Pese a que los bancos frenaron el
crecimiento del crédito a partir de junio, tienen una cómoda posición de
liquidez. Prueba de ello es que mantienen $ 4.100 millones colocados en pases
pasivos en el Central.
Reciben una tasa de 8,75% anual, prácticamente la mitad de
lo que hoy están dispuestos a pagar para captar plazos fijos.
Este comportamiento demuestra la cautela de las
entidades, sobre todo tras la fuerte salida de depósitos en mayo, que superó los
$ 5.000 millones del sector privado. Por eso, se guardan un importante «colchón»
de pesos para evitar sofocones si se repiten episodios de fuertes retiros de
fondos.
Regreso
El mes pasado, volvieron unos $ 1.600 millones de plazos
fijos, pero la caída de cuentas a la vista (cuenta corriente y cajas de ahorro)
fue de una magnitud similar.
«Los bancos estamos pagando alrededor de 16% para captar
fondos, pero hoy por hoy lo que entra se mantiene líquido en colocaciones de
cortísimo plazo en el Banco Central, aunquela tasa sea mucho menor», reconoció
el gerente financiero de una entidad local. El repunte de las tasas se dio a
partir de mayo como un mecanismo principal para frenar la salida de depósitos.
Al mismo tiempo, el Central salió a garantizar que no habrá sorpresas cambiarias
vendiendo dólares baratos a futuro.
Los bancos optaron por una opción segura y de cortísimo
plazo, aunque el rendimiento esté muy por debajo de los niveles promedio de
mercado. En cambio, en los últimos dos meses se nota una caída significativa
del financiamiento a empresas, donde las tasas subieron de manera alarmante.
Por descuento de facturas y cheques, la tasa para empresas trepó a 28% en
promedio, cuando estaba por debajo de 20% antes de que se produjera la crisis de
confianza por el conflicto con el campo. Las líneas de créditos personales
también tuvieron subas de entre 8 y 10 puntos porcentuales, pasando a niveles
cercanos a 40% anual en pesos.
Pero hoy se privilegia la liquidez. Desde el BCRA explican
que el tamaño de pases pasivos se viene reduciendo: en febrero llegaba a los $
10.000 millones. No obstante, el nivel actual sigue siendo más que
significativo, considerando el escaso premio que otorga el Central.
Datos
Otros datos que surgen del actual momento financiero son los
siguientes:
Con la parcial recuperación de los plazos fijos mayoristas,
en especial hubo fuertes colocaciones de AFJP, la tasa de interés de depósitos
tuvo una caída leve. La BADLAR (rendimiento que pagan los bancos por
colocaciones mayoristas a 30 días) pasó de 18,5% en el peor momento de mayo a
16%. Demuestra que la mayor preocupación de las entidades por la pérdida de
depósitos quedó atrás, al menos momentáneamente. Pero es difícil que las tasas
bajen mucho más de estos niveles, considerando que la inflación se mantiene por
encima de 25% anual.
Para cuidar al máximo sus niveles de liquidez, los bancos
privados se están limitando a prestar lo que los deudores amortizan mensualmente
de sus préstamos. Los más agresivos apenas decidieron mantener un ritmo de
aumento que llegue a sólo 20%, lo que se crecía hasta el primer cuatrimestre.
Un dato llamativo fue que en junio una de las líneas que más
creció fue la de créditos hipotecarios, con $ 370 millones nuevos en préstamos
otorgados, lo cual implicó una suba de 2,4%. El propio BCRA reconoció que la
gran mayoría de estos nuevos préstamos salió de los bancos públicos. Los
privados, en cambio, restringieron a la mínima expresión el otorgamiento de
líneas en pesos de largo plazo.
Además de los pases pasivos, los bancos utilizaron otros
mecanismos para asegurarse liquidez, por ejemplo, a través de la venta de parte
de las Lebac y Nobac, que mantienen en cartera al Central. En junio, los
rescates anticipados efectuados por la entidad que preside Martín Redrado
llegaron a $ 700 millones. Y, como consecuencia, siguió cayendo el stock de
títulos en circulación a $ 50.300 millones.
Pablo Wende
Ámbito Financiero