Numerosos funcionarios presentan desde
hace tiempo líneas y actividades encaminadas al festejo del Bicentenario del
Estado argentino, pero apenas unos pocos, entre los que se encuentran los de
Educación, alertan más que el 2010 no encuentre a la enseñanza con una ley de
financiamiento vencida y sin sustituto.
La llegada del Bicentenario realmente será un festejo que no
hará mágicamente descender el lamentable panorama aún no revertido por el que la
mitad de los niños y jóvenes del país son pobres; más del 40 por ciento de ellos
está fuera del sistema educativo.
Además, para muchos aún no existe el trabajo decente y las
perspectivas de recesión que sacuden al mundo y al país no son las mejores.
Pero es totalmente cierto que en las peores crisis
económicas y aún en las dictaduras, la sociedad argentina se caracterizó por
volcarse masivamente a la cultura, por esas explosiones subterráneas y visibles
de arte, por la interminable oferta de espectáculos gratuitos y arancelados.
Por eso, seguramente el Bicentenario se festejará con toda la
pompa y pirotecnia que promete el gobierno nacional y las administraciones
provinciales, en todas las áreas, y seguramente muchos querrán protagonizar el
pase a esa histórica página. Sin embargo, el 2010, en lo educativo, representará
la caducidad de la ley de Financiamiento de la enseñanza, sancionada en 2005, y
con una meta, de llegar al 6 por ciento del PBI, seguramente alcanzada.
La preocupación del ministro de Educación, Juan Carlos
Tedesco, que transmitió días pasados a sus pares de las 24 jurisdicciones en el
último plenario del Consejo Federal en esta Capital, apuntó a que presenten
propuestas para discutir en 2009 un nuevo mecanismo de financiamiento.
"Vamos a tener que definir mecanismos e instrumentos de
financiamiento; pensemos si queremos una ley u otro tipo de mecanismo de
financiamiento educativo, y si queremos una normativa hay que enviarla al
Congreso al año próximo", urgió Tedesco a los ministros.
En 2010 también, según la ley de Educación Nacional, deberá
estar implantada la obligatoriedad de la escuela secundaria en todo el país, a
pesar de que Tedesco señaló en varias oportunidades a Agencia DyN que
"desde la sanción de esta norma, ya es obligatorio el nivel medio en todas las
jurisdicciones".
Para el pedagogo, el 2009 será el año del debate en las
jurisdicciones y las organizaciones sociales, del documento que bajó para la
nueva escuela secundaria, de sus contenidos y nueva estructura, que deberá
volver a cohesionarse.
Otras dos líneas del ministro, que dicho sea de paso
apunta a privilegiar los primeros niveles de la educación —inicial, primario y
medio—, serán la vuelta a la escuela de quienes abandonaron el secundario por
deber materias y del ingreso a las universidades de los becados para estudiar
carreras científicas y tecnológicas.
Cuando aún hay tanta deuda social, más allá de cuando y por
qué se generó, la hiperactividad de inauguraciones y actos que tomaron fuerza
por estos días de diciembre en diversas áreas del gobierno, ocasionan cansancio
entre funcionarios y trabajadores de la noticia, que necesitan también declinar,
en concordancia con el fin del año. Tal vez salpicado por esta catarata de
actividades gubernamentales, Tedesco pidió a sus pares que "el año próximo, que
es año electoral continúen las políticas de Estado" en educación y que en
Argentina "se las pueda privilegiar en lugar de la política partidaria".
Laura Hojman