La fuga de capitales en el segundo
trimestre del año alcanzó el nivel más alto desde 2001, al llegar al récord de
u$s 8.441 millones. Así lo informó ayer el Banco Central, al dar a conocer el
balance cambiario correspondiente a ese período. El monto, que aparece en la
evolución de la cuenta de capital y financiera cambiaria, es explicado por el
BCRA como «producto del cambio de portafolio en favor de activos externos del
sector privado no financiero». Esta salida de divisas fue compensada muy
parcialmente por el superávit del sector público y BCRA, que totalizó u$s 1.198
millones. La fuga de u$s 8.400 millones se produjo en medio de las
discusiones por la instalación de retenciones móviles para las exportaciones
agropecuarias y la dura pelea con el campo. En el medio, hubo rumores de un
intento de devaluación por parte del gobierno (que nunca sucedió) y de otras
especies más disparatadas como el intento de establecer un nuevo «corralito»
para los depósitos bancarios, que generaron una fuerte salida de capitales.
Este monto más que duplicó la salida de divisas que se había
verificado durante el tercer trimestre de 2007, en medio de la turbulencia
internacional por la crisis hipotecaria y la proximidad de las elecciones
presidenciales en la Argentina. En aquel período se fueron u$s 4.126 millones.
Otro dato cuando menos revelador: en el primer semestre de
2008 ya se fugaron u$s 9.000 millones, prácticamente el doble de los dólares que
habían abandonado el país en todo 2007: u$s 4.659 millones.
El giro de utilidades y dividendos al exterior por parte de
las empresas también tocó niveles máximos: fueron u$s 945 millones, 45% más que
el monto registrado en el mismo trimestre de 2007 (u$s 290 millones). Esto
demuestra la incertidumbre de las compañías, en particular las extranjeras, que
prefieren llevarse rápidamente sus ganancias del país en vez de reinvertirlas.
Estos son otros datos que surgen del Balance Cambiario
que ayer divulgó la entidad que preside Martín Redrado.
Desde la crisis «subprime» en julio de 2007 se registra
cierta sustitución entre distintos tipos de instrumentos de los nuevos
desembolsos. Hay un aumento de los préstamos de organismos internacionales y de
entidades financieras, en desmedro de colocaciones de obligaciones negociables
en los mercados internacionales.
En el segundo trimestre el Central registró «ingresos
significativos» de inversiones directas de no residentes, que alcanzaron u$s 770
millones. Implica un aumento interanual de 50%.
Las ventas de divisas en el mercado cambiario totalizaron u$s
2.740 millones, monto equivalente a 5% de las reservas internacionales de u$s
50.464 millones que se registraban a fines de marzo de 2008. Adicionalmente, se
utilizaron u$s 850 millones para la compra de títulos en moneda extranjera y
hubo otorgamiento de pases activos en divisas al sistema financiero. Estos dos
últimos instrumentos permitieron que la caída de reservas no fuera aún más
pronunciada.
Pablo Wende
Ámbito Financiero