Las Abuelas de Plaza de Mayo reclaman por
la identidad de un supuesto bebé robado en la dictadura que, sin embargo, se
sometió a un examen de ADN que dio como resultado que no sólo no es hijo de
desaparecidos, sino que confirma, en "99,9999999 por ciento", que es
descendiente de quienes dicen ser sus padres.
El joven, hijo de un ex agente del Servicio Penitenciario
Federal (SPF), no es un niño adoptado ni nació en una casa: el parto de su
madre está registrado en el Sanatorio Alberdi, del barrio porteño de Once, y la
partera que lo atendió aún vive.
Sin embargo, la causa permanece abierta en el juzgado federal
de Norberto Oyarbide, ante un reclamo impulsado por la titular de Abuelas de La
Plata, Jorgelina Azzarri de Pereyra.
La historia tiene por protagonista a Ignacio Mancuso, hoy de
unos 30 años, a quien un examen genético realizado en el Cuerpo Médico
Forense, con la participación del Primer Centro Argentino de Inmunogenética
(PRICAI-Fundación Favaloro) le confirmó el lazo de sangre con sus padres,
Carlos Ángel Mancuso y Dora Ignacia Jiménez.
La causa lleva el número 7.602/03, está caratulada "Mancuso,
Carlos y otra s/Supresión de Estado Civil", y el último movimiento significativo
que tuvo fue un fallo de la Cámara Federal que anuló la pericia de ADN porque no
se realizó en el Banco de Datos Genéticos que funciona en el hospital Durand,
tal como lo establece la legislación vigente en materia de derechos humanos.
Sin embargo, la Corte Suprema acaba de avalar al Cuerpo
Médico Forense y a la Fundación Favaloro para que practique los estudios
genéticos a los hijos de la empresaria periodística Ernestina Herrera de Noble,
a pedido de los propios interesados.
Ignacio Mancuso ya manifestó su oposición a "cualquier tipo
de nueva práctica pericial sobre cuerpo, sangre, cabello, restos de piel, saliva
o cualquier otro fluido corporal", de él y de su grupo familiar, y además
rechazó que la información que ya obra en el expediente sea utilizada para
comparar su patrón genético "con otra persona o grupo de personas distinto a
ellos".
En la causa judicial aparecen fotos de toda la familia
—Ignacio tiene dos hermanos— en las que se observan similitudes fìsonómicas
entre ellos.
El padre de Ignacio Mancuso integró el SPF durante la
dictadura; fue piloto de aviación, pero se alejó de la Fuerza cuando pasó a
trabajar en Aerolíneas Argentinas.
Nunca fue acusado por ningún delito vinculado con violaciones
a los derechos humanos, no tiene antecedentes penales, no figura en los
registros de la CONADEP, "ni ha sido objeto de investigaciones judiciales por su
desempeño dentro del SPF", según consta en el expediente.
La causa, según sostienen los Mancuso, se habría originado en
la disputa por la tenencia de una niña criada por ellos desde pequeña y
reclamada por sus tíos, Susana Díaz y Daniel Guerra.
La pequeña, huérfana de madre a poco de nacer, vivió junto
con su padre y otros dos hermanos, hasta que por razones que el expediente no
precisa, el hombre desistió de su tenencia.
Los tíos obtuvieron la tenencia de los hermanos mayores, pero
la pequeña fue entregada por el padre a los Mancuso para su crianza. En ese
contexto se inició la causa por la identidad de Ignacio.
La menor de edad, cuya tenencia estaba en disputa, ya no vive con los Mancuso,
pues sus tíos obtuvieron finalmente la guarda.
"Previo a que compareciéramos para tener que probar que somos
una familia, no se corroboraron ninguno de los datos que surgen en la causa
tales como un informe de la institución donde nací, que consta en mi partida de
nacimiento, o la citación de la partera que asistió a mi madre, cuyo nombre
también se encuentra acreditado en la causa", se quejó finalmente Ignacio
Mancuso en el expediente.
Mario Poliak
Agencia DyN
Estas mujeres, ante la derrota militar de sus hijos, han logrado encaramarse en el poder colgados de husureros, oportunistas y miserables kirchner, una banda que nse ha apropiado del estado argentino. Desde allí intentan lograr la derrota de la cultura nacional, del ser argentino, de su escencia, mancillando las instituciones como la familia, y otras del estado como lasm fuerzas armadas, tratando de imponer una cultura extraña. Como la "revolución" que sus hijos quisieron hoy no es posible, buscan en los libros de Gransci la nueva vuelta de rosca, si no los puedes derrocar, destrúye su cultura EN ESO ESTÁN TRATANDO DE DESTRUIR LA ARGENTINA PARA TRANSFORMARLA EN UNA PEUDO REPÚBLICA AL ESTILO DE VENEZUELA Y CUBA NO LO LOGRARÁN. SERÁN DERROTADOS Y DEBERÁN PAGAR CON CARCEL O CON SU VIDA MISMA