Los presidentes de la Unión Cívica Radical
(UCR) y del Partido Socialista (PS), Gerardo Morales, junto a Rubén Giustiniani,
coincidieron hoy en que el conflicto con el campo "está agotando un modelo de
gestión oficial basado en la hegemonía, el autoritarismo y la concentración" y
advirtieron sobre una posible crisis política en el gobierno de Cristina
Fernández.
Morales y Giustiniani recordaron que la presidenta "tiene
peor imagen positiva que la mostraba Fernando de la Rúa en la última semana de
gobierno en diciembre de 2001".
En una conferencia de prensa conjunta, organizada por la
Fundación Konrad Adenauer y el Círculo de Periodistas Parlamentarios,
los dirigentes opositores reconocieron, sin embargo, que "el gobierno tiene los
recursos necesarios para evitar que la crisis no se produzca en el corto plazo",
aunque dijeron que la reversión de la tendencia "no va a ser fácil".
Giustiniani y Morales atribuyeron responsabilidad política
al gobierno nacional "en el clima de violencia" que ejercen grupos afines al
oficialismo hacia figuras representativas de la protesta agraria y algunos
medios periodísticos.
Ambos senadores coincidieron además en advertir que el
gobierno no ha tomado medidas de importancia para reducir la creciente espiral
de la inflación, aunque sostuvieron que la "situación es todavía controlable".
En un comentario conjunto, Morales y Giustiniani advirtieron
que el desgaste de la presidenta, a cinco meses de la asunción, se manifiesta en
las encuestas que revelan una imagen positiva del 27 por ciento, mientras
advertían que el presidente Fernando de la Rúa en diciembre de 2001, cuando
estaban a punto de sonar las cacerolas, tenía un nivel de aceptación del 41 por
ciento.
Los titulares de los partidos de oposición opinaron además
que existen buenas perspectivas para que se reanude el diálogo entre el Gobierno
nacional y las organizaciones agropecuarias y elogiaron en ese sentido el
discurso de la Presidenta en el acto de asunción de su esposo de la presidencia
del PJ cuando convocó al diálogo.
No obstante criticaron el contenido del discurso del
gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, que comparó el acercamiento de políticos
de la oposición y los dirigentes agrarios con "la Alianza que gobernó de 1999 a
2001", al afirmar que la causa debe encontrarse en que "la provincia del Chaco
recibe el 80 por ciento de sus recursos del Gobierno nacional".
Morales y Giustiniani aseguraron que "el malestar de las
bases (del campo) es muy fuerte" y que "la mayoría de las movilizaciones junto a
los caminos se generan casi espontáneamente", lo que podría constituir un "serio
problema" para reiniciar el diálogo con el gobierno.
Para el jefe radical, "hay un antes y un después en el
gobierno por el conflicto del campo" y sostuvo que "se está agotando un modelo
de gestión del gobierno en los primeros cuatro años, basado en la hegemonía, el
autoritarismo y la concentración".
"Cada siete pesos que el gobierno entrega para subsidios,
un peso va a sectores pobres y los seis restantes son para beneficios de las
clases media y alta", explicó el senador jujeño.
No obstante, Morales advirtió que "no va a haber
corralito", como expresaron usinas de rumores en los últimos días y reclamó "no
hacerle el juego a los vivos de siempre que buscan medrar con situaciones de
crisis".
Por su parte, el dirigente socialista sostuvo que el Poder
Ejecutivo "está incumpliendo la ley de Coparticipación federal, que establece
que al menos el 34 por ciento de lo recaudado por la Nación debe ir a las
provincias", y estimó que el nivel actual alcanza solo al 27 por ciento.
Ana Grillo
Fuente Agencia DyN