Las cajas registradoras de las taquillas de las salas de cine no han dejado de tintinear desde la puesta en escena de La Pasión de Mel Gibson. Las polémicas se han multiplicado, millones de personas ya la han visto en Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda y Gran Bretaña, el clásico mundo anglosajón. Un éxito sin precedentes y Gibson, un católico conservador que se sintió iluminado, enfrascado con la colonia judía del mundo, llevó adelante su proyecto millonario y discutido en solitario, Con la estrella de la polémica, nació La Pasión, y su director-realizador ganará mucho más que las 13 monedas de plata de Judas y, aunque Hollywood lo aisle, Gibson se irá con el santo y la limosna. Está comenzando a contar los éxitos de los latigazos a Cristo.

 El filme narra las últimas 12 horas del Nazareno y 12 años, dice Gibson, que escarbó en las Sagradas Escrituras para aproximarse al personaje y la verdad de los hechos.

 Una dueña norteamericana en Wichita se infartó tras ver La Pasión, y sería un gramo más de sal para la publicidad de la filmación. Gibson ha dicho que su empeño fue total para buscar proximidad con la época, el idioma, las costumbres, los tiempos y desde luego la caracterización del personaje central.

 La polémica continúa ahora del lado de los expertos, más allá de los molestos judíos. Señalan que en Jerusalén en esa época de Cristo se hablaba el griego y junto con el arameo y algo de hebreo hablado por los judíos.

 El latín ha resultado muy mal parado en la filmación, denunció John Dominic Crossan, profesor de estudios religiosos en la Universidad De Paul de Chicago, y quien habla latín. Ni las ropas, ni el pelo, nada calza, sostuvo el antropólogo físico Joe Zias. "Los hombres judíos de la antigüedad no tenían el cabello largo”. Los libros judíos se burlaban del cabello largo, algo que usaban los romanos en esos tiempos y los mismos griegos.

 Una tarea compleja para Hollywood a la hora de las estatuillas. No sabemos si premiará la belleza o la inexactitud histórica, dijo el profesor de la Universidad de Nueva York, Lorenzo Schiffman. De la lluvia de críticas que ha circulado la prensa internacional, no escapó ni la cruz, símbolo cristiano de La Pasión.

 Zias enfatizó que Jesús no podría haber cargado esa cruz, porque no tendría la capacidad para alzar 150 kilos, y porque además las vigas verticales no eran llevadas por los condenados. "Jesús llevó como máximo la viga horizontal". Los taparrabos que usó el actor James Caviezel, no fueron usados por Jesús, dijo Zias. "La crucifixión era una forma de terrorismo de Estado. Humillaban a la víctima. Estaban desnudos. Hombres, mujeres y niños", concluyó el experto.

Rolando Gabrielli