Estimado Christian:
Efectivamente no hace poco que nos conocemos. Tuve la oportunidad de compartir contigo amables convites en el estudio de mis abogados, oportunidad en la que te agasajamos por tu encomiable valentía como periodista independiente.
Me duele observar en tu carta abierta que no hacés más que repetir infundadamente los mentirosos ataques que me prodigan, precisamente, aquellos que aparecés defendiendo desde tus reiteradas notas sobre el particular.
Tal vez por tu temprana y joven edad, que para nada te descalifica, no puedas comprender que la lucha que he asumido no es sólo mía. Es de todo un pueblo harto de saqueos foráneos y vernáculos. La historia de nuestro país se ha edificado siempre sobre una gran estafa: primero fueron los españoles, luego los ingleses, mas cerca en el tiempo fue el FMI. Vos no podés ignorar que los grandes grupos económicos que desangran a nuestro país han hecho de los negociados y de la elusión impositiva un deporte nacional.
Modesta y humildemente entiendo que el debate que hoy se da tan abiertamente en nuestro país era una asignatura pendiente. O es que jamás te preguntaste cómo es posible que en un país tan ricamente dotado existan sectores sociales cuyo denominador común es el hambre, la desocupación, el analfabetismo, las enfermedades más insólitas, etc. Ciertamente que hay que revisar la situación de cada segmento de la economía y con esto te digo que al sector pesquero también le tocará rendir cuentas, tanto como al financiero, al industrial y a cuantos pretendan enriquecerse eludiendo sus más elementales obligaciones para con la sociedad en su conjunto.
Sé que sos un tipo de principios y entiendo que, como a mi, te sublevan las injusticias. Descarto entonces que comprendés perfectamente por qué mis mejores esfuerzos siempre los he invertido en defender a los más débiles. La historia me indica que no me he equivocado. Es que, cuando organicé los piquetes de desocupados, la apoteosis de aquellos acontecimientos fue la atención de un Estado prescindente; cuando me apersoné en la recordada dependencia policial, corrupta y encubridora, inmediatamente se esclareció el horrendo homicidio del Oso Cisneros; respecto al apoyo que hube de encabezar a favor de la República Islámica de Irán bien sabés, porque lo has investigado, que era necesario poner sobre le pavés tanta ignominia institucionalizada.
Si tanto te preocupa mi forma de vida te invito a que vengas a mi casa para que veas si realmente vivo en una imponente mansión. Por lo pronto tenés mi dirección; no tenés más que avisarme cuándo es que te viene bien hacerme la visita para, al menos, poder agasajarte como sé que te gusta.
Te mando un fuerte abrazo y mis más sinceros respetos.
Luis D'elía
Respuesta a Carta abierta a Luis D'elía de Christian Sanz publicada en:
https://periodicotribuna.com.ar/Articulo.asp?Articulo=3665
Parece que olvida mencionar que después del FMI vinieron los K. Detalles......