El peronismo comenzó a moverse en
dirección a la sucesión natural en el liderazgo del partido, que hoy ostenta
Néstor Kirchner, a partir de distintos dirigentes emergentes que empiezan a
mostrar sus aspiraciones presidenciales en 2011.
"Quien quiera ser candidato presidencial por el PJ en 2011,
tiene que ganar en su distrito en octubre", en las elecciones legislativas,
planteó el chubutense Mario Das Neves, al describir una lógica que muchos
dirigentes comparten.
Ese, fue un tiro por elevación no sólo para Carlos
Reutemann sino también para Felipe Solá. Traducido, si Reutemann quiere ser el
candidato en 2011, tiene que ganarle al socialista Hermes Binner en Santa Fe.
Sí en cambio, Solá persigue la preciada postulación, deberá imponerse en la
provincia de Buenos Aires.
En ese esquema, el panorama no es el mas alentador para
Reutemann y Solá, en sus respectivos distritos. Mas allá de que ni uno ni otro
hayan decidido aún si quieren serlo, en el peronismo son pocos los que hablan de
una posible continuidad de los Kirchner en el poder.
"El peronismo es así, por eso se mantiene vigente. Hoy te
toca conducir a vos, pero tenés que tener en claro, sino te pasa como a Menem,
que mañana tu sillón lo va a querer otro y se lo tenés que dar", sintetizó un
operador kirchnerista, antes duhaldista y tiempo atrás menemista.
Das Neves, Alberto Rodríguez Saá, Juan Manuel de la Sota,
quizás Solá y Reutemann, son los hombres que asoman para discutir el poder desde
el PJ.
La aparición de Eduardo Duhalde, en ese contexto, no es
casual. El ex mandatario observa que todavía "está muy verde" una alternativa
peronista la kirchnerismo, e incluso cree que "va a ser difícil" que haya en
2011 un candidato peronista con posibilidades. Por eso, sale a respaldar
cualquier acción anti k, ya que considera que su papel hoy por hoy es el de
amalgamar las diferentes expresiones que buscan reubicarse en la era "postkirchnerista".
No obstante, la necesidad de ganar "en casa" para después
tener aspiraciones presidenciales, vale también para la oposición. Así como
Binner debe imponerse en Santa Fe, Julio Cobos tendrá que hacer lo propio en
Mendoza y Mauricio Macri en la Capital Federal.
Quien corre con ventaja en ese aspecto en Elisa Carrió, quien
no debe defender ningún distrito, aunque con su temprana campaña electoral en la
ciudad de Buenos Aires, sosteniendo a Alfonso Prat Gay, intentará revertir la
performance de su espacio en los comicios pasados, y catapultarse así hacia la
carrera por el sillón de Rivadavia desde el distrito porteño.
Walter Schmidt