"Nosotros creemos que la
integridad moral es en este momento un factor político casi tan eficaz como la
denuncia y el conocimiento preciso de los hechos. La República está disgregada,
porque carece de hombres que puedan polarizar en torno a sí la desesperanza del
país. Nadie cree en nadie. Es indispensable que el sacrificio de algunos, vuelva
a reivindicar el duro carácter que la misión de conductores implica". Raúl
Scalabrini Ortiz
El país carece de política pesquera y, de la mano de los
Kirchner, va rumbo al vaciamiento del caladero. Las diatribas presidenciales
referentes al respeto a la constitución y las leyes forman parte ya de las
mentiras de un gobierno que incoa la corrupción del sector.
Los Kirchner son de una provincia con litoral marítimo y
ellos mismos favorecieron fuertemente a un grupo de empresarios extranjeros.
Las maravillas de la distancia y el poder omnímodo que detentaron y detentan les
dieron la facilidad de construir un puerto pagado por todos los santacruceños
explotado de manera "casi privada".
Desde el arribo pingüino al poder se multiplicaron los
negocios del Consejo Federal Pesquero y el nombramiento de Gerardo Nieto
como subsecretario es el "ancla" de corrupción que el sector vive y padece: lo
denuncia la propia AGN-PTN-SIGEN.
Resulta extraño que, luego del informe de la AGN y las
publicaciones en matutinos nacionales, ratificando que no existen reglas claras
dentro del sector, ningún juez, fiscal o, mejor aún, la propia Auditoria General
de la Nación, haya presentado denuncia penal alguna contra Gerardo Nieto como
responsable de la cartera.
La Argentina exporta 1.000 millones de dólares en un marco
internacional de demanda de alimentos y no es óbice para que los responsables
políticos tomen en cuenta la grave situación de los recursos. ¿Les importa a los
legisladores el futuro pesquero argentino o sólo cargar la Banelco desde
la "fishcard"?
La mayoría de los argentinos desconoce claramente la temática
pero sí saben que hay muchas violaciones a la ley de pesca y permisos "truchos",
de la época de Felipe Solá. El común no evalúa los millones de dólares que
generan estos recursos de todos los argentinos a sus propietarios.
Lo que acontece en la pesca es muy grave, pues la corrupción
que el gobierno permite está dejando al país sin recursos, y ello se ve
reflejado en la caída de las exportaciones pesqueras a la fecha.
Para la familia Kirchner hace que la Argentina pierda
millones no es importante. ¿Se imaginarán acaso sin los 1.000 millones que
dejarán de percibir por la pesca? esto va ocurrir porque el pescado, a
diferencia que en el campo, no se ve, no muge, no sangra, se lo mete en barcos
elaboradores y se lo exporta.
Feudo K
Santa Cruz es muy especial: ni su Ley de pesca —Nº 1464—, ni
su reglamentación pesquera provincial demuestran implementar los objetivos
básicos de la Ley Federal de Pesca y el Código de pesca responsable de la FAO.
No son identificables en la legislación mecanismos legales
que garanticen el acceso a la información de los interesados en la pesca cuando
dictan normas de ordenamiento pesquero. Se vulnera asimismo la información
de la protección ambiental, surgida por la sanción de la Ley Federal 25.831 que
obliga a la difusión del estado de recursos y medidas sustentables que
garanticen el caladero.
No existe en la legislación de análisis, referencia a la
prevención o eliminación de excesos en la capacidad de pesca ni medidas de
determinación de esfuerzo pesquero. El código de pesca responsable (FAO 7.1.8.-
7.1.10) habla de la relevancia de una debida publicidad de medidas de
conservación y gestión, y una difusión clara de las leyes, reglamentos y otras
normas jurídicas que rigen su aplicación.
Lo arriba descripto es la realidad de un país que se vacía
por la corrupción imperante desde el propio gobierno. En la Argentina hay
hambre por corrupción y falta de memoria impulsada por los medios que ayudaron a
ello.
El tema pesquero no es menor, no podemos esperar del gobierno
política de transparencia alguna porque no interesa a este hacer nada al
respecto. Los informes de organismos oficiales antes señalados ratifican que la
impunidad a los corruptos que vacían el caladero argentino, la brindan
justamente los Kirchner.
Memoria
La propia presidente, Cristina Kirchner, años atrás —desde su
banca— arengaba a sus diputados provinciales a votar la venta de YPF.
Mirando su pasado no es extraño vivir este presente depredatorio e
inmoral.
Señora Presidente, respetuosamente, me es menester recordarle
que, tal como hoy juzgan a los genocidas de ayer que detentaron un poder
omnímodo en el pasado, los Kirchner también podrán emularlos, pues su política
pesquera aplicada es otra clase de genocidio.
Roberto Maturana
Oficial de Marina Mercante-Investigador