El detenido y procesado Mario Segovia, sindicado como el mayor traficante de precursores químicos para la fabricación de drogas sintéticas, aseguró que "yo no soy el Rey de la efedrina, soy el Rey del trabajo".
"No soy ni narco ni terrorista, soy un laburante. Un laburante de la toda la vida", dijo el hombre al que le secuestraron un lujoso automóvil Rolls Royce en su casona de las afueras de Rosario.
También sostuvo, en declaraciones a radio Dos de esta ciudad, que "soy un padre de familia, vivo para mi mujer y mis hijos. No tengo vida social, voy de mi casa al trabajo y del trabajo a mi casa".
El hombre detenido y procesado por decisión del juez federal de Zárate-Campana, Federico Faggionatto Márquez, que investiga una banda de supuestos narcos mexicanos y argentinos que fabricaban drogas sintéticas, está detenido en el penal del partido bonaerense de Ezeiza.
"Esto me sucedió por la envidia, vivir en una sociedad retrógada como al rosarina sobre todo cuando uno es joven y se hace de muy abajo y progresa siempre genera estas cosas, Rosario es una ciudad que juzga a la gente por lo que tiene", se quejó.
Explicó que se dedicaba desde hace años al comercio exterior, fuente que le proporcionó todos los bienes de su propiedad y minimizó algunas de sus posesiones, asegurando que la casa donde vivía no era mansión y que el Rolls Roys que se encontró en su vivienda no era de él "ese vehículo es de una persona que vive en Buenos Aires y me lo dieron para que lo venda a extranjeros que vinieron al país".
"Se me imputan una serie de cosas en las cuales soy inocente, se me violó el derecho a la inocencia. Absolutamente todos mis bienes están declarados, puedo mostrar el origen lícito de todo lo que tengo", justificó.
Cuando le preguntaron como amasó su patrimonio, afirmó que "tiene que ver mucho con suerte y con posibilidades, el que quiere hacer dinero lo hace. Hay un mundo de posibilidades sobre todo en el exterior". Negó que se haya dedicado al mercado fruto hortícola, como aparecía inscripto en los registros de la Afip, y señaló que "yo estaba montando una fábrica de discos ópticos en la planta de Alvear, se trataba de empresa con tecnología de punta y una inversión inédita, iba a crear 100 puestos de trabajo de mano de obra calificada".
"Lo único que quiero es un papel para mostrarle a mis hijos que diga que su padre es inocente y que todo esto responde a oscuros intereses", concluyó. Los investigadores creen que entre 2006 y 2008 Segovia habría enviado más de 8 mil kilos de efedrina a distintos carteles mexicanos. Por eso, el ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Aníbal Fernández, no dudó en calificarlo como el "mayor proveedor de los carteles mexicanos".
Mario Poliak