, que hubiese sido un buen candidato, pero él quería a alguien más propio. Prefería a una mujer, por eso insistió tanto con María Eugenia Vidal, con el aditamento además de confrontarla con su amigo Rodríguez Larreta. Pero no hubo caso: la exgobernadora se ha puesto muy estricta desde que la obligaron a enfrentar a Kicillof sin la chance de desdoblar la elección, en 2019. Igual, no la descartan para octubre.
La que no pudo negarse fue la ascendente Silvia Lospennato, quien no es cercana a Larreta, como dijeron varios estos últimos días, sino a Emilio Monzó, aunque ella se quedó en el Pro cuando el extitular de la Cámara baja decidió alejarse. Sí se acercó a Larreta la diputada cuando fue confirmada al frente del área de género en caso de que él ganara. Una vez confirmada como candidata, el ejército de trolls libertarios salió a pegarle haciendo eje en su militancia en favor de los derechos femeninos, particularmente en la cuestión del aborto, ataviada de color verde, junto a figuras como Victoria Donda o Malena Galmarini. Necesitarán más para dañarla, y el propio Milei bien lo sabe, pues él mismo ha reconocido sus valores, habida cuenta las veces que defendió al Gobierno en el recinto.
Entre las novedades de último momento, se conoció ayer la candidatura de Caruso Lombardi por el MID. Hasta el día anterior Oscar Zago tenía todo arreglado con el Pro para ir juntos, pero cuando vio que en el armado de la lista sus nombres no aparecían en los primeros lugares, rompió la alianza y anunció que al día siguiente presentaría su candidato con una sorpresa. Y vaya si la dio. Rápidos de reflejos, algunos recordaron que La Libertad Avanza había pensado en el DT y panelista, y hasta había hecho sondeos y medía bien. De ahí que sugirieran que más que el candidato de Zago, bien podía ser un candidato de Milei para sacarle votos al Pro. Serán siete semanas de puro vértigo.