Pido ayuda ante la impunidad del poder. Soy esposa de un periodista y madre de dos hijas adolescentes.
Vivimos en el tan temido conurbano oeste, en Merlo, bajo el régimen del Intendente Raúl Alfredo Othacehe, donde el poder decide cómo y cuándo puede uno vivir.
Aquí, el poder local se interpone en la justicia y uno pasa a no tener derecho, ni siquiera a ser robado o a tener un seguro, ya que un simple hecho de robo de automotor con amenazas e intento de asesinato se convirtió, de la mano del Subsecretario de Seguridad Municipal, Maximiliano González, en un autorrobo.
Así comienza nuestro calvario, la justicia y la seguridad se evaporaron o, lo que es peor, sólo siguen confabulando, dibujando pruebas para armar el móvil de autorrobo ¨para cobrar el Seguro¨. La Justicia de Morón, de la mano de la UFI 1 a cargo del Dr. Andrés de los Santos, convencido de los dichos de supuesto presidiario confeso, caratula el hecho como autorrobo sin darnos derecho a defensa alguna, sin tener en cuenta que nuestro vehículo no estaba asegurado ni siquiera contra Responsabilidad Civil porque no podíamos pagarlo y, lo que es peor, libera de toda culpabilidad al autor confeso del hecho. Si hubiéramos tenido seguro, seguramente mi esposo estaría preso. De víctimas pasamos a ser victimarios.
A todo esto, llevamos 3 años de amenazas, seguimientos, atentados y robos increíbles aún teniendo custodia en la puerta de nuestra emisora, fecha en que se robaron faroles de columnas de 2 metros de altura, nos volaron dos veces el frente de nuestros estudios radiales (RADIO CIUDAD FM 91.1), y hasta el mismo gobierno Municipal intentó retirarnos la antena de transmisión desconociendo la autorización otorgada por el COM.FE.R desde 1987.
Con todo esto, y acompañados por cientos de damnificados por hechos similares (políticos presos con mentiras, muertes misteriosas e impunes, atentados a la seguridad privada, impunidad total durante los últimos 10 años) comenzamos a peregrinar por cuanto organismo y oficina del estado nacional y provincial existe, tratando de explicar nuestra verdad y buscando una respuesta.
Llegamos a Gladys Cabezas, quien para nuestra desolación nos confiesa que ni los Quijotes ni Dios existen (entonces pensamos en su hermano y sentimos cuan en vano fue lo que tuvo que pasar). Nos aconsejó retirarnos porque ellos no podían hacer nada ya que siendo un organismo nacional no podían intervenir en la Provincia. Nos derivó a la Sara Derotier de Cobacho, con lo cual quedamos azorados porque esta persona tiene relación con el Intendente Othacehe ya que tiene Unidades Básicas en Merlo con la leyenda Othacehe Conducción, por supuesto ni la vimos.
Nuestro itinerario nos llevó a las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, donde fuimos atendidos por Tati Almeida, que nos contestó que estábamos equivocados con Sara Cobacho, aunque nos derivó a Estela Carloto, quien nos consiguió una entrevista con Remo Carloto. Este y su secretario nos atendieron muy amablemente, prometiéndonos que se iban a ocupar del caso teniendo en cuenta la cantidad de pruebas entregadas sumadas a los que ya poseían sobre el calvario de vivir en Merlo.
Paralelamente, nuestra causa en la UFI 1 de Morón siguió complicándose, con citaciones para el 28 de Noviembre y cambiadas con menos de 2 Hs. para el 29 de octubre. Todo esto acompañado de una campaña sistemática y despiadada de difamación e injurias por todos los medios locales y algunos nacionales adictos al régimen reinante en Merlo. TV, radios, diarios y panfletos inundan todo el distrito tildándonos de delincuentes, zurdos, troskistas y hasta de agentes del proceso de 1976, fecha en que mi esposo contaba con apenas 16 años de edad. Asimismo todo aquel que nos acompaña en los reclamos es amenazado y difamado infamemente.
Nuestro último escalón fue la recientemente creada Oficina Nacional contra la Impunidad, donde el Dr. Tamargo nos prometió visitar Merlo antes de fin de año para recibir todas las denuncias que existieran contra la Impunidad en Merlo, ésa era la orden y la voluntad del Presidente de la Nación y del Ministro Gustavo Béliz. Volvimos a creer en los Reyes Magos y estos pasaron, pero por otro camino, menos por Merlo.
Hoy, convencida que los organismos de derechos humanos, el estado provincial o nacional, y mucho menos la Justicia de Morón, nos amparan, apelamos a su solidaridad, a toda persona de buena voluntad que desee un país justo para todos. Le pedimos nos ayude a que esta carta llegue a toda persona posible, ya que no encontraremos la paz sabiendo que algún otro hecho podría pasar a caratularse autosecuestro, autorrobo y hasta suicidio.
Esto que estamos viviendo en nuestra familia es un fiel reflejo de la impunidad de la mano del poder político, policial y judicial del conurbano bonaerense, obligándonos a vivir sin amparo.
Sólo nos mantiene firme el honrar la profesión de periodistas, que mi esposo abraza desde 1980 con la convicción de propender al bien común y la verdad.
Sobre todo esto hay denuncias policiales, judiciales y suficientes pruebas como para afirmar que la Justicia no llega al ciudadano cuando se anteponen los poderosos de turno.
Si Ud. no nos ayuda, solo nos queda dios como testigo y esperanza.
Sandra Elizabeth Ramírez De Delbono
D.N.I. 16.890.221
Suipacha 1248 (1722) Merlo
(0220) 482-4695
yo vivo en merlo norte obligado 234 y tambien me pasa y bueno sigan votando al poder de los canales de televicion y macri y seguiremos siendo esclavos de los ricos,santiago de merlo norte.