Otra vez la intolerancia innecesaria. Por
un lado, estuvo muy bien la presidente Cristina Fernández al salir —por primera
vez— al cruce de las versiones sobre una crisis financiera al asegurar que
"nunca la Argentina tuvo un respaldo económico" como el actual, al recordar que
hay 50 mil millones de reservas en el Banco Central. Por el otro, volvió
la mandataria a la intolerancia de siempre al cuestionar a medios
periodísticos que escribieron que "se venía el mundo abajo".
"Nunca la Argentina tuvo un respaldo económico-financiero
como el que hoy tiene, con 50 mil millones de reservas", destacó la mandataria
al afirmar que "no hay país emergente similar al nuestro que pueda respaldar su
circulante, o sea, el dinero que circula en la calle y los depósitos que están
en los bancos, al cien por cien".
Acto seguido criticó: "hubo algunos que escribieron en
letras de molde y otros que hicieron cadenas de mail para decir que se venía el
mundo abajo".
En este sentido, señaló que "hay dos argentinas, una que
trabaja, y otra que habla y se escucha así misma —¿hablaría de ella misma?—, y
solamente hace eso", e instó a "apostar por lo positivo" y seguir "la rueda del
trabajo y la producción".
Al hablar en el acto de la puesta en marcha de la segunda
turbina de la Central Termoeléctrica General Belgrano, en la localidad
bonaerense de Campana, la mandataria no hizo alusión en forma directa al
conflicto con el campo, un día después que el sector anunció el levantamiento
del paro para reiniciar las negociaciones con el Gobierno. La jefa de Estado
precisó que cuando se terminen los ciclos combinados de la central General
Belgrano, y la central San Martín que se está construyendo en Timbúes —al sur de
Santa Fe—, la generación de energía "va a llegar a 1.700 megavatios".
Al respecto, consideró que esta obra "es un testimonio" de la
Argentina del trabajo, y subrayó que "nunca una turbina ha producido tanta
energía como ésta, que estamos inaugurando", al recordar que cuando la obra se
puso en marcha, algunos medios "también decían que no iba a funcionar".
"Estos son los testimonios que quedan; de los que hablan,
nunca más nadie se acuerda pasado un tiempo", sostuvo la Presidente y agregó que
lo importante es lo que "cada uno podemos dejar, no de las cosas que hemos
dicho, sino de las cosas que hemos hecho".
En ese sentido, dijo que "esas son las que hacen historia",
mientras que "las otras, apenas hacen un minuto de televisión, dos horas de
radio, o alguna página de diario, que al otro día, ya nadie se acuerda". La
Presidente enfatizó que "nosotros tenemos que seguir trabajando, que para eso
nos han elegido" y exhortó a apostar al "país que necesitamos seguir
construyendo junto a todos los argentinos". En la ceremonia estuvieron presentes
los ministros de Planificación, Julio de Vido, y de Interior, Florencio Randazzo,
y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, y varios
gremialistas y dirigente empresarios.
Con el funcionamiento de la segunda turbina, la central de
Campana elevará su generación a 550 megavatios a ciclo abierto.
Además de las dos turbinas a gas a ciclo abierto, la central
tendrá una tercera que funcionará a vapor y se prevé que entrará en servicio en
marzo de 2009, con lo cual se generará una potencia total de 823 megavatios.
Ojala que no se quede sólo en palabras...
Ana Grillo
Fuente Agencia DyN