Estar de vacaciones es, en lo posible, no
privarse de nada. Más cuando el mar luce embravecido, el tiempo tormentoso y el
viento intenso y molesto, disuade las caminatas.
Mientras almorzamos, la curiosidad nos lleva a sumar a
nuestra mesa a la considerada diva de los mediodías televisivos desde hace
cuatro décadas. El programa comienza a las 13,30 horas pero eso es apenas una
concesión gramatical. La primera media hora es una larga tanda publicitaria, con
la ex actriz como protagonista, que incluye el autobombo y la exaltación
de su vestuario. En estos días se suma la aparición de un libro con la biografía
de la conductora, que según los comentarios de la misma, “es maravillosa”, de lo
que se deduce que es un largo panegírico de la biografiada.
En el programa del 1º de diciembre recibió a Susana Andrada,
presidenta del Centro de Educación del Consumidor (CEC), como prólogo al
almuerzo.
La noticia del día es que el domingo 30 de noviembre Mirtha
padeció durante algunas horas de un corte de luz, que dado el dramatismo del
relato, el televidente desprevenido puede considerarla casi como una
sobreviviente de un cataclismo nuclear. Incluso comenta que lo llamó al
verborrágico dirigente del PRO Horacio Rodríguez Larreta para ver si podía hacer
algo que le solucionara el problema, a lo cual el macrista esquivó como un
discípulo de Nicolino Loche. El diálogo con la columnista de Víctor Hugo
Morales fue un largo desfile de lugares comunes, salpicados con una adjetivación
única y por lo tanto de una reiteración hartante por parte de las dos mujeres:
¡Horroroso! Como quien dirige un comentario inocente y aséptico en forma de
pregunta Mirtha interrogó: "¿Se acordará la gente cuando tenga que votar?" La
especialista en precios, especialmente de productos vendidos en supermercados,
respondió categórica: “No Mirtha.” Un mohín de la conductora exteriorizó su
malestar.
Luego se pasó a la mesa de los almuerzos. Invitados: los
actores Juan Palomino, Raúl Rizzo, el psicoanalista, novelista, autor teatral y
divulgador histórico Mario “Pacho” O’ Donnell, la cantante Patricia Sosa y el
intendente de un pequeño pueblo de la Provincia de San Luís, Alfredo Domínguez.
Antes de empezar el almuerzo el chef enuncia el menú y así los comensales
televisivos, es decir, “la audiencia”, se entera que el servicio es del Hotel
Hilton y los vinos de la Bodega Altus.
Mirtha, con su mejor cara de nada le solicita a Rizzo y
Palomino que relaten lo que les pasó en Firmat. Raúl Rizzo recuerda que realizó
declaraciones contrarias al paro agropecuario en Venado Tuerto y que las mismas
fueron recogidas por el diario La Capital de Rosario con lo que
obtuvieron repercusión a nivel nacional. Eso provocó la reacción de cuatro
dirigentes de la Federación Agraria y de una dirigente de Mujeres en
Lucha. El teatro se encuentra dentro del Municipio. Los productores
requisaron los vehículos que se dirigían al teatro, colocaron carteles que
decían “Función suspendida”, y realizaron pintadas contra Raúl Rizzo. Mirtha con
una expresión de sorpresa exclamaba ¡Que extraño! Olvidó o prefirió ignorar
los controles sobre las mercaderías transportada en camiones que durante la
mayor parte de los 120 días de paro patronal realizaron los piqueteros sojeros
fundamentalmente. La función, siguió contando el actor, era a las 21 horas.
A las 20,20 horas los cinco dirigentes agropecuarios pidieron dialogar con los
actores, en presencia de las cámaras de televisión. Rizzo y Palomino accedieron.
Mientras tanto algunos espectadores devolvieron las entradas mientras alrededor
de doscientas personas pugnaban por entrar al teatro. Los piqueteros patronales
exigieron la retractación de las declaraciones de Rizzo. Este se negó. La obra
de Pacho O’ Donnell llamada La tentación comenzó. A los dos minutos de
iniciada, dos mujeres se acercaron al escenario, gritaron contra los actores y
arrojaron volantes. La obra se suspende. El público repudia a las dos revoltosas
y su pseudo escrache. La obra se reinicia donde había sido interrumpida.
Concluye la función y el público aplaude entusiastamente. Los actores salen en
un vehículo con dos patrulleros policiales, uno que les precede y otro que la
cuida la retaguardia, seguidos por los manifestantes, muchos de ellos en sus
cuatro por cuatro. Mirtha reitera algunos ¡Que extraño! y por si alguien está
distraído aclara enfáticamente que está con la gente del campo aunque no
comparte este procedimiento. La música de fondo: “…nuevamente está, brillando
fuerte, la Legrand” indica la cercanía de una pausa publicitaria.
A la vuelta, hay jugosos cruces entre Alfredo Domínguez y
Raúl Rizzo sobre el gobierno de San Luis. Legrand se sorprende de que el actor
sea kirchnerista, a lo que este aclara que es marxista. Patricia Sosa cuenta sus
tareas en el impenetrable chaqueño, indudablemente muy meritorias, con relatos
arrancados de las miseria extrema.
Cuando se habla de delitos, Mirtha se sumirá en “profundas
reflexiones” como: “La inseguridad que estamos viviendo es alarmante.” o “No hay
detenidos. ¡Es terrible!
Mirtha, sin lugar a dudas, lee los diarios y repite todos
los lugares comunes. Es como aquellos que comen mucho pero digieren poco.
Horroroso y maravilloso atraviesan su lenguaje carente de una sola idea propia
compleja pero suscribe todos los prejuicios de las capas medias. Es la
personificación televisiva de la "Doña Rosa" de Bernardo Neustad.
La genuflexión de los intelectuales
Pacho O’ Donnell explica que la obra es un diálogo entre
Dorrego y el embajador inglés en Brasil, Lord Ponsomby. Relata correctamente lo
que fueron los caudillos federales. Mirtha acota: “Voy a leer el libro,
porque se aprende mucho ¡Es maravilloso! Reitera que su programa trae
suerte. Elogia a Juan José Sebreli de quién dice fue alumna cuando concurrió a
un curso que dictó en Punta del Este. La dedicatoria que el autor le escribe a
la diva en su último libro “Comediantes y mártires” dice, aproximadamente, según
la lectura de Legrand: “A mi ídola juvenil que nunca pensé que podría llegar a
ser mi discípula” Hace mucho que Sebreli no escribe libros de la calidad de
“Buenos Aires, vida cotidiana y alienación”. La disminución del grosor de sus
pensamientos es correlativa a sus devaneos políticos que lo llevaron del
marxismo a ser intelectual orgánico de López Murphy. Su principal discípulo,
una mala copia, es el profesor de educación física Fernando Iglesias que primero
desde Recrear y ahora como diputado de la Coalición Cívica intenta
enseñar prácticamente el título de su libro “Qué significa hoy ser de izquierda”.
Luego, seducido por su infundada importancia publicó, modestamente, ''Kirchner y
Yo: por qué no soy kirchnerista''.
Cuando el programa agoniza recibe el último libro de O`
Donnell llamado “Caudillos Federales. El grito interior” con la siguiente
dedicatoria: “Personalidad vertebral de nuestra cultura” Su facilidad para el
elogio infundado ya lo había demostrado en el prólogo de las memorias de Carlos
Menem llamadas “Universos de mi tiempo. Un testimonio personal” en donde le
llegó a dedicar frases como estas: “ Desde el primer momento en que lo conocí
quedé impresionado por su inteligencia….Menem ha sido, en muchos sentidos un
visionario….Nunca hizo alarde de su elevada cultura que fue forjando en la
lectura de libros y en la frecuentación de maestros… Fue El Gran
Transformador….La vida y la obra de Menem son justicialistas por espíritu y
metodología”
Parece mentira que por un almuerzo televisivo, un
cholulismo acorazado, se puede llegar a estas dosis de sobreactuación.
Mirtha Legrand: “ Personalidad vertebral de nuestra cultura”
¿Almorzando? con Mirtha Legrand
Al día siguiente la mesa es con dos de las viudas del triple
crimen de Rodríguez, Mariela Izquierdo y Solange Bellone, el abogado de ambas
Miguel Ángel Pierri y el periodista Mauro Federico. Haciendo exhibición de un
avanzado amarillismo cruza al aire al padre de Sebastián Forza con su nuera
Solange, sabiendo que están separados por una profunda disputa familiar con
amenazas de muerte. Solange, en un ataque de nervios se levanta de la mesa, y se
desahoga a los gritos fuera del alcance de las cámaras mientras la señora de los
almuerzos finge ingenuidad, que le disgusta esas situaciones, mientras alienta
el fuego de las dudas sobre su comensal que ha regresado a la mesa.
Al día siguiente la mesa es una reunión familiar con sus
nietos.
Estar de vacaciones es, en lo posible, no privarse de
nada. Pero tres almuerzos son suficientes. Para entender un fenómeno de cuatro
décadas. Atravesado por la mediocridad. Un espectáculo para la evasión
alimentada de preconceptos y prejuicios. Protagonizada por una mediocre ex
actriz que reduce al periodismo a interpretar el papel de Doña Rosa. Si Neustad
la creó y la propagandizaba con slogans impactantes y falaces, Mirtha
la interpreta con lugares comunes presentados como inquietudes ciudadanas.
Lo notable, y eso revela la ciénaga que atraviesa el periodismo, que con esta
base, Mirtha es muchas veces más incisiva que muchos periodistas profesionales
que se presentan, además, como puros e independientes.
Estar de vacaciones es, en lo posible, no privarse de nada.
Pero una dosis excesiva de almuerzos conduce a un atosigamiento que en el
lenguaje provinciano se denomina empacho. Para mi es suficiente. ¡Buen provecho!
Hugo Presman
MIRTA SOS LO MAS TE ADORAMOS LA MITAD MAS UNO .PERO POR FAVOR NO MAS DE LO MISMO NOS ABURRE .SIEMPRE CALABRO. POR FAVOR TAMBIEN TENES OTROS INVITADOS. SE QUE LOS ADORAS .PERDON.PERO ENTENDENOS .GRACIAS POR ENTENDER. ROBY DE LA CASCADA.
Mirtha comete un gran delito para estos tiempos, no es obsecuente. Si señora le pertenezco, no entra en sus engramas cerebrales. Reconozcamos que tiene un ego exaltado, pero no lastima fastidia un poco, aunque bien mirado tiene todo el derecho. Comenzó junto con su más que encantadora hermana Silvia (que pena que no haya continudo su carrera, élla si era una verdadera actriz) y continuó sin desmayo. Sin duda es una trabajadora. La conocí persnalmente, es sumamente sencilla, la conocí sin maquillaje y era superlativamente bonita...Hoy lucha con el paso del tiempo y lo hace con mucha dignidad, al menos no está "abultada" de colágeno.. Se extraña y mucho. Uno llegaba a casa cansada de trabajar y lo primero veamos a Mirtha... y maquillada al extremo, bien iluminada, todo lo que quieran decir es bonita, fresca, y ocurrente, con un aire picarón muchas veces que ella sabe explotar muy bien... Mirtha, volvé te vemos todos los días y no nos cansas nunca, mientras otras caras adustas, con gestos altaneros, parlamentos tan agresivos como irrelevantes nos hartan... Con mucho cariño, Amneris