El crédito bancario virtualmente se frenó
en junio debido a la pérdida de depósitos que sufrieron las entidades y el
aumento de las tasas de interés. Lejos de la tasa de crecimiento de entre 2,5% y
4% mensual de los últimos tiempos, este mes el aumento fue cercano a cero.
Según los datos difundidos por el Central, hasta el 20 de
junio (última fecha disponible),el crédito al sector privado había caído 0,7%,
mientras que en los últimos 30 días el incremento fue de apenas 0,6%. Las
entidades optaron por recuperar liquidez tras la dura caída de depósitos sufrida
en mayo, cuando perdieron $ 2.000 millones en plazos fijos.
En términos interanuales, el crédito igual presenta un alto
crecimiento: acumula 38,9% de suba. Pero se estima que en los próximos meses
se mantendrá la tendencia de clara desaceleración en el otorgamiento de nuevos
préstamos, mientras no se termine de tranquilizar la situación del sistema
financiero.
Regreso
Este mes, sin embargo, fue algo más tranquilo desde el punto
de vista monetario: volvieron $ 1.000 millones en colocaciones a plazo (es decir
la mitad de lo que se había perdido), ante clientes que se sintieron más
atraídos por el fuerte aumento de la tasa de interés (saltó de 8% a casi 18% en
el segmento mayorista). Adicionalmente, las entidades siguieron cancelando
Lebac y Nobac en su poder para conseguir más pesos.
Como parte de esta estrategia para privilegiar la liquidez,
era esperable que la banca redujera al mínimo la entrega de nuevos créditos.
Incluso se nota una importante desaceleración en el ritmo de aumento de la línea
de préstamos personales, que venía siendo claramente la «estrella» del sector.
En junio, el stock apenas aumentó 1,5%, cuando venía creciendo a tasas por
encima de 4% mensual.
Pero otras líneas directamente muestran caídas, sobre todo
los financiamientos de corto plazo para empresas. Adelantos y descuento de
documentos presentan reducciones de 1,5% y 3,2% en los últimos treinta días.
A esta meseta en el crédito confluyeron dos comportamientos:
los bancos decidieron manejarse con mucha cautela y subieron significativamente
las tasas de interés de sus líneas, incluso aquellas de plazos más cortos.
Empresas e individuos también se manejaron con cuidado y resultó notable durante
junio la disminución en la cantidad de gente que asistió a las sucursales para
pedir un préstamo. De hecho, la disminución del consumo que se viene observando
(y que está en relación a la incertidumbre desatada por el conflicto con el
campo) genera al mismo tiempo menores requerimientos de financiamiento. Lo mismo
es aplicable a la mayoría de las empresas, que no tienen planes de inversión a
la vista.
Expectativa
En el BCRA esperan que en julio la banca termine de recuperar
los depósitos perdidos, aunque no será fácil que el público que compró dólares
los venda para volver a posicionarse en pesos. Por lo pronto, las cajas de
ahorro deberían tener un importante salto a fines de esta semana por el pago de
sueldos y medio aguinaldo.
Aunque las vacaciones de invierno (que comienzan la última
semana del mes próximo) generan por otra parte una mayor demanda de pesos por
parte del público.
Pablo Wende
Ámbito Financiero