Derrumbe de los títulos públicos: 5% de
promedio en una sola jornada. Nunca en el año hubo ese registro. Caen los bonos
en picada desde hace siete días y, ayer, hasta el Banco Central se apartó
de proteger —decidió suspender compras— la cotización. Fenómeno incierto, a la
baja, justo cuando el gobierno asegura que los números del año están cerrados,
holgados, y se publicita que las cifras mantienen un renovado optimismo.
Entonces, ¿por qué los mercados no entienden a la presidente Cristina? (aunque
ella diga, en general, que se la va a entender en el futuro). Tal vez no lo
entiendan debido a que si todo es tan favorable, cuesta comprender la razón por
la cual se le pagó una exorbitante tasa de 15% a Hugo Chávez por la compra de
1.000 millones de dólares en títulos. Tampoco entienden las agencias que
amenazan con bajarle aún más la calificación a la Argentina, mientras el seguro
de default se dispara. Empieza a ser hora que el gobierno atienda
esta realidad, sobre la cual habla bastante poco —es casi inexplicable el
silencio oficial al respecto—; si la política equivocada provocó disgustos, la
falta de confianza económica puede ser demoledora. Más que golpes de mercado, se
advierten síntomas que reclaman la asunción de un protagonismo por ahora
inexistente.
En picada
Con el derrumbe de los bonos de hasta 5% termina hoy la peor
semana financiera del año. La caída preocupó al mercado porque la Bolsa cayó
casi 3%, volvió la demanda de dólares del público y se agudizó la fuga de
divisas.
Las declaraciones del ministro del Interior, Randazzo,
justificando las mediciones del INDEC, hizo tomar conciencia a los inversores de
que no es importante si Guillermo Moreno se queda o se va. Lo trascendente es si
cambiará o no la forma de medir la inflación.
Un método similar utilizó durante años Corea del Norte. Kim
Il Sung, decía cada fin de mes cuál había sido la inflación. Generalmente era
«cero». Pero no había alimentos.
A estas desafortunadas declaraciones que ratifican los
anuncios de la presidente Cristina de Kirchner, el sábado en Olivos, se le sumó
el rumor de una baja en la calificación a los bonos de la deuda argentina.
También gravitó en la mala percepción del futuro la caída de los precios
internacionales de los granos.
Nueva York reflejó los malos datos con una baja de los
bonos en dólares de casi 5%. El riesgo-país ya se acerca a 700 puntos básicos.
Ayer el Embi+ de JP Morgan, calificó a la deuda local con un riesgo de 684
puntos.
Entre los bonos en pesos, el más castigado fue el Discount,
el principal bono de la deuda que bajó 5% y en la semana perdió 9% de su valor.
En el Rofex el precio a futuro de este bono dejó demasiados
heridos porque llegó a cotizar la semana pasada a $ 112. Ahora fin de setiembre
vale 102,30. Ayer perdió 3,85%.
Los bonos posdefault en pesos que indexan por el CER
también fueron arrastrados por la enorme cantidad de órdenes de venta. El BOGAR
perdió 3,27%. El resto de los títulos cayó entre 1% y 3%.
La peor parte la llevaron los BONAR V en pesos, bonos que
tienen tasa fija y son más recientes que los del canje de la deuda. Este título
perdió más de 5%.
Si Hugo Chávez, vendió los BODEN 2015 habrá hecho un gran
negocio. Ayer bajaron 4,60% en dólares y 2,60% en pesos. La tasa que pagan
después de este castigo se acerca a 17%.
La caída de los bonos en dólares también reconoce otra razón.
Se aceleró la fuga de divisas y el dólar contado con liquidación que se utiliza
para esta operación subió de $ 3,1050 a $ 3,1375.
El contado con liquidación consiste en comprar bonos argentinos en dólares
depositados en el exterior. Se pagan en la plaza local con pesos, luego se
venden los bonos en el exterior y los dólares se depositan en un banco
extranjero.
Demanda
En tanto, en las casas de cambio, la divisa siguió a $ 3,06
para la venta, pero con la mayor demanda de la semana por parte del público. Los
negocios en el MEC, el mercado de los corredores de cambio que abastece parte
del mercado minorista, sumaron u$s 216 millones. Cuando las operaciones superan
en esta plaza u$s 200 millones, es porque la gente está demandando más dólares.
En cambio en el Forex-MAE, el principal mercado mayorista,
los negocios fueron escasos, apenas u$s 306 millones porque hay reticencia de
los exportadores para liquidar porque ven que el dólar sube gradualmente y
decidieron esperar. El dólar acá sube lento porque lo maneja el Banco Central,
que ayer no tuvo necesidad de intervenir en el mercado contado.
En cambio fue fuerte vendedor de futuros para dar una señal
de que gobierna el precio y que no se deben confiar en que todos los días va a
subir. Todas las posiciones de fines de mes subieron levemente.
Hoy las complicaciones pueden continuar porque hay
tensión. El Central quizás intente calmar el mercado de bonos con algunas
compras. Pero las intervenciones dan escaso resultado. En este momento cuando
aparece un comprador, los tenedores de bonos le dan todos los títulos que
quiera. No hay voluntad de tener riesgo argentino en la cartera.
Luis Beldi
Ámbito Financiero