En lo financiero se sufrirá la delicada
situación en Wall Street. Pero en cierta medida, el país está
desconectado de los principales mercados del mundo, con sus bonos ya rindiendo
18% anual en dólares y liderando en ranking de los países más riesgosos para
inversores. Distinto es lo referente a la actividad económica. Las expectativas
de mantener en los actuales niveles las tasas de los créditos (de corto plazo,
los de largo ya no existen) se esfuman con la salida de capitales. Decisión de
inversión de empresas o de público (compra de autos o inmuebles) tienden a
congelarse de perdurar este contexto. Por último, casi lo más relevante: habrá
que ver la reacción de los granos, y la soja puntualmente, que podría acentuar
su tendencia declinante.
De mal en peor
Si la Argentina saliera al mercado a pedir crédito en
dólares, y alguien se animara a prestarle, debería pagar 18% anual. Desde que le
vendió los BODEN 2015 a Hugo Chávez hasta hoy, el riesgo argentino se encareció.
En el medio hubo esfuerzos para levantar los precios de los bonos y bajar la
tasa.
El Central y el Banco Nación fueron compradores activos al
principio; después los siguió el Tesoro a través de licitaciones semanales.
Fue un fracaso, nada pudo evitar la debacle de los títulos, que todavía no tiene
final.
El derrumbe seguirá por esa costumbre que tiene el gobierno
de insistir en métodos agotados. El mejor ejemplo fue lo del INDEC. La semana
pasada la entidad tuvo un fuerte aval oficial cuando el gobierno les pidió a los
cuadros directivos que puso Guillermo Moreno que salgan a defender el índice de
precios.
El mercado tomó nota de esta ofensiva y la respuesta fueron
fuertes bajas, que el viernes llevaron a los títulos públicos cerca de los
mínimos históricos del año pasado. No se entiende cómo por un lado se pretende
pagar al Club de París para conseguir crédito y, por el otro, se ahuyenta a los
inversores que le pueden prestar.
Pérdida
El Discount en pesos, el principal bono del canje de
la deuda, desde que se intervino el INDEC a finales de enero de 2007 perdió 40%
de su valor. En cambio, el cupón PBI que ajusta por el crecimiento de la
economía, en el mismo lapso bajó 18%.
Antes de la intervención del INDEC, el riesgo país era
la mitad del actual, que el viernes llegó al máximo histórico (posdefault) de
764 puntos. Antes, el riesgo estaba cercano al de Brasil; hoy lo triplica.
Si se mide el riesgo-país real tomando la renta del BODEN
2015 versus los Bonos del Tesoro de Estados Unidos al mismo plazo, se ubica en
1.450 puntos, un nivel que deja a la Argentina afuera de cualquier mercado.
Esta semana no será distinta para los bonos locales. La baja
será una tendencia constante. Ya tienen precios de default. Nadie le advierte, o
el matrimonio presidencial no quiere escuchar, que el precio de los bonos es una
variable clave, no sólo para conseguir financiamiento sino para captar
inversores en áreas productivas.
Además, le está birlando a los ahorristas un instrumento
donde colocar sus ahorros y permitir que baje la tasa de interés para prestarles
a las empresas.
Ante la ausencia de activos para invertir, eligen el
dólar y benefician a los bancos uruguayos, que aumentaron su cartera de clientes
con la llegada de los argentinos que quieren tener su dinero en lugar seguro. A
Uruguay van los pequeños y medianos ahorristas. A Estados Unidos y Europa, los
más grandes. Los oficiales de cuentas locales trabajan como en los mejores
tiempos y sus casas centrales están satisfechas con el dinero que captan en el
país.
La fuga de dinero suma más de u$s 10 millones diarios
promedio. En este marco, es riesgoso pagarle al Club de París. Al día siguiente
puede haber un ataque a las reservas, al verlas tan debilitadas por la salida de
casi u$s 7 mil millones. De hecho, desde que se anunció el pago a este
organismo, aumentó la demanda de dólares del público y las empresas y creció el
riesgo país. Es una señal.
Ante una crisis internacional, los países toman medidas
preventivas para defender sus reservas. La Argentina, al contrario, estimula la
compra de dólares por parte del público y de empresas. Esta semana la fuga puede
continuar y habrá que seguir con atención el precio del dólar contado con
liquidación que es el que se utiliza para sacar dinero al exterior, utilizando
bonos argentinos en divisas.
Luis Beldi
Ámbito Financiero